Teatro

Lluís Soler se pone en la trágica piel de Mark Rothko

Elactor desmiente que se quisiera retirar y estrena la premiada 'Red' en el Teatre Akademia

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Lluís Soler (en primer término) y Ferran Vilajosana a la imagen promocional de 'Red'

BarcelonaEl actor Lluís Soler continúa. Después de insinuar que se quería retirar con el monólogo Birnam, estrena en el Teatre Akademia Red, el éxito de Broadway del guionista John Logan, en donde Soler se mete dentro de la piel del pintor norteamericano Mark Rothko. "Ha podido más el teatro que mi deseo –afirma Lluís Soler–. Cuando hice Birnam hacía tiempo que trabajábamos con Rothko", advierte.

Después de hacer monólogos de personajes históricos como el conde Arnau y otros corrientes como El hombre de la flor en la boca, en Red el actor asume el reto de interpretar un personaje de la historia reciente, aunque no ha podido usar como modelos películas donde aparezca ni grabaciones de su voz. "Hacer un personaje que ha vivido y sobre todo que ha vivido no hace mucho, siempre te da la posibilidad de acercarte de una manera más vivencial", explica Soler. En paralelo a las vicisitudes de la creación artística, Red también se adentra en la vida trágica de Rothko y en cómo el negro se fue comiendo el rojo del título hasta que se quitó la vida.

"La obra trata de la lucha universal que tenemos todos entre nuestra parte luminosa y nuestra parte oscura", dice Ferran Vilajosana, que hace de Ken, el ayudante de Rothko. "Ken resume todos los asistentes que tuvo, y le hace de espejo de todas las decisiones que va tomando –explica–. Cuando empieza a trabajar con él es un pipiolo –añade– y con Rotho aprende de arte, de la vida y de la función del artista". "Tienen una relación muy de vida y a la vez muy teatral", dice Soler. Precisamente para el director de la obra y de la sala, Guido Torlonia, esta relación "de una humanidad total" hace que el espectador no tenga que tener conocimientos artísticos para disfrutar de la obra. Y en cuanto al arte, cree que Red, más allá de los detalles biográficos de Rothko, es importante por cómo retrata el proceso creativo: "Es muy difícil mirar a un pintor cuando está pintando sus obras, y en esta obra se puede vivir el momento de la creatividad, que normalmente es un secreto", explica.

La obra recoge un momento muy concreto de la biografía de Rothko, cuando recibió un encargo muy importante para la época, los grandes murales del restaurante Four Seasons, del arquitecto Philip Johnson, en el Seagram Building, el rascacielos icónico de Mies van der Rohe en Nueva York. "Mies van der Rohe y Philip Johnson eran los dos arquitectos más importantes de aquel momento y Mark Rothko era el pintor expresionista abstracto más importante de aquellos años", dice Guido Torlonia. La escenografía de Red es de Paula Bosch, que se ha podido beneficiar de las mejoras tecnológicas que se han hecho en la sala. El decorado evoca el deseo de Rothko de pintar sin luz natural y también incluye proyecciones para recrear las grandes pinturas. "Lo más interesante de todo es que los dos personajes hablan de qué es la pintura para Rothko, que hablaba de sus cuadros como si tuvieran un aura mística. Era como un monje que crea unas obras que tienen que hablar al público", dice Torlonia. "Siempre decía que el lugar ideal para exponerlas seria un lugar de meditación, un lugar donde el público se pudiera enfrentar en silencio", concluye.

John Logan es conocido sobre todo como guionista de grandes producciones cinematográficas como Gladiator. Con Red sacudió Broadway y arrasó los premios Tony de la mano de Alfred Molina, que hizo de Rothko, y Eddie Redmayne. Así que conseguir los derechos para hacer la versión ha sido un trabajo difícil. "Red es uno de los textos más importantes de los últimos treinta años", asegura Vilajosana.

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