Una buena costumbre que Koeman ha recuperado seis años después: los apuntes en caliente del Barça-Alavés

BarcelonaLuz para La Masía. A tres días del PSG, Koeman tuvo que reservar jugadores como Pedri y, como va corto en defensa, puso a De Jong en el eje. En un día que parecía propicio para que jugara de inicio Pjanic, a quien todavía se espera en Barcelona, el técnico decidió apostar por Busquets en el pívot y Riqui Puig e Ilaix Moriba en los interiores. El experimento salió bien contra un rival muy defensivo. El de Matadepera aportó imaginación y criterio a los tres cuartos, mientras que el guineano sumó una asistencia de gol en el día de su debut. Puede parecer una tontería, pero hacía casi seis años que el Barça no salía con tres centrocampistas de la casa en una alineación. El último precedente lo encarnaron Sergi Roberto, Xavi y Rafinha. Ha llovido bastante.

Sempre Messi. Tres goles en dos partidos ligueros lleva Trincão desde que ha dejado atrás los fantasmas. El portugués ha pasado de fallar ocasiones por centímetros a besar la red después de superar una multitud de defensas, y a verse con toda la portería para él a la hora aprovechar un rechazo del portero rival. Ahora bien, de cara al PSG, nada mejor que tener a Messi, principio y final del equipo en ataque, con la puntería afinada. El argentino hizo dos golazos de francotirador después de que el VAR le amargara el primer grito por un fuera de juego surrealista de Griezmann.

Más que llenar un agujero. A pesar de que aparecía –en negativo– en el famoso informe de Koeman y Planes para justificar el fichaje de Eric García en invierno, Mingueza se ha ganado el derecho de sumarse al club de las buenas noticias del curso. El vallesano no estaba indiscutible en el filial y no es precisamente el defensa más solvente de la Liga, pero las lesiones de los teóricos titulares le han concedido carril por la derecha, donde está demostrando atrevimiento y don de la oportunidad cada vez que recibe en posición de extremo. Su rendimiento, con aportaciones nada gratuitas, no está tan alejado del que ha ofrecido Dest hasta el momento ni del que ofreció Semedo en tres años. Sabe centrar. Y es central.

Junior, un gol que dice poco. La sorprendente irrupción de Mingueza por la derecha también es mucho más refrescante que las contribuciones de Junior por la izquierda. El ex del Betis sufrió mucho miércoles en Sevilla a pie cambiado, y contra el Alavés, de vuelta en su posición natural, tampoco mejoró mucho. Marcó un gol de oportunista, sí, pero no ocupó el lado, que es lo que se le pide a un carrilero, ni exigió su marcador. El Barça lo fichó para que codeara con Jordi Alba y, después de un curso y medio, pierde todas las comparaciones con el del Hospitalet y también con Cucurella, que posiblemente habría sumado más que él.