Arte

¡Miró hace 50, celebrémoslo!

La fundación de Montjuïc celebra su aniversario con una exposición y unas jornadas de puertas abiertas este domingo

Dos de las asistentes visitando la muestra.
11/06/2025
3 min

Éramos casi mil personas, que se dice pronto. Todo el mundo contento y con ganas de celebrar que la Fundació Miró cumple 50 años. Este domingo habrá jornada de puertas abiertas –¡desde las seis de la mañana!– con muchas actividades que se suman al aliciente que siempre es visitar este edificio emblemático, en un lugar privilegiado de Montjuïc y con la colección de obras de uno de los mejores artistas que ha dado nunca la ciudad. El miércoles por la noche se inauguraba la exposición retrospectiva, emotiva y también algo gamberra, en un acto festivo en el que cientos de personas, jóvenes y mayores, recordaban y celebraban este medio siglo desde que la modernidad, finalmente, tuvo su casa en Barcelona.

Algunos estuvieron ahí desde el primer momento, como el galerista Carles Taché, que define a Miró como "el artista milagro, porque su poesía pudo sobrevivir al peso de monstruos como Picasso y Braque", o como Rosa Maria Subirana, que había ayudado a Jacques Dupin a organizar la exposición de 1969 de la Crea de la Antigua Hospital de la Antigua Hospital el artista con Barcelona. "Recuerdo muy bien esos primeros momentos de la Fundación –dijo–, e incluso la disputa entre Francesc Vicens y Maria Lluïsa Borràs por dirigirla". Dos personajes fundamentales en la defensa del arte de vanguardia en Cataluña en los momentos más oscuros del franquismo. Martina Millà, jefe de exposiciones de la Fundación y una de las tres responsables de la exposición conmemorativa, recordaba cómo la primera exposición que se organizó, sobre arte tántrico, debía inaugurarse el 20 de noviembre de 1975. Aquel día murió Franco, pero Vicens no se dio por aludido e inauguraron. Era un motivo de celebración más bien. Aquellos primeros años, como se puede ver muy bien en la muestra, Miró fue el epicentro de buena parte de las actividades relacionadas con el antifranquismo y el catalanismo y, tal y como mandaba la época, también de un cierto hippysmo. Música, performance, danza, pensamiento, psiquiatría, teatro... Todo tenía cabida.

Vista de los jardines de la Fundació Miró.

"Yo entré a trabajar en 2006, pero siempre estuve vinculada a ello porque mi padre ya fue uno de los primeros amigos de la Fundación y veníamos a menudo". percepción de la ciudadanía respecto a la entidad. "En los ochenta era un referente cultural e intelectual, no sólo del mundo del arte, y en los últimos años, como ha pasado en muchos centros de arte, se ha convertido en un referente museístico más concentrado en el terreno puramente artístico". artistas jóvenes tenían una presencia muy destacada y se la sentían más suya. 2017, Rosa Maria Malet, que considera que parte del éxito y de la alegría que da siempre ir a la Miró se debe a la perfecta conjunción entre el edificio de Sert, la obra de Miró y las exposiciones que se hacen en ella. del patronato, Sara Puig, destaca que se ha logrado recuperar público local, que ahora es del 30%, y que se están incentivando las colaboraciones con todo tipo de entidades de la ciudad.

Marko Daniel, director de la Fundació Joan Miró y Sara Puig, presidenta del patronato.

Por eso, como decía exultante Marko Daniel, el actual director, "ahora es el momento de celebrar sin nostalgia lo que la Fundación ha hecho a lo largo de la historia. Pensando en la gente del mañana, en el público, de aquí y de fuera, en los artistas, jóvenes y establecidos. Pensando, en definitiva, en cómo a través de la creatividad y la búsqueda, del compromiso con." Éste es, de hecho, el espíritu con el que se fundó Miró. Celebrémoslo. Y vamos. Siempre vale pena.

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