Manel, el niño tartamudo que amaba a los lobos

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Lobo ibérico.

Ha caído en mis manos un libro emotivo y raro: la historia de la superación de la tartamudez de un niño que se apasiona por los lobos. Lo ha escrito él mismo, ya de mayor, y lo ha dedicado a sus maestros, tanto los de la escuela como los de la naturaleza, tanto los formales como los azarosos, siempre confiando en "la bondad de los desconocidos". El autor es Juan Manuel Ramos Cumplido. Hijo de la emigración extremeña del Carmel barcelonés, finalmente establecido en el Moianés, Manel es uno de los niños de Félix Rodríguez de la Fuente: los boomers fuimos impactados por su programa televisivo El hombre y la tierra. Él quedó fatalmente convertido en amante de la fauna. Y, más en concreto, del lobo ibérico. Hoy Manel es un reconocido experto en estos cánidos. Su esposa Sara (autora de los dibujos del libro) y su hijo Josep se han sumado a la pasión animalista.

El libro se titula Los lobos le enseñaron a aullar (Ursus Naturaleza). El narrador es Manel, pero el protagonista es otro Manuel, Manolín Gallego Rodríguez, durante décadas guardián y alma de la reserva regional de cacería de la sierra de la Culebra (Zamora). Naturalista autodidacta, seguramente es la persona que más conocimientos factuales ha tenido y transmitido sobre el lobo ibérico. Manolo fue su discípulo y amigo hasta acompañarle en el lecho de muerte. No pudo cumplir el deseo del Manolín de dar su cuerpo como alimento a los lobos, pero ahora, al cabo de los años, le ha dedicado este sentido homenaje literario. Hace veinte años Manel publicó ya una biografía de Rodríguez de la Fuente.

En junio del 2022, la sierra de la Culebra fue arrasada por un incendio pavoroso: 65.000 hectáreas calcinadas. Todo el trabajo del Manolín perdido. Por suerte, él ya no lo vio. Manel sí que lloró aquella desgracia en la que se perdieron vidas humanas y, por supuesto, también muchas de lobos y otros animales. El libro es también una reivindicación de ese espacio natural.

La historia de la amistad entre ambos comenzó en 1988, cuando con 21 años, recién licenciado de la mili y con su visible y audible tartamudez, Manel acudió a Villardeciervos para cumplir su ilusión infantil de ver lobos salvajes. Manolín, socarrón y tierno, y su esposa Antonia, le acogieron. De alguna manera se lo ahijaron.

Manolo había aprendido antes a escribir que a hablar. Sus padres, que apenas sabían leer y escribir, abrieron en el Carmel un modesto negocio de barrio: ¡una librería! Para que el hijo tuviera libros, claro. Y pudieron pagarse una tele, por donde entraron los lobos de Félix. A los 13 años ya pidió El origen de las especies de Darwin. La tartamudez le concentró en su mundo interior hecho de aventuras naturalistas. Los padres y algunos maestros de escuela le dieron cariño y confianza, dejando que esa "oveja negra" fuera a buscar lobos.

Manolín, que había sido cazador furtivo, acabó viviendo en simbiosis con los lobos, imbuido de sus olores, sus hábitos, su lenguaje. Y Manel, detrás, escuchando las historias y conocimientos increíbles de este hombre lobo. Aullaron juntos, pasaron noches al raso, rastrearon huellas, les dieron comida (bestias muertas), vivieron una vida austera, como la de aquel san Francisco de Asís que clamaba paz para el "hermano lobo" de Gubbio. Manolín conocía a los lobos de la sierra y ellos le respetaban.

Gracias a esa conexión, Manel encontró la paz de espíritu y decidió "empezar a hablar y a vivir sin miedo". Si no lo asustaban los lobos, ¿cómo podía asustarle la tartamudez? Una década después ya daba conferencias en la universidad. Pronto sumó a Berta Balcells –también ella se ha convertido en experta en el lobo ibérico– a la amistad con Manolín, alrededor del cual cuajó todo un grupo de jóvenes naturalistas que han mantenido viva su memoria y su saber.

La tartamudez o disfemia no es una enfermedad ni un problema psicológico, es una afectación neurológica de predisposición genética o hereditaria, más proclive en los niños que las niñas. La mayoría logra superarla en la edad adulta. Afecta a casi medio millón de personas en España.

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