'El Mundo de Ayer' muestra todas las caras de los que van a la suya: los 'outsiders'
La revista de historia dedica un número a quienes huyen de las convenciones
Barcelona¿Qué tienen que ver la Monyos, "la primera hippie de la Rambla de Barcelona", y el cineasta Werner Herzog, director de películas como Fitzcarrado y Aguirre, la cólera de Dios? ¿Qué comparten el filósofo Francesc Pujols, autor de Concepto general de la ciencia catalana, y el pistolero Billy el Niño? Y más aún, qué relación hay entre los piratas del caribe, los bandoleros catalanes, las beguinas medievales, los amish ¿de Pensilvania y las Guerrilla Girls? ¿Y entre los desgarros del punk y los golruts del valle de Ribes? Todos tienen espacio en el número 31 deEl Mundo de Ayer, la revista de historia de autor que dirige Toni Soler.
El epígrafe outsiders reúne diecinueve artículos sobre distintos “individuos que van a lo suyo, que huyen del rebaño y de las convenciones”, tal y como los describe Soler. Son personajes que históricamente han recibido “denominaciones peyorativas (la oveja negra, la manzana podrida de la cesta, el lobo solitario) pero también laudatorias (el verso libre, el bohemio, la anomalía en Matrix)". "Esta doble valoración de lo que, en términos generales, reconocemos con la palabra inglés outsider indica también una doble tendencia de las sociedades humanas: el gregarismo y el individualismo. En apariencia, es un dualismo incoherente, una suma imposible. Pero revela una certeza: si bien es cierto que la gente tiende al grupo, a la comunidad, por razones del espíritu y también por razones prácticas, el individuo –algunos individuos, al menos– teme disolverse en el colectivo y busca un terreno de juego propio, una forma de vida que le distinga y asuste alhorror vacui de la colectivización extrema”, añade Soler. Algunos ejemplos de esta singularidad son la Monyos, recordada en El Mundo de Ayer por Carles Cols; el cineasta Werner Herzog, reivindicado por el jefe de Media del ARA, Àlex Gutiérrez; el filósofo Francesc Pujols, glosado por Raül Garrigasait; y los pistoleros del Far West consignados por Enric González.
A veces, escribe Soler, ese individualismo de los outsiders cristaliza en formas de comunidad "más manejables", como los amish (a quien Soler dedica unas páginas firmadas por él mismo), o las beguinas, mujeres que ejercían su independencia "alejadas tanto del matrimonio como de la autoridad masculina de las órdenes religiosas", y protagonistas del artículo de la historiadora Helena Casas Perpiñán.
También hay outsiders que eligieron a la comunidad para protegerse, como los cimarrones, los esclavos que fueron libres en una sociedad esclavista, tal y como recuerda el texto de Gemma Ventura. Otros, y así lo explica Xavier Theros, fueron marginados y condenados a vivir al margen, como los gordos del Pirineo, raza maldita cuya singularidad se percibía como “una amenaza”.
Estas expresiones grupales del individualismo abarcan igualmente fenómenos como la piratería, el bandolerismo e incluso movimientos musicales y estéticos como el punk, los tres con espacio en El Mundo de Ayer en artículos de Xavi Barroso, Sylvia Lagarda-Mata y Matthew Tree, respectivamente.