Barça-City contra el ELA

El Barça y el City empatan (3-3), la lucha contra el ELA gana

Hasta 91.062 personas llenan de solidaridad un Camp Nou que abraza a Juan Carlos Unzué y a los afectados por esta enfermedad

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Juan Carlos Unzué ha hecho el servicio inicial del partido

BarcelonaMás de 90.000 personas llenaron el Camp Nou. "Hemos superado las expectativas", celebraban desde la organización. "Muchas gracias a todos", dijo Juan Carlos Unzué cogiendo, contento, el micrófono antes de hacer el servicio inicial e ir junto a su buen amigo Pep Guardiola, con quien vivió la primera parte desde el banquillo, pero para hacerlo en la segunda con Xavi. El Barça y el Manchester City, dos colosos del fútbol europeo, unidos en la lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) de la mano del exfutbolista y entrenador navarro. Unzué pidió jugar este partido, los clubes se pusieron de cara desde el primer momento y el barcelonismo no falló a la cita. Tampoco los numerosos aficionados ingleses, en Barcelona en calidad de turistas, que aprovecharon su estancia en la capital catalana para hacer lo que tanto les gusta hacer: ver fútbol.

A pesar del carácter solidario y amistoso del partido y los numerosos cambios en los onces titulares habituales de los dos equipos, el duelo contaba con varios alicientes que muy pronto dibujaron un escenario bastante entretenido. Especialmente por parte del Barça, porque el City de Guardiola casi siempre es un equipo divertido. Pero, mientras que el conjunto inglés ya tiene todos los deberes hechos este verano, la delicada situación económica del equipo azulgrana en materia de fair play dejaba un contexto para leer varios mensajes y reivindicaciones.

"Bernardo y diez más"

Como, por ejemplo, en el caso de Frenkie de Jong, futbolista con el que Xavi aplicó la táctica del bastón y la zanahoria durante la pretemporada, mientras el club empujaba al neerlandés a la salida, pero públicamente decía que contaba con él. La disposición táctica de los dos equipos hizo que De Jong quedara emparejado con Bernardo Silva, gran objetivo del Barça pero que a una semana para el cierre del mercado no dejará tirado al City. De Jong lucía exuberancia; el portugués, elegancia. De hecho, Bernardo fue uno de los pocos futbolistas titulares que Pep Guardiola hizo jugar de inicio. Hace un par de meses, cuando el partido fue presentado de manera oficial, el entrenador de Santpedor ya avisó, con humor: "Jugarán Bernardo Silva y diez más". Dicho y hecho.

Pero el dúo de baile entre el portugués y De Jong fue solo uno de los atractivos de un partido en el que Gerard Piqué, que no había jugado ningún minuto en los dos primeros enfrentamientos de Liga, volvió al once. De hecho, los cuatro capitanes –Sergio Busquets, Piqué, Jordi Alba y Sergi Roberto– jugaron de inicio después de que ninguno de ellos lo hiciera el domingo contra la Real Sociedad (en el caso del de Bahía, por sanción). El central catalán, a quien Xavi ya comunicó que este año tendría mucho menos protagonismo, hizo pareja con Jules Kounde, un poco despistado y que todavía espera, arrugando la nariz, ser inscrito. Buena parte de la solución pasa por la venta de Aubameyang al Chelsea, jugador que vivió, si nada se tuerce, su último partido con el Barça y se despidió del público tal como llegó: marcando gol.

La diana del gabonés permitió empatar un duelo en el que se había avanzado primero el City, gracias a un gol con fortuna de Julián Álvarez. El argentino solo tuvo que empujar la pelota después de un error de Iñaki Peña, a quien se le escapó la pelota de las manos. No tuvo la misma suerte Ferran Torres, poco vistoso durante los 45 minutos partiendo desde el inicio que le dio Xavi, su principal valedor. El ex del City puso más ganas que acierto, pero también es cierto que las cosas siempre son más difíciles cuando tienes a tu suegro y seleccionador español, Luis Enrique, viéndote desde el palco. El técnico asturiano, que contó con Unzué en su cuerpo técnico antes de que el navarro iniciara su carrera en solitario, tampoco se quiso perder la fiesta promovida por su gran amigo.

De Jong, entre aplausos

Con el 1-1 en el marcador, se acabó una primera parte que hizo disfrutar los numerosos espectadores, acalorados por un bochorno que invitaba a ir al estadio con bañador y chanclas. En la reanudación, el partido tardó en animarse, mientras el City adormilaba el juego mediante el dominio de la pelota. Pero el público había ido al estadio a pasárselo bien y reclamó espectáculo haciendo la ola. El conjunto azulgrana se reactivó de golpe gracias a una diana, de rechazo, de De Jong (2-1). El neerlandés recogió, después del gol y cuando fue cambiado, el calor de la afición, que no dudó en aplaudirlo.

Haaland contemplando la celebración de Memphis después del gol del neerlandés.

El City replicó el gol del Barça con demasiada facilidad, en una acción que remató a placer la joven perla Cole Palmer después de una buena asistencia de João Cancelo. La gente volvía a estar animada y, especialmente, el público tenía muchas ganas de ver a Erling Haaland en el contexto de un partido festivo. Mientras la afición aplaudía al noruego y reclamaba la presencia de Robert Lewandowski, Memphis Depay, sin hacer mucho ruido, volvía a poner el Barça por delante en el marcador después de haber fallado, poco antes, un claro mano a mano. Como Aubameyang, el neerlandés tiene más que un pie y medio fuera del conjunto azulgrana. El partido se fue apagando con un susto, cuando Luke Mbete heló el estadio después de un duro choque con la cabeza con Gavi. Tuvo que ser retirado con litera.

Todavía quedaba tiempo para que Haaland provocara un penalti de Christensen que Mahrez envió al fondo de la red. Con el 3-3 sonaría el silbato final. Guardiola, profesor, y Xavi, pupilo privilegiado, se abrazaron ante la sonrisa contagiosa de Juan Carlos Unzué. Su fortaleza será recompensada con una generosa recaudación para impulsar la investigación contra el ELA. El Barça y el City ya han puesto su granito de arena. Ahora la pelota cae en el tejado de los políticos, quienes de verdad tienen el poder para impulsar la investigación y mejorar las condiciones de vida de los 400 catalanes, 4.000 personas en todo el territorio español y 350.000 a nivel mundial, afectados por esta enfermedad.

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