Los 10 mejores espectáculos teatrales de 2023

BarcelonaDespués de dos años de pandemia, el público sí ha vuelto al teatro. Mientras que en 2022 se quedó a medio camino de las expectativas de las salas, 2023 ha sido el año de la recuperación del público –con la segunda mejor temporada de la historia–, de tomar aire por parte de los creadores y de hacer grandes apuestas de la mano de productores y teatros. Las buenas noticias se han notado con evidencias físicas (este otoño han abierto dos nuevos teatros en Barcelona) y también con más ambición en la cartelera. Los espectáculos de gran formato, con un grueso considerable de intérpretes e inversiones notables en escenografía, música, vestuario e iluminación, proliferaron entre las propuestas escénicas, y el público respondió como tocaba. A todo esto hay que sumarle otro motivo de celebración, la consolidación de la autoría catalana dentro de los circuitos internacionales de mayor prestigio, con espectáculos de dramaturgos de casa adaptándose a todo el mundo. La lista de los 10 mejores espectáculos del año en Cataluña la hemos elaborado el crítico de teatro del ARA, Santi Fondevila, y las periodistas culturales Laura Serra y Núria Juanico.

Bárbara Mestanza se abre en canal en este espectáculo personal, estrenado en el 2021 en el Teatro de la Abadía, en el que explica el abuso que sufrió en manos de un masajista y lo convierte en un acto de expiación y de inculpación. La autora, que además de la obra ha escrito una novela homónima, pasa del testimonio personal a mostrar el abuso estructural, con la ayuda de testigos, escenas que interpelan con atrevimiento al público y uno cambio de rol inesperado: ¿y si todo aquello le hubiera pasado a un hombre? La obra es un grito y es acto de militancia, pero también es un viaje a la zona de grises, a las preguntas incómodas: ¿Cómo pudo pasarme? ¿Dónde comienza el abuso? ¿Cómo se supera la culpa? ¿Por qué no denuncias? ¿Cómo puedes sanarte? ¿Por qué él ni siquiera te recordará?

La Veronal se erigió con Sonoma en una de las compañías catalanas de danza más prestigiosas a nivel mundial. Liderada por Marcos Morau, la formación ha destacado por la explosiva capacidad creativa y por buscar nuevos caminos escénicos, en vez de repetirlos. En Firmamento, estreno dentro del festival Grec, buscaban acercar la danza a los adolescentes, y lo hicieron con un universo hipnótico que recordaba al manga japonés y una serie de personajes que se enfrentaban a las preguntas más habituales de la mente adolescente. Un sorprendente mueble musical y varias pantallas transportaban al público al mundo de los sueños en una propuesta repleta de capas, de esas que vale la pena ver una y otra vez para disfrutar con plenitud. Firmamento vuelve al Mercat de les Flors del 27 de diciembre al 14 de enero.

Una comedia romántica redonda, con todo lo pack de las comedias que nos gustan: un accidente fortuito, una punzada de amor con un desconocido, la posibilidad abierta dely si? y dos actores con gancho y química (Miki Esparbé y Maria Rodríguez Soto). Marc Artigau utiliza todos los tópicos y sale adelante, y todavía va más allá y nos enseña cómo les va la vida después, con sus desengaños y miserias. Y cuando piensas que la melancolía ha vencido a la comedia, cierra con un epílogo que hace que el espectador se rinda a la obra (y al amor). El espectáculo arrasó en La Villarroel, volverá del 5 al 30 de junio, y tendrá también versión madrileña.

El reto de la compañía británica Complicité era mayúsculo: adaptar a los escenarios una de las novelas más abstractas y poéticas de la premio Nobel de literatura Olga Tokarczuk. El resultado, Drive you plow over the bones of dead, sale con nota, especialmente gracias a la vibrante interpretación de Amanda Hadingue, que encarna a la protagonista, una anciana aislada en una casa de Polonia. El espectáculo, que pudo verse en dos funciones en el festival Temporada Alta, es una crítica feroz a la acción humana sobre la naturaleza y ha sido, este año, una de las propuestas internacionales más destacadas vista en Cataluña.

