Política lingüística

El nuevo Pacto Nacional por la Lengua incorpora al PSC

Contará con el apoyo de partidos como el PSC y los 'comuns', se abrirá a entidades y se harán reuniones en todo el territorio

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BarcelonaHace tiempo que diferentes voces reclaman un nuevo Pacto Nacional por la Lengua. Los datos constatan que estamos ante una nueva emergencia lingüística, sobre todo en las aulas, donde el catalán corre el peligro de convertirse en un mero decorado. Este miércoles, la consellera de Cultura, Natàlia Garriga Ibáñez, y el secretario de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, han presentado las bases de un pacto que, según la conselleria de Cultura, tiene como objetivo llegar a un consenso social y político sobre el catalán y adaptarlo al siglo XXI: "Hemos entrado en una nueva etapa mucho más ambiciosa, proactiva e inclusiva, nos tenemos que adaptar a la era de la digitalización y la globalización", ha dicho Garriga.

El reto es enderezar una situación bastante adversa. Hoy solo un 19,6% de los barceloneses de 15 a 29 años hablan habitualmente en catalán: para muchos, el único contacto con la lengua se da en las aulas (en cuanto a la población de más de 15 años de toda Catalunya, hablan habitualmente en catalán el 36,1%). La verdad es que la inmersión cada vez se ha ido cumpliendo menos (sobre todo en secundaria) y que el catalán es poco vehicular en las universidades. Garriga ha admitido que hay "bastantes indicadores de que el modelo lingüístico muestra síntomas de agotamiento" y que se tiene que adaptar a los nuevos tiempos. Vila ha sido más contundente: "La lengua está en una situación compleja y delicada, porque en 2020 solo el 53% de los jóvenes residentes en Barcelona aseguraban hablar bien el catalán". Vila también ha destacado que en salud y justicia ha habido un importante retroceso. "Solo el 26% de los usuarios usa el catalán como primera opción en el ámbito de la salud. En justicia, en 2020 el número de sentencias dictadas en la lengua del país apenas superó el 7%".

La participación del PSC

Garriga ha insistido en que el pacto tiene que ser inclusivo pero que los partidos políticos que participan tienen que asimilar tres elementos: "reconocer la unidad de la lengua catalana, compartir que se encuentra en una situación compleja y delicada, y la necesidad de actuar para revertir la situación". En este sentido, la consellera de Cultura ha anunciado que el jefe de la oposición, Salvador Illa, le ha confirmado que el PSC formará parte del pacto (junto con los partidos de la coalición de Govern, la CUP y En Comú Podem). "Queremos que participe toda la sociedad, queremos un debate constructivo con unas bases compartidas tan amplias como sea posible", ha asegurado Garriga.

El calendario previsto es presentar un informe académico, que han elaborado siete expertos en lengua de los que no se ha querido revelar el nombre, con un diagnóstico de la situación este enero y hacer una primera reunión en febrero con todos los agentes implicados. A partir de aquí se empezaría un proceso participativo y se harían sesiones informativas en diferentes localidades y se recogerían propuestas, también a través de un canal electrónico. El objetivo es tener el texto definitivo del Pacto Nacional por la Lengua en diciembre de este año. El presupuesto para este año y para la elaboración de este plan es de 345.000 euros.

Los ámbitos sobre los que actuará el plan, según ha enumerado Vila, serán: administraciones públicas, mundo educativo y de investigación, cohesión social y acogida, cultura, audiovisual y medios de comunicación, mundo digital y tecnológico, mundo socioeconómico y laboral, salud, ocio, deportes y tejido asociativo, relación territorial, ámbito estatal europeo e internacional y la calidad de la lengua. "Tenemos que facilitar el uso de la lengua poniendo atención a los ámbitos en los que tenga menos presencia y potenciarla entre los que no la tienen como lengua de partida", ha dicho.

Garriga ha insistido en que el catalán tiene debilidades pero también oportunidades porque tiene más de 10 millones de hablantes. Eso sí, tiene una serie de retos que de momento no ha resuelto. Vila ha destacado que entre los factores que han provocado un descenso de su uso están los jurídicos y los políticos: "Hay un régimen de oficialidad que se ha interpretado a la baja y retos tecnológicos importantes". Por ejemplo, el irlandés ha sido reconocido como lengua oficial en la Unión Europea, un reconocimiento que no tiene el catalán, a pesar de tener más hablantes. Otros factores, según Vila, son demográficos, socioeconómicos, culturales e ideológicos. "El plurilingüismo social es una realidad inestable que exige una vigilancia constante, sobre todo para garantizar la posición de las lenguas minorizadas", ha afirmado.

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