Josep Maria Pou: "Concha Velasco fue muy feliz en Barcelona"
El actor y director teatral recuerda su relación profesional con la actriz, fallecida a los 84 años
BarcelonaCuando Josep Maria Pou empezó en el mundo del teatro, Concha Velasco "ya era la grande Concha Velasco", recuerda el actor y director sobre la actriz, que ha muerto este sábado. Sus caminos profesionales se cruzaron cuando, al principio de su etapa como director del Teatro Goya, Pou le ofreció representar una obra en Barcelona: La vida por delante. "Le ofrecí pensando que me diría que no, porque yo sólo había dirigido un par de cosas, pero aceptó". La función fue "un éxito brutal" que realizó toda la temporada en Barcelona. "Ella hacía un personaje maravilloso, Madame Rosa, que yo creo que es de los mejores que ha hecho –comenta Pou–. Y ella también lo pensaba".
Lo que más le sorprendió al dirigir a la actriz fue la humildad de Velasco. "Ella tenía mucha más experiencia como actriz que yo como director, pero se ponía en mis manos –recuerda–. Cada día llegaba temblando en los ensayos como si fuera su primera obra. Me recordaba a una niña con muchas ganas de aprender .Y cuando yo le decía: «Concha, está muy bien como está, dejémoslo así», ella respondía: «No, no, José María, puedo hacerlo mejor, yo puedo». Ésta era Concha Velasco, una trabajadora brutal, con una gran generosidad hacia su oficio y sus compañeros".
Para Pozo, la transparencia de Concha Velasco a la hora de explicar sus problemas personales a la prensa rosa implicaba un riesgo profesional, porque "le daba una imagen que contrarrestaba la de gran actriz que tenía cuando se plantaba en el escenario". Sin embargo, Pou reconoce que Velasco tenía una "capacidad única" en una figura tan popular como ella: "Siente un fenómeno cultural y social de quien el público lo sabía todo sobre su vida, sus divorcios, sus deudas, cómo se arruinaba, cómo volvía a ganar dinero... Nada importaba. Cuando subía al escenario, el público se olvidaba y sólo veía al personaje. Tal potencia tenía".
La espina clavada: no actuar juntos
A Pou le ha quedado la espina clavada de no haber trabajado nunca con Velasco como actor. "Ambos teníamos ganas de encontrarnos en el escenario, hacía mucho tiempo que queríamos hacerlo", lamenta. "Y eso que siempre decíamos, medio en broma, que siendo tan perfeccionistas ambos podíamos acabar a bofetadas". La segunda obra en la que Pou dirigió Velasco era un proyecto muy personal de la actriz: "Mientras ensayábamos La vida por delante me explicó que no quería morirse sin hacer un musical en el que le explicase al público su verdad, y era que a pesar de haber hecho cine, teatro, televisión, revistas musicales, de todo, tenía una gran frustración porque, de pequeña, lo que ella quería era ser bailarina". Concha. ¡Yo lo que quiero es bailar! fue el espectáculo musical que Velasco y Pou crearon con el autor Juan Carlos Rubio. "Lo escribimos a partir de improvisaciones en los ensayos –explica Pou–. Ella iba contando anécdotas y nosotros decíamos «¡Esta sí!» y la incorporábamos en el espectáculo, que fue otro éxito brutal".
Esas temporadas de éxito en el Goya culminaron la gran relación que la actriz tenía con Barcelona, donde había actuado muy frecuentemente durante toda la carrera y llevado la mayoría de sus espectáculos. "Su hotel favorito era el Avenida Palace de Gran Via, había pasado largas temporadas y lo consideraba su casa –explica Pou–. Y se esforzaba en hablar catalán con la gente. Además, conocía muchos dichos y chistes que le había explicado Alberto Closas, que era de origen catalán, y puedo decir que, durante las casi tres temporadas que estuvo en el Teatro Goya, en Barcelona, ella fue muy feliz, venía de un divorcio muy complicado y de la muerte del su marido, pero la acogida del público durante casi tres temporadas le dio mucha fuerza”.