Una empresa catalana pasa de las antorchas olímpicas a diseñar estufas para las terrazas de los bares

"Nuestro producto es más económico, eficiente y atractivo, especialmente pensado para este sector", explica el propietario de Calidor

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Jordi Granados

BarcelonaUna empresa catalana que participó en el proceso de licitación de las antorchas olímpicas en Río de Janeiro se ha reinventado y está aprovechando los aprendizajes adquiridos durante aquella experiencia para lanzar al mercado unas estufas ecológicas pensadas para las terrazas de los bares y los restaurantes. "Nos sorprendió mucho que a estas alturas el sistema de combustión de una antorcha olímpica no fuera ecológico 100%. Todavía utilizaban un sistema basado en la mezcla de diferentes gases derivados del petróleo. Por eso investigamos hasta patentar un sistema de combustión ecológico basado en el bioetanol, una energía no contaminante, sostenible y renovable. Este sistema de combustión es el que hemos aplicado para resolver uno de los grandes problemas que nos encontramos, en invierno, con las emisiones contaminantes que provienen de las estufas de gas propano o botón, que se utilizan para calentar el exterior de bares y restaurantes", dice al ARA Jordi Granados.

La propuesta de este emprendedor catalán es Calidor. "Cada terraza de cuatro estufas expulsa tres toneladas de CO₂ al mes a la atmósfera, esto es equivalente a lo que emite un vuelo de Barcelona a Lima de ida y vuelta. En Catalunya los números se disparan: solo con bares y restaurantes nos encontramos con una cifra de 39.000 establecimientos abiertos, de los cuales más del 40% tienen terrazas. Nuestro producto es más económico, eficiente y atractivo. Especialmente pensado para este sector", explica.

La estufa ecológica para calentar terrazas

Según Granados: "La situación es insostenible y presenta un problema global. La Unión Europea dictó una normativa de obligado cumplimiento que prohíbe el uso en la vía pública de estufas que sean contaminantes y que no se nutran de energía sostenible y renovable. Por eso en diferentes países como Francia, Alemania o Bélgica ya hace tiempo que se está aplicando".

La adjudicación de las antorchas olímpicas de 2016 se hizo a través de una unión de empresas en la que también había Recam Laser y Kromschroeder, que fue la encargada de la fabricación. "El balance que hacemos es muy positivo. Ganar uno de los concursos con más proyección internacional que hay en el mundo, valorado en 6,5 millones de dólares, fue un éxito, tanto personalmente como en cuanto a la industria de nuestro país. En un momento muy delicado de la crisis ayudamos a muchas empresas del territorio a sacar adelante sus negocios. Y lo más importante, para nosotros representó la semilla de lo que estamos haciendo ahora, un proyecto que tiene como objetivo contribuir a reducir las emisiones contaminantes provenientes del petróleo", avanza.

Un reto apasionando

“El año 2012 empezamos a notar la crisis y vivimos una situación muy delicada. El dinero no circulaba, los clientes tenían problemas para pagar y los bancos no daban créditos a los autónomos. Fue en este contexto de crisis y a punto de cerrar cuando me planteé el máximo hito al que podía aspirar una empresa como la mía, los Juegos Olímpicos. Fue entonces cuando la inscribí en el concurso internacional de diseño de la antorcha”, recuerda Granados. La empresa catalana se retiró del concurso de diseño, pero consiguió hacerse cargo de fabricarlas. “Los requerimientos no eran sencillos y ocupaban más de 200 páginas. Todo el mundo nos decía que era imposible que una empresa catalana ganara un concurso internacional de una magnitud así. Me llegaron a regalar un libro que se llamaba Brasil no es para principiantes. En un momento crítico del proyecto también introdujimos Taurus”, asegura el emprendedor.

“Al final tuvimos éxito y nos adjudicaron el concurso, que fueron 14.680 antorchas. La historia me hace feliz económicamente, pero sobre todo por la manera en la que lo conseguimos. La experiencia fue un sueño hecho realidad. No quiero dar lecciones de nada, pero espero que nuestro ejemplo ayude a otra gente a sacar adelante su proyecto”, concluye.

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