Muere el director de cine Peter Bogdanovich
El cineasta, reconocido como uno de los protagonistas del Nuevo Hollywood, tenía 82 años
BarcelonaEl director de cine Peter Bogdanovich ha muerto esta medianoche a los 82 años por causas naturales en su casa de Los Angeles (en los EE.UU.), según ha confirmado su hija Antonia Bogdanovich en The Hollywood Reporter. El cineasta, que estuvo nominado a los Oscars en dos ocasiones, era considerado uno de los directores de cine más importantes del Hollywood de los años 70, el conocido como el Nuevo Hollywood porque marcaba un antes y uno después con relación al Hollywood clásico. Luna de papel o La última película eran dos de sus films más recordados de esa época. Con esta última, consiguió dos Oscars, puesto que tanto Cloris Leachman como Ben Johnson se llevaron la estatuilla por sus papeles secundarios. Además, el film obtuvo ocho nominaciones.
A pesar de las 13 nominaciones a los Oscars que recibieron sus films de esa época, el director no consiguió nunca más estar a la altura de aquel éxito y sus creaciones posteriores disfrutaron de una repercusión más escasa. Bogdanovich es considerado uno de los primeros críticos cinematográficos norteamericanos que dio el salto a la creación, cosa que tuvo lugar a finales de los años sesenta con los films Voyage to the planet of prehistoric women y El héroe anda suelto. Hijo de inmigrantes europeos que huían de los nazis, Bogdanovich nació en Nueva York y allí se formó. Primero estudió para ser actor y, posteriormente, hizo de su cinefilia un método de vida, puesto que se convirtió en crítico cinematográfico, inspirado principalmente por la corriente francesa que representaba Cahiers du cinéma. Su reputación como crítico la forjó en la revista Esquire.
En 1964 se mudó a Los Angeles e hizo su incursión en el séptimo arte como ayudante de dirección de Robert Corman, que produciría su primer largometraje, El héroe anda suelto, trabajo al cual siguieron documentales sobre los cineastas Howard Hawks y John Ford. En 1971 empezó el rodaje de La última película, un drama en blanco y negro ambientado en Texas que consiguió los mencionados premios Oscars. Aquello fue el preludio de una prolífica carrera en la que aparecen títulos como Por fin el gran amor, del 1975; Cohen y Tate, de 1984; o Esa cosa llamada amor, de 1993, y que se alargó hasta 2014, cuando lanzó su última película, Lío en Broadway. El laureado director fue reconocido varias veces en España: destacan la Concha de Plata del Festival de San Sebastián y el premio del jurado en 1973 por Luna de papel o ¡Qué ruina de función!, de 1992, que en 1994 le mereció el premio del público del Festival de Peñíscola.