'Orientalismo', de Edward Said, un clásico polémico que volvemos a poder leer en catalán
Con este ensayo de 1978, que mantiene todavía su vigencia, el profesor universitario denunció la dominación cultural occidental
- Edward W. Said
- Tigre de Papel
- Traducción de Josep Mauri
- 496 páginas / 22 euros
El ensayo también tiene sus clásicos y Orientalismo -publicado en inglés en 1978- del palestino-estadounidense Edward W. Said (Jerusalén, 1935 - Nueva York, 2003) es una de esas piedras de toque de la reflexión colectiva capaz de crear un concepto y un debate. Desde la crítica literaria y la vivencia vital, este profesor de Columbia sentó las bases de los estudios postcoloniales y agitó las aguas de investigación sobre representaciones culturales. El concepto orientalismo denunciaba cómo las potencias dominantes habían creado una imagen a medio camino del exotismo simplificador y de la superioridad intelectual que era a la vez una herramienta de justificación del imperialismo colonial y una forma de crear por contraste el tópico del Occidente civilizado y civilizador.
El libro, que aún mantiene una gran vigencia, generó un revuelo inmediato. Por un lado, se fueron sucediendo las traducciones y ediciones –con un epílogo añadido en 1994 y un prefacio firmado pocos meses antes de que Said muriera–. Por otro, indignó a quienes se sintieron señalados como partícipes de este maniqueísmo de trasfondo ideológico, fue malinterpretado interesadamente por algunos como palanca arabista y generó interés en nuevos ámbitos de investigación y en geografías impensadas. Curiosamente, en español no apareció hasta doce años después de su publicación. En catalán Eumo publicó en 1991 la traducción de Josep Mauri que Tigre de Paper recupera ahora.
Como nos recuerda al nuevo prólogo, firmado por el investigador y especialista en descolonización Helios (Ilyas) F. Garcés, el discurso imperialista occidental hacia los territorios simplificados como orientales quizás ha evolucionado, pero mantiene la esencia. Así, si en el siglo XIX el exotismo se centraba sobre todo en el Mediterráneo –de la desconocida España en el norte de África y Oriente Próximo–, ahora incluye los territorios del llamado Sur Global. Cambian las geografías, pero se mantiene la voluntad de dominio y el discurso legitimador que ensucia al otro y glorifica al propio y, sobre todo, se interesa por apropiarse y controlar sus riquezas, mientras menosprecia sus culturas y poblaciones.
Deshacer miradas imperiales y sesgos coloniales
Todavía hoy sorprende cómo, desde los estudios culturales y literarios, Said desveló las múltiples implicaciones de estos prejuicios institucionalizados. Como nos recuerda él mismo, "tengo que pedir a mi lector que no subestime el tipo de visión simplificada del mundo que un buen puñado de élites civiles del Pentágono han creado para la política de Estados Unidos en todo el mundo árabe e islámico, una visión en la que el terror, la guerra preventiva y el cambio de régimen unilateral" son la brújula omnipresente. Basta repasar cómo la mayoría de nuestros medios tratan los conflictos abiertos más allá de las fronteras del autocalificado Occidente.
Orientalismo es un libro de tesis. En este sentido, Said se centra en algunos autores de la gran literatura y en algunos países y ejemplos concretos. La fuerza del libro no se encuentra en su exhaustividad, sino en la potencia de su interpretación por deshacer. miradas imperiales y sesgos coloniales. En sus palabras: "Mi esperanza es ilustrar la estructura formidable de la dominación cultural y, de manera específica para pueblos colonizados anteriormente, los peligros y tentaciones de utilizar esta estructura contra ellos mismos o contra los demás".