Arte expoliado

¿Por qué el Museo Thyssen puede quedarse un cuadro expoliado por los nazis?

Después de un largo litigio, un juez resuelve que el museo español es su propietario pero que debería haberlo devuelto de forma voluntaria

BarcelonaLilly Cassirer Neubauer, como otros muchos judíos durante el nazismo, tuvo que malvender una obra de arte en su escapada:Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de la lluvia, de Camille Pissarro (1830-1897). Quien valoró el cuadro durante aquellos años de terror fue un perito nazi, y Cassirer recibió a cambio una cantidad simbólica. Cuando terminó la guerra, Cassirer reclamó la obra de Pissarro. En 1958, los tribunales decidieron compensarla con 120.000 marcos. En 2005, su nieto comenzó una batalla judicial para recuperarlo y, tras distintos recursos, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de California ha cerrado el caso y no le ha dado la razón a la familia, sino en el Museo Thyssen de Madrid.

En 1976, el cuadro lo compró el barón Thyssen-Bornemisza por 360.000 dólares a un marchante de Nueva York. Actualmente, tiene un valor de 38 millones de euros. Durante los 18 años de litigio en Estados Unidos, la cuestión de fondo ha sido siempre qué legislación se aplicaba, porque implicaba a un organismo, en este caso el Museo Thyssen, de un estado extranjero. Por último, el tribunal ha decidido que es preferible aplicar las leyes españolas que hacen referencia a los derechos de los propietarios de los bienes para determinar quién es el legítimo propietario de la obra. Según los jueces, el motivo es que "la aplicación de la ley californiana a este litigio perjudicaría considerablemente los intereses de España, mientras que la aplicación de la ley española perjudicaría relativamente poco a los intereses de California". Thyssen ha contado con el apoyo de la Abogacía del Estado durante todo el litigio; tiene su lógica, porque el museo es una institución pública.

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Si los jueces hubieran escogido la legislación californiana, el cuadro sería propiedad de los Cassirer. Por contra, han decidido aplicar el Código Civil español, que establece, según el artículo 1955, que "el dominio de los bienes prescribe por la posesión ininterrumpida de tres años con buena fe". Si se ha aplicado el Código Civil es porque en España no existe ninguna ley especial de restitución de obras de arte.

Lo que sí ha hecho España es firmar los Principios de Washington y la Declaración de Terezín. Son compromisos no vinculantes, pero que establecen claramente que los estados deben llegar a soluciones justas y equitativas en el caso de arte expoliado. Para ello, deben compartir la información necesaria para localizar y restituir las obras de arte expoliadas. Es decir, en el caso de la pintura de Pissarro, el ministerio de Cultura español y por extensión España actúan contradiciendo el compromiso que adquirieron al firmar tanto los Principios de Washington como la Declaración de Terezín.

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La decisión judicial ha sido unánime, pero la jueza Consuelo Callahan ha dejado por escrito que discrepaba: "España debería haber vuelto voluntariamente esta pintura y así dejar claro que tiene un compromiso con las víctimas del nazismo, pero, si se aplica la legislación, ese es el resultado". Otro tema es si cuando el barón compró la obra actuó o no de buena fe. En este caso, los tribunales decidieron que no había habido mala fe, pero sí cierta falta de diligencia porque no se comprobó todo con suficiente rigor.

Restituir el arte expoliado

Los abogados de la familia Cassirer han declarado que la decisión de los jueces no responde a la cuestión de por qué España prefiere aplicar su legislación sobre la propiedad privada en bienes fruto del expolio de la guerra. "Los Cassirer creen que, especialmente hoy, con el actual aumento del antisemitismo, debería cuestionarse la insistencia de España en mantener arte que fue robado por los nazis". El abogado de Thyssen, Thaddeus Stauber, ha explicado que el museo agradece la resolución del tribunal.

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De hecho, otros países han decidido ir devolviendo, muy despacio, el arte expoliado. Así, por ejemplo, en enero de 2022 Francia cambió la ley por poder devolver estas obras. La ley, aprobada por la Asamblea Nacional de Francia, permitió que se restituyeran a sus legítimos propietarios Rosales bajo los árboles y otras 14 obras expoliadas durante el nazismo, que se encontraban en Francia y formaban parte de colecciones públicas expuestas en grandes museos como el Louvre y el Centro Pompidou. Entre las 15 obras se encontraba una pintura de Maurice Utrillo y otra del pintor judío ruso Marc Chagall, instalado en Francia a principios del siglo XX.