La OBC cautiva al público neerlandés con el talento de compositores catalanes
La orquesta interpreta 'El canto de los pájaros' y piezas de Toldrà, Río-Pareja, Ravel y Gershwin
AmsterdamHabía sonrisas entre el público neerlandés que el viernes por la noche abandonaba la centenaria sala de conciertos Concertgebouw. La sala, que mira imponente en los grandes museos de Ámsterdam, Rijksmuseum y Museo Van Gogh, abrió sus puertas en 1888 y es considerada una de las mejores del mundo, sobre todo por la acústica. Gustav Mahler, aunque no le gustaba nada Amsterdam, lo consideraba su segundo hogar musical. El viernes se pudo escuchar talento catalán tanto del siglo pasado como del actual. Los 101 músicos de la Orquesta Sinfónica de Barcelona, dirigidos por Ludovic Morlot, interpretaron Maurice Ravel (Ziburu, 1875 - París, 1937) y George Gershwin (Nueva York, 1898 - Los Ángeles, 1937), pero también Eduard Tolrà (Vila) Barcelona,1962), Pau Casals (Vendrell 1876 - Puerto Rico, 1973) y José Río-Pareja (Barcelona, 1973).
El público neerlandés pudo escuchar la Sinfonía efímera de Río-Pareja. El compositor catalán estaba expectante poco antes de empezar el concierto. Su obra se estrenó en L'Auditori en diciembre y, por primera vez, se interpretaba fuera de Barcelona. Es una pieza bastante larga, de unos 25 minutos con tres movimientos inspirados en músicas vocales preexistentes. De hecho, se trata de un homenaje a músicas de autoría desconocida transmitidas por tradición oral. "Creo que puede ser muy interesante para el público, porque enlaza el folclore y las tradiciones con el lenguaje musical contemporáneo", reflexionaba el compositor catalán. "No tiene una historia detrás, pero sí un estado de ánimo, un sentimiento muy humano: quería ponerme en la piel de un hombre o una mujer que trabajan y cantan y escuchar el ruido de las herramientas, de las voces animando a las bestias. No es una idealización del canto, pero sí del espíritu social del canto", afirmaba el compositor, que reconoce Concertgebouw. "La primera vez que fui a un concierto tenía 5 años y fue de la OBC. Pude ir con la escuela y me quedé clavado en la silla, sin moverme. En mi casa no había músicos y la profesora dijo que tenían que apuntarme a música. Toqué en la mesa de casa hasta los 9 años:" contaba.
"Sólo puedo decir que te quiero"
La obra del compositor catalán, que salió a saludar al público, fue el inicio y después vinieron Sonata en sol (con arreglos de Y. Maresz) y Tzigane. Rapsodia de concierto de Ravel, con Renaud Capuçon como violinista solista, que recibieron una larga ovación del público, de pie. Capuçon lo dio todo con estas piezas y, después, el público neerlandés pudo escuchar cómo el violinista interpretaba El canto de los pájaros para violín y orquesta con arreglos de Antoni Ros-Marbà. Si la orquesta es como una pequeña sociedad, con Cuadros de una exposición de Mussorgski demostró estar completamente unida y la música circuló pletórica. La OBC se despidió con el jazz de Walking the dog de Gershwin y la sardana Empúries de Eduard Toldrà. "Solo puedo decirles que les quiero", soltó uno más que contento Morlot.
"Espero que el público descubra aún más conexiones entre estas piezas de las que yo mismo puedo imaginar. Río-Pareja quizá tenga influencias más cercanas a Stravinsky y un lenguaje más rítmico, que también se encuentra claramente en la música francesa", decía Morlot tras el último ensayo antes del concierto. "Gershwin fue a París para estudiar con Ravel y Ravel le rechazó diciéndole: «¿Por qué quieres ser un Ravel de segunda categoría cuando ya eres un Gershwin de primera?" Me encanta esa historia porque muestra la admiración mutua que se tenían". Morlot había escogido la sardana de Toldrà, que fue fundador de la OBC, y El canto de los pájaros porque "es una pieza de identidad para nuestra orquesta y nuestra ciudad, y queríamos llevar algo de Barcelona aquí".
Un violín con historia
"Es una sala mítica, vine por primera vez en 1992, cuando tenía 16 años, y toqué con la Orquesta de Jóvenes de la Comunidad Europea. Fue aquí donde decidí que quería ser músico. Tocar es un gran placer y, además, hacerlo con Ludovic, de quien soy amigo desde hace veinticinco- Capuzón. "El canto de los pájaros es una pieza que me conmueve mucho, le escucho desde que era joven. La toco con un violín que fue propiedad de Isaac Stern y él solía tocar con Pau Casals, eran grandes amigos. A través de este instrumento, Casals está presente en la sala", aseguraba Capuçon, que defendía que hay alquimia entre Morlot y la OBC. "Es como una pareja, puedes tener una gran boda, pero luego puede no funcionar, en el caso de Morlot y la OBC la música circula y eso es clave para que la orquesta evolucione". a director de L'Auditori hace pocas semanas, explicaba poco antes del concierto que Concertgebouw no es una sala de conciertos sino "un templo de la música": "Es una sala mítica, donde se han estrenado infinidad de obras del siglo XX, tiene una acústica muy especial, muy transparente, mágica", explicaba Medem, que ha recogido el legado de Roberto. Lyon, Aix-en-Provence, Madrid... y en otoño iremos a hacer una gira por Alemania y Euskadi, y eso no tiene precedentes en la historia", afirmaba.