El premio Blanquerna de los dardos a Isabel Díaz Ayuso

MadridLas solemnes columnas de mármol del interior del palacio madrileño donde un día vivió Felipe V, el Palacio Neptuno, han sido testigos de la recuperación del premio Blanquerna que la Generalitat otorga a personalidades de distintos ámbitos por su "contribución a la proyección de Catalunya". Pero también por haber tejido "lazos entre la sociedad española y catalana en general, y madrileña en particular", en palabras de Salvador Illa. Desde este martes, a la lista de nombres galardonados en alguna de las diecinueve ediciones pasadas, desde Adolfo Suárez en 1994, hasta Esther Koplowitz en el 2008, se añade ahora el poeta, crítico, profesor y actual director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.

Visiblemente emocionado cuando le ha tocado recoger el premio, García Montero ha mencionado a todos aquellos escritores –la inmensa mayoría hombres– que le han ayudado a amar y entender la literatura y la cultura catalanas. Ha reconocido que le ha costado "asumir" que se usen las lenguas maternas para "crispar" políticamente a los territorios bilingües. "Entiendo las malas intenciones por las que se quieren abrir heridas y crear distancias, las palabras se han usado muchas veces para insultar o prohibir".

Pero con la recuperación del galardón, Illa ha ido un poco más allá para hacer lo que hace cada vez que viene en Madrid: confrontar con Isabel Díaz Ayuso. "Los migrantes vienen a mejorar la sociedad y no a limpiar casas y poner ladrillos", ha defendido Illa, haciendo una enmienda a la totalidad a las palabras de la presidenta madrileña esta semana, cuando replicó a Vox que "alguien tenía que limpiar sus casas y recoger las cosechas", en referencia a la población extranjera. Éste no ha sido el único dardo. "La verdad se defiende siempre y en todas sus circunstancias [...] La verdad ante la mentira", ha reivindicado. Unas palabras que esconden un guiño al alegado final del Fiscal General del Estado en su juicio por la filtración de un correo de la pareja de Díaz Ayuso.

Isla ha podido hacerlo porque, pese a jugar fuera de casa, se ha rodeado de los suyos, como habitualmente hace cuando debe presidir un acto en la capital española. Entre ellos sobresalía Félix Bolaños, ministro de Justicia, así como secretarios de estado y el número dos de Isla, Albert Dalmau. Todos en primera fila, donde han podido ver a Josep Maria Pou recitar poemas o Paco Ibáñez cantando canciones protesta. Más atrás acompañaban a Isla otros rostros socialistas, como la exalcaldesa y exministra Raquel Sánchez; pero también la expresidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet. Y miembros del ala progresista del Consejo General del Poder Judicial, Argelia Queralt, y del Tribunal Constitucional, Laura Díez.

Con la recuperación del premio Blanquerna –esta ha sido su vigésima edición–, Illa ha dado por resuelta una "anomalía". El galardón no se daba desde 2017, coincidiendo con el punto álgido del proceso. Es la "normalidad", ha comentado una voz del público. La "normalidad" contra el "ruido", añadiría minutos después la delegada del Gobierno en Madrid, Núria Marín, durante su discurso.