Los cuatro hechos que han cambiado la vida de Ricky Rubio

BadalonaFeliz como si hubiera aprendido a priorizar lo bueno de lo malo, Ricky Rubio fue presentado como jugador del Joventut. El base de 34 años explicó el proceso que le ha llevado de pensar en la retirada a decidir jugar con el equipo que le hizo debutar cuando tan sólo tenía catorce años. "Yo ya tenía claro que hasta aquí había llegado, pero a finales de abril me pasaron cuatro cosas que me hicieron tomarme la vida de otra forma. Todo empezó con una conversación con una persona que no conocía y eso dio como resultado tres o cuatro acciones en tres días seguidos que me hicieron replantear la situación. Dejé pasar una semana para respirar y decidí".

"El año pasado estaba perdido. Estudié algunos escenarios, pero desde la desesperación. Durante el mes de agosto decidí cogerme un año en blanco para pensar en mí. Durante todo el proceso he vivido una montaña rusa. Es un proceso enriquecedor, pero difícil. Durante muchos momentos sentí que la retirada estaba cada vez más cerca y estaba intentando escuchar la vida. Estaba intentando escuchar la vida. algunas cosas que me hicieron replantear la situación. Fue como una semilla que entró en mí, con calma, donde el ego no hablaba. Durante el mes de junio empecé las conversaciones y vi que la ilusión crecía cada vez más.

"La campaña en la que di las gracias a las ciudades donde había jugado y la entrevista con Jordi Évole me ayudaron a sanarme por dentro. Estoy bien y esto es lo más importante. No sé cómo irá el nuevo reto, pero espero disfrutarlo mucho. Para mí yo ya he ganado", reconoció Rubio, que volverá a lucir el dorsal 9 con el que se hizo famoso en todo el mundo.

"En mi cabeza sólo estaba el Joventut, no me he planteado ninguna otra opción. No va a conseguir títulos, va de sentimientos, y volver a la Penya era un sentimiento único. El Joventut es un club especial. Esa ilusión y ese sentimiento es el que más me ha marcado a la hora de volver. Nunca he estado un año sin jugar, pero vino. de aportar, de sumar, de hacer lo que sea necesario para ayudar al equipo deportivamente.

"¿Este será el último club donde juegue a baloncesto? ¡Sí! ¿Puedo cambiar de opinión, pero creo que dentro de un año diré lo mismo", aclaró Rubio, que puso en valor la interlocución de Tomás Dagà, el hombre fuerte de Scranton, vehículo inversor de la familia Grifols que controla la mayoría accionarial de la Penya. "De 0 a 100, las ganas que tengo de jugar el primer partido son de 200. Me da mucha ilusión", resumió.