Música

Rosalía se exhibe en el MNAC

900 personas miran al artista mientras suena entero el disco 'Lux' en la Sala Oval

Barcelona"¿Hay una mujer tumbada en el escenario?", pregunta un periodista pidiendo que otro periodista corrobore que sí, que hay una mujer entre esa maraña de telas blancas que ocupa buena parte de la Sala Oval del Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC). De hecho, es Rosalía. Lleva un rato en esa posición, tumbada-tumbada y de espaldas a la gente que va entrando en la sala. Son los que este miércoles han sido invitados a la listening party, un encuentro para escuchar en primicia Lux, el disco nuevo de Rosalía, dos días antes de que se publique. Bien, tampoco tanta primicia después de que se filtraran en las redes las dieciocho canciones del álbum (incluidas las tres que de momento sólo se publicarán en los formatos físicos del disco: Focu 'ranni, Jeanne y Novia robot). Todo ello, unas 900 personas, entre fans y vips, que antes de acceder al MNAC han tenido que dejar que les taparan las cámaras de los móviles con unas pegatinas. "Por favor, no grabes ni difundas ningún audio o vídeo de esta experiencia", se ha dicho por megafonía. También se ha recordado que en algún momento los teléfonos recibirían la alarma de protección civil que avisará de fuertes lluvias. Efectivamente, suena a las 21.47 h, cuando lleva unos 25 minutos empezando la experiencia.

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Rosalía ha cambiado de posición para mirar al público en cuanto ha sonado la primera canción de Lux: Sexo, violencia y llantas. Un gran telón blanco, como el vestido de Rosalía, servía para proyectar las letras de las canciones mientras la Sala Oval quedaba a oscuras. Un elegante juego de luces en el escenario y la música, nada más. Los periodistas que están sentados en las gradas tienen una perspectiva bastante curiosa: abajo, todos sentados en sillas mirando un altar cama gigante. Tan pronto parecía una boda minimalista como un funeral alternativo. Superada la impresión visual y asimilada la performance de pocos gestos de Rosalía, la atención se entrega plenamente a la música. El primer movimiento del disco termina con una ovación tras el dramatismo de la balada aria Mio Cristo piange diamante. La reacción la sitúa como una de las canciones más emocionantes del disco.

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Entre el público seducido por la escucha de Lux está el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni; el ministro español de Cultura, Ernest Urtasun; deportistas como el luchador de artes marciales Ilia Topuria; personajes televisivos como Belén Esteban; actrices como Carmen Machi y Rossy de Palma; músicos como Rodrigo Cuevas, Julieta, Amaia, Lia Kali, Álvaro Soler, Samantha Hudson, Amaral y Estopa; periodistas como Jordi Évole; humoristas como Berto Romero y actores como Paco León, además del director del festival Cruïlla, Jordi Herreruela; y de los ex directores del Sónar, Sergio Caballero.

Cuando comienza el segundo movimiento del disco con Berghain, el escenario se oscurece y Rosalía se sienta. Es una situación extraña: es ella quien observaba al público, como si comprobara que todo el mundo estaba haciendo lo necesario, algo tan contracultural hoy en día como escuchar un disco de pies a cabeza, y con una buena calidad de sonido que amplifica el impacto de la obra maestra del artista de Sant Esteve Sesrovires. Más raro es lo que ocurre cuando suena La yugular: Rosalía parece que mueve los labios, como si quisiera cantarla. Más ovaciones después de Jeanne y La rumba del perdón. Suben la implicación de los invitados, que se ponen de pie cuando Magnolias cierra la experiencia. Rosalía baja del escenario, camina entre el público (nadie se atreve a tocarla) y desaparece de la Sala Oval del MNAC. Es el punto final de una operación de promoción que desemboca en la publicación de Lux.

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Marketing accidentado

Doctors tiene la Santa Iglesia del marketing que analizan la estrategia de lanzamiento del nuevo disco de Rosalía, que se publicará este viernes pero que dos días antes ya se ha filtrado en algunas redes. Más allá de las pistas que el artista esparció en Instagram y Substack, el primer momento abiertamente promocional fue una entrevista en el número de septiembre deElle, una revista de moda. Después charló en catalán y de forma suficientemente informal con Mar Vallverdú en el podcast Radio Chica de Radio Primavera Sound. Más adelante, anunció el título, Lux, y la fecha de publicación, el 7 de noviembre, con un accidentado directo en TikTok e Instagram que culminó mostrando un anuncio en el Teatro Callao de Madrid (ahora también hay uno en Barcelona). Después de aquella acción de marketing de guerrilla conduciendo un coche por calles madrileños llegó una entrevista a Los 40 para anunciar que Rosalía actuaría el 7 de noviembre en la gala de Los 40 Awards que se celebra en Valencia.

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Una vez publicado el single Berghain y calmada la sed del fandom que pedía alguna canción nueva, llegaron entrevistas a medios estadounidenses, mexicanos, franceses... Paralelamente, organizaba listening parties; es decir, encuentros para escuchar el disco en primicia antes de que se publique. Tres de estas fiestas han contado con la presencia de Rosalía: la de Ciudad de México del 28 de octubre, la de Nueva York el 1 de noviembre y la del 5 de noviembre en Barcelona, ​​justo el día en que se ha filtrado el disco y que se han desembargado las críticas de los medios catalanes y españoles.

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