El niño antifascista que quería servir de ejemplo
BarcelonaEl protagonista de hoy "es un niño que es tan hermoso que de él todo es gracioso." "El héroe de nuestra historia nació en un día de gloria". También os diré que "el juez le bautizó poniéndole por nombre Hermano". Lo que ya no se nos cuenta en pareado es que nació un 19 de julio, una fecha nada inocente, que se refiere al golpe de estado en Barcelona en 1936. Y es que el niño de quien os hablo es el protagonista de elAuca del chico catalán, antifascista y humano, publicada en 1937 por el Comisariado de Propaganda de la Generalidad de Cataluña. El autor de los dibujos es Josep Obiols. No ha sido hasta hace muy poco que hemos sabido que la escribió Pere Català i Pic, fotógrafo y miembro del Comisariado de Propaganda. Su nombre sale ya a la cubierta de la reedición que han hecho del libro Libros del Zorro Rojo y el Ayuntamiento de Barcelona. Este magnífico ejercicio de memoria histórica está dirigido por la librera y editora Oblit Baseiria, que también es la comisaria de la Colección “Barcelona Beceroles”, que recupera publicaciones infantiles difíciles de encontrar pero de gran valor, como esta auca.
El miércoles, en el Palau Robert, Baseiria fue la encargada de presentar su recuperación junto con la doctora en historia del arte Pilar Vélez y la doctora en comunicación Ester Boquera, las dos epiloguistas del volumen. Si el auca ya tiene interés por sí misma, sus textos contribuyen a enriquecer su lectura, porque contextualizan la obra, nos hablan del momento histórico, del sentido de la publicación y de sus autores.
Transmitir al mundo los valores republicanos
La charla arrancó con una explicación sobre el Comisariado de Propaganda, que funcionó entre 1936 y 1939. Boquero explicó que era una entidad importante, trabajaban unas 300 personas bajo el impulso de Jaume Miravitlles, y tenía delegaciones en París , Londres, Bruselas y Estocolmo. De hecho, cuando abrí el auca, me sorprendió ver que estaba editada en cuatro idiomas: catalán, español, francés e inglés. Ahora sé que esto respondía a la voluntad del comisariado de transmitir al mundo los valores republicanos, la resistencia antifascista.
Boquera explica que el Comisariado trabajaba para levantar la moral y explicar la defensa de la democracia y las políticas de progreso social desarrolladas por la Catalunya republicana. El auca, dirigida a los niños, respondía también a la voluntad de divulgar unos determinados valores e ideales republicanos: Germà es un niño modélico, que juega con sus compañeros de escuela, hace deporte, mantiene una buena higiene y trabaja. Es respetuoso, comprometido y valora la libertad. "Es un ciudadano modélico salido del Enciclopédico". La referencia al Ateneo Enciclopédico me sirve para hablar de la importancia de la pedagogía y de la educación en aquella época, que se ve mucho en el libro. Eran herramientas consideradas necesarias para construir un país moderno, una idea compartida por Josep Obiols, que estaba "comprometido con la realidad social y el mundo pedagógico", explica Pilar Vélez. "Fue dibujante, ilustrador de libros, pintor de caballete, muralista, cartelista, grabador sobre metal y xilógrafo... Pero, por encima de todo, el rasgo que mejor lo define es su vocación de servicio en el país" . Alexandre Cirici, recuerda Vélez, le definió como "el hombre cívico". Un hombre cívico que hacía unos preciosos dibujos. Esta reedición, la del auca, nos permite recuperar una época que todo lo había tenido para ser luminosa.
