Copa del Rey

El Barça también se despeña en la Copa y cae cruelmente en Bilbao (4-2)

Pese al gran partido de los jóvenes, el equipo de Xavi se despide del torneo en un enfrentamiento que pudo ganar con más acierto ofensivo

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El delantero del Athletic Gorka Guruzeta marca el 1-0 durante el partido de los cuartos de final de la Copa del Rey de fútbol

BarcelonaDerrotas que duelen, pero que sirven para aprender, para hacerse fuerte. En una de esas noches típicas de la Copa, en la que los detalles deciden tu suerte, el Barça de Xavi acabó con los ojos llorosos al ser eliminado en la prórroga por el Athletic de Valverde (4-2). El segundo título que se desliza entre los dedos de un equipo demasiado inestable, demasiado blando. Un equipo con altibajos, en el que tres jovencitos menores de edad recordaron a todo el mundo que cuando hace falta La Masia siempre está ahí. El buen trabajo de Héctor Fort y Cubarsí no tuvo premio, en un partido en el que Lamine Yanal se convirtió en el goleador más joven de la historia de la Copa, antes de fallar un gol claro que habría significado el triunfo catalán . Pero su disparo se fue al cielo y salió cruz. El Barça compite, tiene carácter. Pero comete demasiados errores y, tras la Supercopa, ayer se despidió del segundo título. La cara de Xavi era un poema.

El equipo de Xavi debe hacerse mirar los inicios de partido. Sale adormilado, asustado, sin ánimo. Ya ha pasado muchas veces este año. Al cabo de 40 segundos de partido, Guruzeta ya había marcado el primero de los vascos, el tercer gol que recibe el Barça en el primer minuto de juego esta temporada. Y mira que si existía un guión previsible, tratándose de una eliminatoria a partido único en Bilbao, era un inicio de partido endemoniado del equipo de Valverde. El Barça ya lo sabía, que el Athletic saldría a morder. Estaba avisado, no podía hacerse el sorprendido. Y ni así evitó el gol de Guruzeta en una cadena de errores defensivos. Tocaba remar contra corriente.

El Barça estuvo perdido unos buenos minutos, ya que el golpe hizo daño, pero tuvo la suerte de encontrar el empate en una jugada afortunada, cuando Lewandowski fue a presionar en el corazón del área de los vascos y recibió un rebote que acabó en el fondo de la portería de Agirrezabala. Un gol feo, pero que no dejaba de ser un premio a la fe del polaco, que hizo lo que toca: darlo todo.

Lamine Yamal después de marcar el segundo gol del FC Barcelona.

El gol fue como un cubo de agua fría para los aficionados locales. San Mamés dejó de ser una hoguera y el Barça lo aprovechó. Si el empate fue un rebote, el segundo fue un gol de museo. Un gol de Lamine Yamal que parecía una carta de amor a la persona que amas. Cuando envió el balón al fondo de la portería, dentro de la cabeza de muchos barcelonistas despertó un viejo recuerdo. Una asociación de ideas. El jugador de Mataró celebraba el gol, pero muchos pensaban en Messi. En un estadio donde más de uno se asusta, él jugaba con la misma calma con la que los adolescentes se ponen frente a una pantalla para jugar a videojuegos. Pero no, no era un juego. Era un Athletic Club - Barça de la Copa, poca broma.

El Barça iba de cara, aunque demasiado impreciso. Además, Xavi perdió a Balde por lesión en la primera parte. En su lugar entró Héctor Fort, que firmaría una actuación excelente. Sólo hace falta que les den minutos. En el centro, Araujo sacaba buena parte de los centros laterales de los vascos, pero ya de salida en la segunda parte De Jong, acertado cuando tiene el balón pero flojo defendiendo, no persiguió a Oihan Sancet. El navarro empató de cabeza. El Barça volvía a salir con legañas del vestuario.

