Fútbol - UEFA Women's Champions League

El Arsenal deja al Barça con un palmo de nariz en la final de la Champions

El conjunto inglés pulveriza la etiqueta de favoritas de las azulgranas y son las nuevas campeonas de Europa (1-0)

Stina Blackstenius del Arsenal celebra su primer gol
24/05/2025
4 min

Enviado especial a LisboaCambio de guardia en el reinado del fútbol europeo. Solo en los guiones de los más pesimistas se podía prever que el Barça, que se había plantado en la final de la Champions a base de goleadas, podría caer ante el Arsenal (1-0), un conjunto que desde el 2007 no sabía lo que era disputar un duelo decisivo para luchar por el título. El Barça de las cuatro Pelotas de Oro de Alexia y Aitana y vigente campeón de las últimas dos Champions se vio sorprendido en Lisboa por un equipo desacomplejado que supo jugar muy bien sus armas y dejó con un palmo de nariz a las azulgranas. El Barça atacó más, pero el Arsenal mordió mejor. Deshecha dolorosa para los más de 15.000 aficionados que teñieron a Lisboa de azulgrana y acompañaron al equipo a un estadio José Alvalade que vivió una inesperada fiesta londinense.

Los últimos compases de la final fueron dolorosos, con las azulgranas atacando a la desesperada, frustradas tras el 1-0 que Stina Blackstenius marcó a quince minutos para la conclusión del tiempo reglamentario. De hecho, la falta de precisión en los metros finales penalizó al conjunto de Pere Romeu. La primera parte de las azulgranas fue muy floja y, aunque en la reanudación salieron decididas a buscar los goles, sin suerte. Renée Slegers, la prometedora técnica del Arsenal, ganó la partida al entrenador catalán. La entrada decisiva de Blackstenius, un pulmón, reactivó a las inglesas, que supieron salir de la cueva cuando más las exigía el Barça y castigarlas con el gol de la sueca en una jugada que había nacido en un córner cocinado al contragolpe. Las azulgranas lo intentaron hasta el final, pero este equipo está acostumbrado a dominar, no en la épica.

Fue una final muy igualada. Empezó con unos primeros minutos de tanteo entre ambos equipos, con el Arsenal intentando demostrar por qué se había plantado en la final y tratando de discutir la posesión en el Barça. La igualdad de los primeros minutos parecía enseñar que ambos equipos tenían mucho potencial ofensivo, pero que las gunners eran un conjunto más blando en defensa; era sólo un dibujo engañoso. Y, de hecho, el primer susto serio del partido ya lo dieron las londinenses. Irene Paredes, con un despeje defectuoso en el primer palo, desvió el balón a gol. Mientras la central daba puñetazos en el césped y se lamentaba por su error, la revisión del VAR devolvería las tablas al marcador. Kelly, que es quien había hecho el centro, estaba en fuera de juego.

Pese a no alterar el resultado, la acción desembocó el arrebato del Arsenal, que ya demostró en la vuelta de las semifinales, con una goleada ante el Lyon, que son un equipo volcánico. Los minutos siguientes fueron de sufrimiento para el Barça, que aguantó las embestidas rivales gracias a un gran paro de Cata Coll a un disparo desde la media luna de Frida Maanum y un remate de Kim Little, que rechazó la defensa. Mientras las gunners se agigantaban, el Barça echaba de menos continuidad en su juego. Aitana era la más inspirada de las de Romeo, pero sola no podía hacer nada. Con Pina más pendiente de las vigilancias defensivas que de atacar, las azulgranas no conseguían conectar ni con Graham-Hansen ni con Pajor, que vivía su batalla particular con las centrales.

Aitana Bonmatí llorando después del partido

Aunque no afinar entre los tres palos, el Barça logró acabar el primer tiempo amenazante, aunque la maquinaria azulgrana no acababa de funcionar y faltaba precisión en los últimos metros. Se llegó al descanso con muchos deberes para hacer en el conjunto de Romeu. En la reanudación, las catalanas salieron decididas a morder. La primera en buscar portería fue Pina. Primero, con un disparo lejano a la salida de un saque de esquina. Segundo, cuando después de una media vuelta deliciosa de Aitana, la delantera de Montcada conectó un remate que Fox desvió al larguero.

Incluso Ona Batlle lo probó, con un par de disparos potentes desde la frontal. La segunda parte nació con un asedio azulgrana que acabaría sin premio. Tras las oportunidades de Pina y Ona, llegaría un remate de Aitana que desviaría a Van Domselaar a córner. El dominio era claramente azulgrana y Alexia empezaba a mimar el balón en la media punta y abastecía a sus compañeras para que subieran hacia portería. Romeo movió el banquillo: Salma entraba por Pina. Sacando la de Montcada dejaba al equipo sin la máxima goleadora de la competición (10 goles) y Salma tampoco aportó la sacudida necesaria. Pajor sería quien tendría ocasión de empezar la lata, pero fue lento en un remate a bocajarro.

El Arsenal se avanza en el marcador

Los minutos pasaban y la igualdad en el marcador seguía inamovible mientras los nervios empezaban a apoderarse de la afición porque el Arsenal empezó a sacar la cabeza de la cueva y Blackstenius, energía nueva para las inglesas, volvió a vestir de heroína a Cata Coll, que le desvió el remate con una . La respuesta fue inmediata, con un remate con la cabeza de Pajor que rozó el larguero. El varapalo llegaría inmediatamente después, con un gol de Blackstenius, elegida MVP del partido, nacido a partir de un córner y de un pase entre líneas de Mead, que también había entrado del banquillo. Había que remar contra un guión nada habitual: un marcador en contra a 15 minutos para el final, y había que hacerlo sin Mapi, lesionada. La épica no llegó. Las azulgranas, que atendieron con deportividad a la entrega del trofeo al Arsenal, ya no son las reinas de Europa.

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