Reconocimientos

Núria Espert: "Nadie abrirá tantas puertas como Pau Casals, pero yo he abierto también"

La actriz recibe a los 86 años el premio Pau Casals a la proyección internacional de la cultura catalana

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Núria Espert recibe el premio Pau Casals a la Generalitat

Barcelona"Toda mi vida Pau Casals ha sido alguien a quien he reverenciado", decía Núria Espert este martes por la tarde al recoger, en el Palau de la Generalitat, el premio Pau Casals que reconoce la proyección internacional de la cultura catalana. "Me parece muy bien que exista este premio. Y me parece muy bien que me lo den en mí", afirmaba con una sonrisa. "Me lo merezco mucho, mucho", decía, sincera. "He trabajado muchísimo. Se nota una preocupación por salir fuera de nuestras fronteras, por ir por todas partes. Nadie abrirá tantas puertas como Pau Casals, pero yo he abierto también. Soy del Hospitalet, de esto se han enterado los japoneses y los rusos, y en todas partes donde he actuado, en el mundo entero", explicaba la actriz, que recordaba que interpretó Una altra Fedra, si us plau, de Salvador Espriu, en un montaje de Lluís Pasqual estrenado en 1978, en Moscú y en Polonia, entre otros lugares. También Yerma, de Federico García Lorca, ha girado por todas partes.

Esta actriz superdotada, que empezó su carrera profesional haciendo el papel que la ha acompañado toda la carrera, Medea, con solo 19 años, ha interpretado (y también dirigido y producido) a lo largo de más de 60 años de carrera un repertorio espectacular en el cine y al teatro, de Calderón de la Barca a Wadji Mouawad. Ha sido Maria Rosa, Hamlet, el rey Lear, Salomé, Electra y centenares de personajes más. Y, a la vez, siempre ha sido Núria Espert.

El último premio de la lista

Núria Espert ha recibido, a los 86 años, uno de los pocos premios que le faltaban, porque ya tiene todo el resto, tanto los profesionales como los institucionales: el Nacional de Cultura, la Medalla de Oro del Liceo, la Creu de Sant Jordi y el premio Princesa de Asturias. Y le quedaba el Pau Casals porque la Generalitat lo creó en 2016 junto con la fundación del músico para agradecer el trabajo de los artistas catalanes más internacionales. Núria Espert es la tercera persona que lo recibe, después de Jordi Savall y Jaume Plensa.

El president Pere Aragonès ha alabado la trayectoria de una "artista total" que ha destacado "encima de los escenarios pero también dentro de los vestuarios", "una mujer que ha abierto camino, que se ha convertido en referente". El talento y la ejemplaridad, el compromiso con la cultura y la proyección en el mundo sin complejos han sido los elementos que ha destacado el president de una trayectoria inabarcable. "Ha hecho una aportación altruista por una sociedad más rica, que es una sociedad más culta", ha afirmado.

Núria Espert después de recibir el premio Pau Casals.

El acto ha contado con el testigo en vídeo de cuatro personas cercanas a la actriz. El director escénico Mario Gas, que estaba con Vicky Peña entre el público, ha dicho que "esta chica de L'Hospitalet de Llobregat es una catalana universal" y "merece todos los premios del mundo". El otro director amigo, Lluís Pasqual, ha dicho que no hay palabras para describir su talento. "Núria Espert es un milagro, y los milagros no se explican, nos deslumbran, nos fascinan, pero no sabemos por qué. En ella hay algo que va más allá del noble arte de la interpretación. Es una mujer que cuando era menor de edad el teatro la hizo suya y salió una actriz de la raza de los intérpretes que nos conmueven sin que nos expliquemos por qué". "Espert es la hostia", sentenciaba. Y dos actrices más alababan su carácter: una actriz de su generación, Julieta Serrano, y la joven Irene Escolar, que aseguraba que su trabajo, "la entrega, valentía, inteligencia" lo ha legado a las siguientes generaciones: "Esta excelencia llega a nosotros y nos sirve de motor. Solo le podemos estar agradecidos", decía.

La actriz recogía el guante de sus amigos. "Tengo muchos proyectos para este presente y se necesita todo el amor, y todo el afecto, para ser capaz de resistir a lo que hoy se pide de un actor de nivel", afirmaba Núria Espert, convertida ya en historia viva del teatro catalán. La actriz ha acabado el parlamento leyendo con su dicción impecable, en una sala en obras y poco agradecida para proyectar la voz -como ha avisado-, un poema que es una declaración en si mismo, Assaig de conclusions, del poemario póstumo de Joan Margarit. "Però el temps no podem guardar-lo enlloc,/ també desapareix: perdem primer el present,/ després, a poc a poc, se'n va anant el record./ I, seguint el seu ritme, perdem també el demà. ["Pero el tiempo no podemos guardarlo en ninguna parte,/ también desaparece: perdemos primero el presente,/ después, poco a poco, se va yendo el recuerdo./ Y, siguiendo su ritmo, perdemos también el mañana"].

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