Era el momento de los locales y Ernesto Valverde lo aprovechó para hacer entrar en el terreno de juego a Iñaki Williams, que había aterrizado el mismo día proveniente de Costa de Marfil, donde había disputado la Copa de África con la selección ghanesa . Pero sería Lamine quien tendría las dos más claras. Especialmente desesperante fue la segunda, en el minuto 86, ya que después de un regalo de la zaga rival disparó al cielo con la portería vacía. Pecados de juventud. No deja de ser un chico joven.

La segunda parte se estaba convirtiendo en una ruleta rusa, peligrosa, de pronóstico incierto. Valverde movió sus piezas primero, haciendo entrar también al barbudo Villalibre. Xavi, más prudente, entendió que había que cuidar la salida de balón e hizo entrar a Pau Cubarsí por Christensen. 17 años acabados de hecho, y el gerundense levantaba la cabeza, valiente, en Bilbao. Bendita juventud. El Barça, en un partido en el que se jugaba mucho, tenía sobre el césped a tres adolescentes. Y como jugaban, los tres.

Iñaki dicta sentencia

Para mejorar el ataque, en cambio, Xavi no hizo cambios hasta los últimos 15 minutos de juego, cuando sacó del campo a un Lewandowski muy desaparecido, pese al gol. Con João Félix en el césped, un Ferran Torres que no se parecía nada al que brilló en Sevilla hace poco pasó a atacar de por medio. La principal ocasión, sin embargo, sería la de Lamine a portería vacía después de un error de un Athletic que acababa el partido mejor que el equipo de Xavi. Pero el partido debería decidirse en la prórroga, en la que Iñaki, que se había despertado en Costa de Marfil, cerraría el día marcando el 3-2 en el último minuto de la primera parte de la prórroga.- _BK_COD_ El Barça, con 15 minutos para evitar la derrota, lo intentaría ya con Marc Guiu en el césped. Pero no pudo ser y en el último minuto Nico Williams marcaría el 4-2 definitivo. Los jóvenes dieron la cara, algunos veteranos no. En la Copa, la diferencia entre ganar y perder a veces la marcan centímetros, como en la última ocasión de Lamine. Pero este Barça sigue siendo demasiado frágil, con muchos jugadores desaparecidos, cuando tienen más currículum que los jóvenes. Ni Lewandowski, ni Fernando ni Félix supieron estar sobre el césped. Vitor Roque, ni jugó. Los dos goles de los Williams en la prórroga hicieron mayor la grieta del proyecto de Xavi. Un equipo que recibe un segundo golpe de los que duele en pocos días. Tras Arabia, Bilbao. Ya sólo quedan dos balas por ganar títulos, las más complicadas: La liga y la Champions. Mala pieza en el telar.

  • Athletic Club: Julen Agirrezabala, Iñigo Lekue (De Marcos, 88'), Dani Vivian, Aitor Paredes, Yuri Berchiche, Beñat Prados (Ander Herrera, 88'), Mikel Vesga (Unai Gómez, 46') (Mikel Jauregizar, 104' ), Adu Ares (Iñaki Williams, 59'), Oihan Sancet, Nico Williams y Gorka Guruzeta (Villalibre, 72').
  • FC Barcelona: Iñaki Peña, Julio Kounde, Ronald Araujo, Christensen (Paz Cubarsí, 70'), Balde (Héctor Fort, 23'), Frenkie de Jong, Pedri (Sergi Roberto, 98'), Gündogan, Lamine Yamal (Marc Guiu , 106'), Lewandowski (João Felix, 78') y Ferran Torres.
  • Goles: 1-0 Guruzeta (1'), 1-1 Lewandowski (26'), 1-2 Lamine Yamal (32'), 2-2 Sancet (48'), 3-2 Iñaki Williams (106') y Nico Williams (120').
  • Árbitro: José María Sánchez Martínez (Murcia).
  • Tarjetas amarillas: Christensen (17'), Xavi Hernández (17'), Sancet (37'), Ferran Torres (82'), Beñat Prados (82'), Héctor Fort (84'), Lamine Yamal (97'), Ander Herrera (109'), De Jong (114'), Sergi Roberto (117') y Nico Williams (120').
  • Tarjetas rojas: ninguna.
  • Estadio: San Mamés, 53.000 espectadores.
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