Crítica de música

Una velada de la OBC y el Orfeó Català que deja el listón muy alto en calidad y en resultados

El 'Réquiem' de Verdi cierra la temporada en L'Auditori junto a tres estrenos de músicos catalanes

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El Orfeó Català y los solistas Joyce EL-Khoury, Rinat Shaham, Andrei Danilov y Dmitry Belosselskiy durante el concierto con la OBC en L'Auditori
  • El Auditorio. 31 de mayo de 2024

Es indudable que hay muchas cosas que mejorar. Pero también es cierto que si se hacen como en este concierto de fin de temporada, la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC) puede y debería darnos muchas alegrías de cara al curso 2024-2025. Porque esta última velada ha dejado el listón muy alto en calidad y resultados.

Una página como la Messa da Requiem de Verdi exige mucho a orquesta, coro y solistas, y lo cierto es que por lo general se puede hablar de una feliz interpretación de este monumento sinfónico-coral en el que el tutto Verdi se traslada al contexto sacro. Ante una OBC bien engrasada, Ludovic Morlot ofreció una versión electrizante de la partitura, dirigida con gesto preciso y optando por la vertiente teatral de una pieza en la que muchos han visto un trasfondo innegablemente operístico. Y tratándose de Verdi no podía ser de otra forma. En la versión de Morlot, ocasionalmente algunos planos sonoros quedaban demasiado desequilibrados y sin dejar escuchar el interlineado de algunas frases en las que se demuestra el gran orquestador y el gran melodista que fue Verdi, pero en general la lectura del director francés convenció . Por su parte, el buen momento que atraviesa el Orfeó Català se dejó sentir a lo largo y ancho de una obra extenuante. Y la formación coral acabó con precisión en la afinación y con las inflexiones intimistas justas del Libera me conclusivo. Bravi!

Ludovic Morlot dirigiendo la OBC en L'Auditori en la clausura de la temporada.

La pieza verdiana exige también a los solistas vocales. Se anunció que la soprano Joyce El-Khouri sufría una afección alérgica, sin embargo, pese a un pequeño lapsus sobre la palabra requiem del Libera me, cumplió con su parte, con todos los matices expresivos y dinámicos exigidos. Bien la mezzosoprano Rinat Shaham y de menos a más el tenor Andrei Danilov, con un Hostias impecable. Rotundo el canto del bajo Dmitry Belosselskiy, con una voz de timbre y proyección muy operísticos.

Estrenada de Raquel García-Tomás, Joan Magrané y Octavi Rumbau

La primera parte del concierto estuvo integrada por el estreno de una pieza dividida en tres partes, cada una compuesta por un músico distinto: Tres elegías para barítono y orquesta con música de Octavi Rumbau (Élégie de después Liszt), Joan Magrané (Un soneto de Francesc Fontanella) y la premio Nacional de Cultura Raquel García-Tomás (Ahora sí eres divina). El trasfondo mortuorio, como preámbulo de la misa verdiana, funcionó: la notación inicial de las obras estaba relacionada con la inicial del Réquiem, como se explicó al inicio del concierto. Tres obras, por cierto, unitarias pese a las diferencias estilísticas, exquisitamente orquestadas y muy acordes con la sensibilidad de los autores, que fueron aplaudidos al final de cada pieza. A esto hay que añadir que los textos de Agustí Eura (Rumbau) y de Francesc Fontanella (Magrané y García-Tomás) fluyeron gracias al canto noble, seguro y elegante del barítono Josep-Ramon Olivé, aunque faltó -le una proyección más contundente, porque a veces la voz quedaba tapada por la orquesta.

El barítono Josep-Ramon Olivé y los compositores Octavi Rumbau, Raquel García-Tomás y Joan Magrané, en L'Auditori.
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