¿Qué habría dicho Vázquez Montalbán de Vox?
El Memorial Democràtic rinde homenaje al escritor en su barrio, el Raval
Barcelona¿Qué habría dicho Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003) del neofranquismo que vuelve a campar alegremente por las Españas, primo hermano del populismo autoritario neoliberal de los Milei, Bolsonaro, Trump, Orban, Meloni, Le Pen, Wilders y compañía? ¿Cómo destriparía al Vox de Abascal y al PP de Ayuso? Su principal estudiosa, Mari-Paz Balibrea, se negó ayer elegantemente a hacer de médium de su autor de referencia, pero sí que dejó clara una cosa: “Manolo estaría presentando batalla mediática e intelectual a favor de la razón democrática, sólo puedo imaginarlo combativo”.
Fundadora y presidenta de la Asociación de Estudios Vázquez Montalbán y profesora en la Birbeck (Universidad de Londres), la barcelonesa Balibrea curiosamente fue a parar a su autor cuando estudiaba en los Estados Unidos, a través de un exiliado. En la sesión de ayer en el Memorial Democràtic repasó la obra del polifacético y proteico autor como médium e intérprete, él sí, de la memoria de los perdedores, conectada con la propia genealogía de hijo de vencidos. Para la estudiosa, el creador de Carvalho o de la monumental Autobiografía del general Franco no se instaló en la nostalgia, sino en la mirada crítica del presente y en el ejercicio de la memoria popular y heterodoxa como respuesta a la historia del poder, como “esperanza laica”, como humilde y digna microresistencia sentimental, vital y ética.
Balibrea retrató a un Montalbán implacable con la deriva amnésica del socialismo felipista. Con el ensayo póstumo La aznaridad, el escritor intuyó lúcidamente que los olvidos empezaban a pasar factura, pero ya no pudo ver el regreso al choque de las dos Españas en el que hemos vuelto a caer ni el despertar del franquismo, ya no sólo sociológico, sino directamente y obscenamiento antipolítico.
El combate de Montalbán, bien asentado en dos pilares –memoria y democracia–, hoy vuelve a tener todo el sentido, defiende Balibrea. También su ejemplo como “intelectual eficaz y persuasivo”, “valiente” y “coherente”. Y autoexigente. Desde una “tensión crítica e irónica” como método, el escritor afirmaba que “cuando una verdad triunfa significa que empieza a ser mentira”.
La fuerza evocadora de Balibrea a través de un Montalbán en creadora lucha ideológica permanente tuvo el contrapunto, al final del acto, cuando la historiadora y viuda del autor, Anna Sallés, tomó la palabra para agradecer “la brillante síntesis” de la conferenciante y al mismo tiempo recordar que “Manolo, además de escribir mucho, no se olvidaba de vivir, de comer, de disfrutar de los amigos, de marcharse un fin de semana a tomar el sol, eso sí , siempre acompañado de su máquina de escribir”.
El acto tuvo lugar en la sede del Memorial Democrático, en el Raval, el barrio donde nació y se crió Montalbán, entonces el Chino. Veinte años después, el espíritu de MVM no ha muerto.