Arantxa Sánchez Vicario se enfrenta a cuatro años de cárcel por no pagar una deuda a Hacienda

BarcelonaHace casi 30 años cuando Arantxa Sánchez Vicario se convirtió, el 6 de febrero de 1995, en la primera jugadora española que tocaba con los dedos el cielo del mundo del tenis. La barcelonesa superó a Steffi Graf como número uno de ranking mundial. Su carrera como profesional terminó en 2002, con 29 títulos individuales, entre ellos tres Roland Garros y un US Open, y 69 en dobles. Una gran trayectoria que también se tradujo en grandes ingresos: la suma de dinero en premios ascendía hasta los 17 millones de dólares (15.882.573 euros). Y según la revista especializada Forbes, ganó unos 35 millones de euros en concepto de patrocinios.

De la gloria al infierno. Este martes, 20 años después de que se retirara, Sánchez Vicario comienza hoy un periplo judicial sentada en el banquillo de los acusados en el jugado penal número 25 de Barcelona. La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para ella y su exmarido Josep Santacana -se casaron en el 2008- para ocultar patrimonio con el objetivo de no pagar una deuda millonaria a Hacienda. La petición del ministerio público se debe a un delito de levantamiento de bienes a raíz de una querella presentada por el Banco de Luxemburgo.

Se trata de un asunto complejo que se remonta a los años en los que el extensista declaró tener su residencia en Andorra. Hacienda la multó al considerar que no era cierto y ella pidió un aval para pagar la multa. El Banco de Luxemburgo se querelló entonces contra Sánchez Vicario por un presunto delito de levantamiento de bienes, al considerar que había vendido todas sus propiedades sin pagar el aval que debía a la entidad bancaria. Desde el año 2010 que el Banco de Luxemburgo intentaba cobrar las cantidades con las que avaló al extenista para pagar una multa de 5,2 millones euros por un anterior fraude a Hacienda.

Las consideraciones de la Fiscalía contra Sánchez Vicario

En sus calificaciones, la Fiscalía sostiene que Sánchez Vicario, "bajo las consignas" de su exmarido y en colaboración con otros cinco acusados, "idearon un plan consistente en descapitalizar su numeroso patrimonio" para eludir la deuda que tenían con el Banco de Luxemburgo. Según la Fiscalía, los acusados efectuaron numerosas "maniobras" con un "ánimo de enriquecimiento ilícito", entre ellas el vaciado de seis cuentas corrientes, para que no hubiera saldo en caso de embargo, o la desaparición del dinero percibido por Sánchez Vicario en concepto de reportajes en medios de comunicación, “cobrando de forma opaca o haciendo desaparecer el dinero nada más recibirlo”.

La acusación incluye asimismo la ejecución de un proceso de despatrimonización inmobiliaria “a través de sociedades de las que era titular real o fiduciaria”, llevado a cabo, “bajo las directrices del acusado”, en más de una decena de viviendas, varias plazas de aparcamiento, un local en puerto deportivo o varios terrenos, entre otros bienes inmuebles.

Sánchez Vicario dice que fue engañada por su exmarido

El extenista argumentó que fue engañada por su exmarido. Sánchez Vicario tiene fijada su residencia en Miami. La primera semana del Abierto de Estados Unidos, que finalizó este fin de semana, se la pudo ver en Nueva York, ciudad a la que acudió después siguiendo a su hermano Emilio, uno de sus grandes apoyos.

Tras retirarse, Sánchez Vicario ha trabajado haciendo colaboraciones esporádicas con jugadoras del circuito ATP, fue capitana del equipo español de la Copa Federación y embajadora de la Women Tennis Association. El exnúmero uno del mundo es madre de dos hijos, Arantxa y Leo, de 14 y 11 años respectivamente, fruto de su relación con Santacana.