Estreno teatral

Una fiesta 'terrorífica' y friki con invitados como Ivan Labanda y Mari Pau Huguet

El estreno de 'The Rocky Horror Show' reúne el mundo escénico catalán y fans disfrazados en el Teatre Coliseum

Un momento del espectáculo 'The Rocky Horror Show' ayer en el Teatre Coliseum de Barcelona
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BarcelonaDesde la esquina de la Gran Via con Rambla Catalunya ya se podía intuir el martes por la noche que en el Teatre Coliseum no había un estreno convencional. El encargado de supervisar su entrada, de hecho, tuvo que responder varias veces a los curiosos que se acercaban a chismorrear y a preguntar. Algunos creían que era una fiesta de Halloween o una despedida de soltero ante el desfile de pelucas, sombreros de copa, caras pintadas y medias de rejilla. Pero ni una ni otra: se trataba del aterrizaje en Barcelona del espectáculo The Rocky Horror Show, el musical de Richard O'Brien en la producción del West End de Londres. Por primera vez, el show británico –con todo su reparto de intérpretes y músicos en directo– puede verse en Barcelona hasta el 5 de noviembre.

Fans del musical 'The Rocky Horror Show'.
Amparo Moliner y Elisenda Carod en 'The Rocky Horror'.

La noche del martes estaba pensada especialmente para los fans catalanes del musical o de la película, que dejaron el listón muy arriba. Algunos ya se plantaban en el photocall cantante, como la escritora Empar Moliner. "Me la sé entera de arriba abajo, soy ultrafán. Es una obra modernísima y hoy tenemos la gran oportunidad de ver a los actores del West End. ¡Es muy fuerte!", exclamaba Moliner justo después de abrazarse con la presentadora de TV3 Mari Pau Huguet. "¡No sabía que también eras fan!", le decía Moliner, y ella respondía: "A ver qué pasa hoy. Yo, en los musicales, siempre". A sus espaldas, el periodista cinematográfico Jaume Figueras las saludaba efusivamente y ellas le daban la bienvenida: "Qué bien estés, maestro".

Octavi Pujades y Anna Senan en 'The Rocky Horror Show'.
Espectadores disfrazados en 'The Rocky Horror Show'.

Para buena parte del público, la película de 1975 con Tim Curry, Susan Sarandon y Barry Bostwick fue la puerta de entrada al mundo friki del doctor Frank N. Furter y su pandilla. El actor Octavi Pujades explicaba que compró el filme en el Salón del Cómic, mientras que la actriz Àngels Gonyalons la descubrió en el cine y, tras los créditos, se quedó sentada en el sillón para volver a verla. "Es un clásico y un referente para muchas obras posteriores", subrayó Gonyalons, que venía acompañada de su hija de 16 años. "A ella le encanta la serie Glee y cuando me lo dijo le puse The Rocky Horror Picture Show, para que viera de dónde venía todo", dijo la actriz.

"Le hemos visto 15 veces y no nos cansamos"

Una de las sorpresas del estreno fue constatar cómo el musical se ha convertido en un referente para numerosas generaciones, incluidos los Z. La alfombra roja del Coliseum se llenó de grupos de amigos que no superaban la treintena y que siguieron al pie de la letra la consigna de asistir disfrazados de sus personajes preferidos. La otra curiosidad tenía acento británico porque un número considerable de espectadores eran del Reino Unido. "Le hemos visto 15 veces y no nos cansamos, los músicos y los actores son excepcionales. Será la primera vez que entremos en un teatro catalán", decían Matt John y Sharon Hunt, que lo han aprovechado para pasar cuatro días en Barcelona.

Stephen Webb, en el centro, con el reparto de 'The Rocky Horror Show' en Barcelona.

Los fans ingleses se hicieron notar una vez puesto en marcha el espectáculo. "En Londres existe una tradición en la que los espectadores intervienen en voz alta durante el show", explicaba el narrador de la obra tras la primera lluvia de comentarios. La platea catalana se implicó, y cuando llegó la escena del Time Warp muchos ya tenían el trasero fuera de la silla. Salto a la izquierda, manos a la cintura y de repente el espectáculo se había transformado en una fiesta salvaje con el público removiendo las caderas entre sillón y sillón. Que justo después viniera el número de Sweet Transvestite, interpretado por Stephen Webb, alimentó aún más la euforia, aplacada por el entreacto antes de poner rumbo final a la historia de Brad (Richard Meek) y Janet (Haley Flaherty) con un bailoteo generalizado y cantos a corazón qué quieres.

"Este musical es fascinante, y poder ver la producción de Londres, más aún", afirmaba el actor Ivan Labanda, que llamó a recuperarlo en una versión catalana. "Es un fenómeno de culto que se ha mantenido en el tiempo, podemos verlo con el público de hoy", añadía Labanda. Desde que lo descubrió, él ha tenido la fantasía de convertirse en el Frank N. Furter catalán. Antes de marcharse, el intérprete lanzaba un deseo al aire: "A ver si alguien se anima a montarlo, ya ver si piensan en mí".

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