Dagoll Dagom anuncia el último espectáculo de creación de su historia y uno podría imaginar que se les han acabado las pilas. Nada de eso. La productora Anna Rosa Cisquella se ha rodeado de una nueva generación de creadores de musicales para entregar un espectáculo sólido que tiene todos los ingredientes de esas fábulas que convirtieron a esta compañía en la inventora del musical de masas en catalán, pero con textura contemporánea: un clásico (Santiago Rusiñol) revisidad desde el hoy (Marc Rosich) con un coro de intérpretes impecables en el que destaca la veteranía de Àngels Gonyalons, coreografías de Ariadna Peya y una música para el recuerdo (Andreu Gallén) . Y eso que el estribillo es "bienvenidos a mi pueblo gris". La obra, reconocida con 5 premios Butaca, vuelve a estar en cartel en el Poliorama hasta el 28 de enero.

Primera parte de una trilogía americana sobre temas que se han escondido por vergüenza nacional. América es fruto de un encargo de La Villarroel en Sergi Pompermayer y el resultado es el retrato de una sociedad capitalista levantada sobre pilares indecentes. Una familia delupper es la excusa perfecta para radiografiar el cinismo del poder, mostrar el racismo más frívolo y descarnado, abordar el choque generacional y plantear si somos responsables de lo que hicieron nuestros antepasados. Un texto ambicioso muy bien servido por los impecables Joan Carreras y Mireia Aixalà y la revelación de Tamara Ndong. La obra vuelve a estar en cartel en La Villarroel hasta el 21 de enero.

Era una de las grandes apuestas del festival Grec y no decepcionó. El dramaturgo y director británico Alexander Zeldin, discípulo de Peter Brook, debutó en Barcelona con un espectáculo desquiciante que se basa en la vida de su madre, Alicia Burns. A través de un realismo social de inequívoco compromiso sociopolítico, la historia personal de la madre se convertía en el hilo conductor de una propuesta ambiciosa que reflejaba los cambios sociales de finales del siglo XX y principios del XXI. El valor principal del montaje recaía en una magnífica interpretación, con la australiana Eryn Jean Norvill al frente, de un nivel difícil de ver en los escenarios catalanes.

Las expectativas eran altas y, pese a la presión, La Calòrica no ha bajado el listón: éste es un espectáculo políticamente contundente, estéticamente rompedor, dramatúrgicamente arriesgado e interpretativamente brillante. ¿A quién se le ocurriría retratar la vacuidad y la desvergüenza del poder imaginándose el Congreso de Viena de principios del XIX por dentro? Y después, ¿con ese discurso increíble de Margaret Thatcher? Y, sobre todo, ¿a quién se le ocurriría hacerlo en francés e inglés? No hay nadie con mayor capacidad de juego. ¡Y qué actorazos! La Calòrica sigue siendo la compañía más original, estimulante, comprometida y divertida del momento.

Resulta difícil olvidar la espectacular transformación de Jordi Bosch en el papel de Joe a lo largo de sus más de dos horas de duración. El actor sobresalía en un papel lleno de claroscuros, que culminaba en una potentísima escena y un silencio en platea que podía cortarse con un cuchillo. Bosch no era el único que brillaba en ese montaje: a su lado, Emma Vilarasau, Eduardo Lloveras, Claudia Benito y Quim Àvila destacaban gracias a una magnífica dirección de David Selvas. Tots eren fills meus, una de las grandes triunfadoras en los premios Butaca, fue la clara demostración de que los clásicos, si se adaptan con destreza, pueden seducir hasta el espectador teatral más escéptico.

Angélica Liddell logró este año en Temporada Alta lo que todos los artistas anhelan, pero que muy pocos llegan a tocar con las manos: unanimidad de la crítica y ovación del público. Para Vudú (3318) Blixen, el artista puso sobre la mesa todos los ingredientes que hacen de sus obras, experiencias únicas y chocantes: monólogos torrenciales ejecutados al milímetro, escenas sanguinarias e incómodas e imágenes poéticas que concentran toda la brutalidad y la belleza que quiere transmitir . Liddell siempre recurre a la espiritualidad y la oscuridad humana, pero sabe muy bien cómo hacerlo para que sus obras no parezcan una copia de las anteriores, para levantarse una vez más como una de las creadoras más originales del país y porqué ese universo no se le acabe nunca.