El choque del Barça con España: mucho más que una simple calentada de Flick

BarcelonaCon cara de pocos amigos, pero solícito con los aficionados que se acercaron para saludarle, Dani Olmo llegó a Barcelona este sábado procedente de la concentración de la selección española. Si bien en los próximos días pasará pruebas para determinar el alcance de una lesión en el sóleo, en el Barça tienen cuello abajo que el mediapunta egarense no podrá jugar mucho en el próximo tramo de competición. Tardará entre tres semanas y un mes en curarse y, por tanto, será baja en el primer clásico de la temporada.

Sobre el papel, Olmo es una víctima más del virus FIFA porque se marchó más o menos sano de la dinámica azulgrana y volverá a Sant Joan Despí lesionado. Su baja provocará un nuevo quebradero de cabeza para Hansi Flick, que en las últimas semanas no ha parado de contar bajas médicas. Además, el técnico alemán viene de un malestar importante del paro de selecciones de septiembre, en el que señaló Luis de la Fuente, el preparador de la roja, de "no cuidar" a Lamine Yamal, afectado por una pubalgia desde hace semanas. Ahora, el seleccionador directamente se desmarca de la versión difundida por la RFEF, que admitió una fatiga del jugador informada por el Barça. "Dani llegó en perfectas condiciones, no había ningún informe", defiende el técnico vasco.

El episodio de Olmo añade complejidad al choque de intereses entre el Barça y la selección española. No es ningún secreto que el equipo azulgrana sostiene gran parte de las ilusiones de un combinado que viene de conquistar la Eurocopa y que se plantará en el próximo Mundial como de los grandes favoritos. Esto invita a De la Fuente a vaciar el vestuario de Flick en cada convocatoria internacional pero, a la vez, dadas las expectativas de triunfo, hace que jugadores (especialmente los que no tienen garantizada al 100% la plaza en la lista definitiva para la cita planetaria) hagan esfuerzos extras para acudir a las convocatorias del partido y en mostrar su mejor versión incluso en mostrar su mejor versión incluso Bulgaria. Éste es el caso de Olmo, que pese a acabar fatigado en los dos partidos exigentes ante el PSG y el Sevilla fue con España para no despertar al FOMO –el miedo a perderse algo–. Su cuerpo habría agradecido descanso y trabajo específico en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, pero acabó petando a la selección en la primera carga exigente.

En el vestuario azulgrana señalan la imprudencia de Olmo en un momento especialmente crítico en la enfermería, con futbolistas importantes como Lamine Yamal, Raphinha o Fermín afectados recientemente por lesiones musculares y Joan Garcia, Ter Stegen y Gavi lejos (o muy lejos) de volver a estar a disposición de Flick. En ese contexto de estrechez de efectivos, en el Barça no entienden por qué Olmo aceptó subir la intensidad de los entrenamientos con España si notaba sobrecarga en la zona del gemelo izquierdo. Hay cierto desconcierto en el club por el hecho de que sea un jugador que debería tener más presente que es muy propenso a las lesiones musculares y que, por culpa de las bajas en medio del campo, ha jugado más de lo habitual. Y es que esta temporada, por las bajas en la mediapunta, ya son tres los duelos que ha completado hasta el minuto 90, dos de ellos consecutivos (Getafe y Oviedo en la Liga). En todo el curso pasado sólo jugó uno entero: contra el Betis en la Copa. El aviso era bastante contundente.

Una comunicación deficiente con la RFEF

Aparte de Olmo, también hay cierta indignación con los preparadores de la selección española y en concreto con Fernando Galán, un recuperador que forma parte del equipo de De la Fuente y que al mismo tiempo trata de forma externa a algunos jugadores del Barça. Al igual que ocurrió hace unas semanas con Lamine Yamal, en el club azulgrana lamentan que este pluriempleo no sirva para mejorar la comunicación con la RFEF, sino más bien al contrario. Tampoco ha funcionado mucho la reciente conversación que el director deportivo culé, Deco, tuvo con su homólogo en la roja, Aitor Karanka. De hecho, en una situación muy similar a la de Olmo se presentó en la convocatoria Dean Huijsen, pero el defensa blanco sí cayó de la lista para acudir a Valdebebas para ser tratado por los médicos del club. Notó las molestias a tiempo y en diez o quince días estará recuperado. Jugará el clásico.

En cambio, Olmo se ha roto para un mes, lo que le apartará de cinco partidos oficiales cuando las pruebas confirmen el diagnóstico inicial que le han hecho a la selección. En el Barça están muy pendientes de las cargas de los jugadores internacionales que estos días están repartidos por el mundo. Cada uno de ellos viaja con deberes por hacer e informes sobre su estado físico. Sin embargo, tanta previsión no es garantía de éxito al 100%.