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Laia Aguilar: "La gestación subrogada es un abuso de poder"

La escritora entrelaza tres historias de maternidades invisibles en 'Las otras madres'

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La escritora Laia Aguilar fotografiada en Barcelona

BarcelonaEmma tiene 39 años y está embarazada de ocho meses cuando le dicen que el bebé no tiene latido y tendrá que parirlo muerto. Eli vive en Barcelona, donde cuida a los niños de una familia adinerada, y tiene una hija en Bolivia que hace años que no ve. Natalka hace de vientre de alquiler para una pareja de irlandeses. Todas ellas sienten que son madres, a pesar de que la sociedad no las reconoce como tales. Son las protagonistas de Las otras madres (Columna/Destino, con traducción de Manuel Pérez Subirana 2022), la nueva novela de la escritora Laia Aguilar (Barcelona, 1976), que llega dos años después de Lluvia de estrellas, con la cual ganó el premio Josep Pla. Aguilar da voz a las "maternidades invisibilizadas" para reivindicar que ser madre puede salir de los cánones y "de la idealización de Disney", explica la escritora. La novela entrecruza las tres historias para construir un relato coral sobre los dolores más íntimos y, a la vez, las fuerzas interiores que empujan a superarlos.

La chispa del libro ya había aparecido antes de que Aguilar ganara el premio Josep Pla. Una amiga suya sufrió un proceso de luto perinatal y la escritora lo vivió muy cerca. "Me explicaba que era muy duro pasar por el luto y además ver todo el silencio social. La gente le decía que estuviera tranquila, que ya tendría otro, que se olvidaría. Pero ella solo quería recordar al hijo", explica Aguilar. Entonces empezó a escribir esta historia, pero era "tan dolorosa" que la aparcó. Un tiempo después, la retomó con una nueva idea: hacerla dialogar con dos relatos más de dos madres no reconocidas.

Así llegó hasta el personaje de Natalka, una ucraniana que se hace vientre de alquiler para ganar dinero y poderse comprar una casa con su marido. Aguilar narra en primera persona el proceso de la protagonista durante la gestación y como, cuando el embarazo ya está bastante avanzado, descubren que el bebé tiene una miocarditis. "Hay agencias de vientres de alquiler en Ucrania que prevén que, si hay cualquier problema cuando el embarazo está avanzado y no se puede abortar, los padres contratantes puedan desentenderse de la criatura –dice Aguilar–. Los niños acaban en orfanatos, es muy bestia". Natalka está llena de dudas sobre el proceso de gestación, pero hace de tripas corazón y sale adelante por necesidad económica. "A las gestantes se las utiliza como un contenedor. Se embarazan de una criatura que ha sido comprada, pero no podemos pensar que no han depositado sentimientos y emociones hacia el bebé. La gestación subrogada es un abuso de poder", añade la escritora.

Maternidades de mujeres pobres

El viaje emocional de Natalka está fuertemente marcado por su situación de clase baja, como también la historia de Eli, una cuidadora boliviana que se instala en Barcelona en busca de una vida mejor. Su maternidad se explica a través de Jhanet, la hija adolescente que se reencuentra con su madre años después de no tener contacto. "Su relación es una bomba de relojería, porque no se reconocen como madre e hija. Tienen que crear un vínculo de cero después de 15 años", destaca Aguilar. A través de este personaje, la novela explora cómo la pobreza es un obstáculo descomunal para la maternidad de muchas mujeres. "La maternidad de una mujer pobre es mucho más difícil todavía –denuncia la autora–. Hay un juego de desigualdades y de clases sociales: para que unos puedan subsistir, los otros se aprovechan y juegan con el poder".

A pesar de la dureza de la novela, Aguilar la enfoca desde el optimismo y la esperanza. "He intentado explicar que se puede salir adelante, que hay luz y que vale la pena hablar", dice la autora. Con Las otras madres engorda su trayectoria como escritora de narrativa para adultos, si bien no descarta volver más adelante a la literatura juvenil, donde empezó: "Se puede combinar perfectamente. Todo depende de la historia que quiera explicar".

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