Novedad editorial

Barcino recupera 'El auca del señor Esteve': "una de las grandes novelas de Barcelona"

La editorial incorpora el libro de Santiago Rusiñol en la colección 'Imprescindibles' con la lengua de su primera edición

Santiago Rusiñol, de cuerpo presente (1931)
3 min

BarcelonaEl burgués por excelencia de la literatura catalana nació a principios del siglo XX, cuando Santiago Rusiñol (Barcelona, ​​1861 - Aranjuez, 1931) se hizo suya la expresión popular del "señor Esteve" y la convirtió en una novela. Publicada en 1907, El auca del señor Esteve creó adeptos y detractores de esta historia sobre un tendero del barrio de la Ribera de Barcelona y su hijo Ramonet, que no quiere seguir el negocio familiar sino que quiere hacerse artista. Con la obra de teatro homónima, estrenada en 1917, el señor Esteve dio el salto definitivo y se consolidó como un protagonista indiscutible de la cultura catalana: el prototipo de un hombre de sensatez y ahorro, burgués y de espíritu conservador. Aquel arquetipo sigue vivo más de un siglo después y ha consolidado la novela como un clásico imprescindible de nuestra literatura. Ahora, la editorial Barcino la ha recuperado en la lengua original de la primera publicación, junto a los pareados de Gabriel Alomar y los dibujos de Ramon Casas, en una edición con introducción de la profesora e investigadora en literatura contemporánea Margarida Casacuberta.

"El auca del señor Esteve forma parte del canon y de nuestro imaginario, porque se lee en la escuela. Tiene un alto grado de reconocimiento, pero al mismo tiempo hay mucho prejuicio y cliché en torno a esta obra. Ahora es un buen momento para redescubrirla", defiende el editor de Barcino, Oriol Magrinyà. La novela forma parte de la colección Imprescindibles, junto a títulos como Los baches salvajes, de Raimon Casellas; La fiebre de oro, de Narcís Oller, y Vida privada, de José María de Sagarra. Y, como estos dos últimos, la historia del señor Esteve es un vivo y vibrante fresco de Barcelona. En concreto, de la transformación que vivió la capital catalana con su modernización a principios del siglo XX. Por eso, tanto Magrinyà como Casacuberta la reivindican como "una de las grandes novelas de Barcelona".

El auca se extiende por las calles de Ciutat Vella hasta el Born y la Ciutadella, a caballo entre la nostalgia por un tiempo que se pierde y el entusiasmo ante la modernización que llega. "Recuerda aquella Barcelona que se subleva, de las bullangas, republicana. Luego será la Barcelona más de izquierdas, que a veces es la que más olvidamos", señala Casacuberta. A través del señor Esteve, Rusiñol se aproxima con ironía a la figura del burgués, pero acaba redimiéndola. "Ese era un momento de esplendor de la ciudad burguesa y, detrás de la historia, hay un sentimiento de orgullo hacia la ciudad", añade la profesora.

Un catalán rico y popular

Uno de los elementos más destacados de esta nueva edición es la lengua que Rusiñol utiliza para narrar las peripecias del señor Esteve y su familia. "Es el catalán que se hablaba en Barcelona a finales del siglo XIX ya principios del siglo XX. En un momento en el que ha comenzado la depuración de la lengua impulsada por los novecentistas, Rusiñol reivindica el catalán más popular y arraigado de la tradición", explica Casacuberta. En este sentido, Magrinyà detalla que en la edición del auca se ha optado por regularizar la ortografía pero respetar y mantener el léxico y los castellanismos. "Hay una parte epidérmica de la novela que bebe de un vocabulario concreto, con palabras como traje, mercería [pronunciado en castellano] y abono", dice el editor. Es por eso que Casacuberta reivindica a Rusiñol como un testimonio literario valiosísimo que, a su juicio, a veces es menospreciado: "Aún carga tópicos y estereotipos, y por ello muchas veces no nos lo tomamos en serio. Con esta edición dignificamos una obra que, de vez en cuando, debe recordarse”.

stats