El Barça sentencia la eliminatoria de Champions con un nuevo récord de asistencia en el Camp Nou (5-1)
91.648 espectadores llenan el estadio y vuelven a hacer historia en un partido majestuoso de las azulgranas
BarcelonaEl Barça es diferente al resto de los equipos del mundo. Tiene una singularidad que viene del amor por la pelota y de la pasión por el estilo. En el Camp Nou, su nuevo jardín de las delicias, las azulgranas se han impuesto al Wolfsburg (5-1) en un día que volverá a quedar marcado en los libros de historia: 91.648 espectadores han llenado las gradas del templo culé para registrar un nuevo récord de asistencia en un partido de fútbol femenino. Los cimientos del estadio han temblado en el momento en el que la megafonía ha anunciado la cifra.
Antes del partido, unos instantes antes de salir a calentar, Mapi León miraba las gradas vacías del Camp Nou, quizá presagiando una nueva noche mágica. Casi sola en el césped, levantaba la cabeza, cerraba los ojos y respiraba hondo. Volvían a estar en casa y solo les quedaban dos partidos para llegar a Turín. El objetivo de levantar la segunda Liga de Campeones consecutiva está entre ceja y ceja de todas las jugadoras. El Wolfsburg es el último obstáculo que hay que superar para llegar a la final y no se valía distraerse.
El Barça ha mimado la pelota desde el silbato inicial. Con delicadeza y estilo, las azulgranas han encarado el partido de ida de la eliminatoria de la mejor manera: con un juego para enmarcar. Y, con un fútbol brillante, los goles llegan solos en el conjunto de Jonatan Giráldez, que ha buscado la portería rival desde el primer minuto.
Aitana Bonmatí ha vuelto a repetir la escena de la gran final de Champions en Göteborg. Con los brazos abiertos, como el vuelo de un pájaro, ha ido a celebrar la primera diana con el resto del equipo. No habían pasado ni tres minutos. La jugadora de Sant Pere de Ribes ha aprovechado un pase largo de Fridolina Rölfo para plantarse delante de la portera Almunth Schult. Y hacia dentro. En la previa, la centrocampista no quería escuchar hablar de la eliminatoria de hace dos años: allí sufrieron, lloraron y vieron la cara más cruel del fútbol. La 14 defendía que eran dos equipos diferentes respecto a aquella eliminatoria de 2020 y que el Barça ahora es un conjunto ganador. No era un día para medirse ni para ir con medias tintas. Había que ir a muerte desde el primer instante y, animadas por un Camp Nou entregado –y casi lleno–, han puesto el 1-0 en el marcador.
El Wolfsburg ya tenía la primera herida abierta y las culés querían hacer sangre. Poco menos de cinco minutos ha tardado Caroline Graham Hansen para sacarse del bolsillo una increíble definición para hacer el segundo. La noruega se ha beneficiado de un pase de Crnogorcevic apenas en el frontal del área para protagonizar una internada maradoniana y enviar la pelota a la escuadra de Schult. El estadio ha vuelto a ponerse en pie: además de estar viendo el más puro ADN Barça, sus futbolistas empezaban a encaminar la eliminatoria.
El gol de Jenni Hermoso
El partido ha trascendido mucho más allá de los límites del terreno de juego. Era un día para reivindicar el trabajo hecho, la ilusión y los sacrificios realizados para llegar hasta aquí. A Jenni Hermoso le ha ido como anillo al dedo. La madrileña, a quien rodean las dudas y los rumores de si continuará, ha sumado el tercero después de una jugada colectiva de sueño. En el primer toque, sin pausa, con dirección y precisión, la pelota ha pasado por las botas de casi todo el equipo hasta volver a los pies de Marta Torrejón. La veterana lo ha dejado a Jenni Hermoso, que ha rematado y se ha sacudido fantasmas de cara a gol rendida en el Camp Nou.
La fiesta culé sobre el verde ha sido total antes del descanso. Las azulgranas han impuesto un ritmo trepidante que para el Wolfsburg ha sido totalmente imposible de seguir. La magia del templo culé ha acompañado a un conjunto imparable que, antes de que se acabara la primera mitad, ha ampliado el marcador de las botas de la futbolista que siempre está: la mejor jugadora del mundo, la capitana y líder del equipo. Alexia Putellas ha aprovechado un pase de Patri Guijarro desde el propio campo para librarse de las dos defensas que tenía enganchada para posicionarse justo delante de la portera del conjunto alemán. La futbolista de las grandes ocasiones, la que siempre aparece, no ha perdonado y ha firmado la manita que hace tener un pie y medio en la final para las azulgranas.
En la segunda parte el Barça solo ha dejado una pequeña rendija por donde Roord se ha colado para meter el gol del honor en el minuto 69. Con el 4-1 en el marcador, las azulgranas se han vuelto a lanzar al ataque y, después de dos ocasiones claras derrochadas por Oshoala, Alexia ha forzado un penalti. Ella misma lo ha transformado. Lo que ha vuelto a demostrar el Barça y su afición no tiene nombre. Ningún otro equipo del mundo puede hacer lo que ha vuelto a pasar en el Camp Nou. Las gradas se han vuelto a llenar, a tope, para ver a sus futbolistas. 91.648 aficionados no se han querido perder una fiesta donde las azulgranas han vuelto a demostrar por qué marcan una era. Ya tienen un pie y medio en la final de Champions en Turín.