Barcelona"Ya no me llama nadie, últimamente", se lamentó un exdirectivo del Barça ante otro exdirectivo. "¿Y quién quieres que te llame ahora? Ya no eres directivo del Barça", le respondió el otro. Esta escena real demuestra el poder que comporta formar parte de la junta directiva del club azulgrana y el frío que puede hacer fuera. Es bien sabido que históricamente una de las razones de peso para querer presidir el Barça o ser directivo ha sido entrar a formar parte del Olimpo del poder catalán y aprovecharse de esta influencia de una u otra forma. Aunque sea para que la gente te llame.
Esto, de puertas afuera, no suele expresarse. Públicamente, casi siempre se argumenta que exclusivamente existe una voluntad de servicio al club. Ni el presidente ni los directivos cobran, y algunos de ellos dedican su jornada entera al Barça, lo que a menudo lleva a la gente del entorno a preguntarse cómo pueden sacar adelante su vida laboral más allá de la entidad azulgrana.
El tema de la remuneración de los directivos vivió un episodio polémico la semana pasada a raíz de una noticia del programa Onze de Esport3, en el que se aseguró que la vicepresidenta institucional y portavoz del Barça, Maria Elena Fort, había pedido en una reciente reunión de junta directiva que los directivos del Barça cobraran, algo que habría generado tensiones entre sus miembros. El club respondió de forma contundente con un comunicado oficial en el que sentenció que el contenido de la información era "falso". La propia Fort tuiteó haciendo mención del comunicado: "Rebatiremos cualquier falsedad con rotundidad".
Sin embargo, el ARA tiene constancia de que entre los directivos que llevan más años junto a Laporta se ha hablado en los pasillos sobre esta inquietud. De hecho, el directivo Josep Cubells, el responsable de la sección de baloncesto en la junta, se posicionó públicamente en una entrevista en La Vanguardia el pasado 20 de marzo. "En esta junta hay muchas personas que dedicamos muchas horas al club y lo normal sería que cobráramos. Porque si tienes un trabajo que te exige mucho, lo normal es que no lo puedas combinar y tengas que dejarlo, como ha ocurrido con Eduard Romeu [exvicepresidente económico de Laporta]", explicó Cubells.
Del mismo modo, el ARA también ha podido confirmar que hay voces pertenecientes a la actual directiva azulgrana –procedentes de los miembros que ya tienen la vida más que resuelta empresarialmente– que consideran que un directivo del Barça no debe cobrar de ninguna de las maneras.
Varias categorías de directivos
No todos los directivos dedican la misma cantidad de horas y esfuerzo al Barça. "A la mayoría se les ve poco por las oficinas", explica una persona que pasa muchas horas allí. Uno de los que aparece con cuentagotas por Aristides Maillol es el vicepresidente social, Antonio Escudero. El ARA le preguntó hace un año y medio por cómo lo hacía para compaginar este cargo con su intensa actividad empresarial, sobre todo teniendo en cuenta que vive en la Jonquera, a dos horas en coche del Camp Nou. “Duermo entre tres horas y media y cuatro. Puedo estar por la mañana en Girona en una reunión empresarial y pasar la tarde en Barcelona para una reunión de junta del Barça o un partido. Y después, antes de volver a casa, todavía paso por el despacho de la Jonquera”, respondió entonces. "Hace tiempo que todo lo que hago en esta vida es por gusto. Ya no hago nada por dinero, porque eso lo tengo cubierto", añadió.
"En una junta de 20 directivos [ahora mismo la de Laporta está formada por 17] no todo el mundo es igual", expone a este diario un directivo de la época de Bartomeu. "Hay dos tipos de directivos: unos tienen una función institucional, de representación, dan su opinión y enriquecen el debate. Otros tranquilamente podrían ser trabajadores del club o ejecutivos porque tienen un perfil mejor que cualquier ejecutivo que puedas contratar para esa área y dedican una cantidad de horas ingente al Barça", asegura. "Pero en una junta sería muy jodido decir quién cobra y quién no. Sería una fuente de problemas", pronostica.
Por otra parte, personas del entorno del club se hacen las siguientes preguntas: ¿Cuánto deberían cobrar los directivos? ¿El salario debe ser el de un alto ejecutivo, de seis cifras? ¿Quién determinará que lo hacen mal y deben dejar de cobrar? ¿Por qué dedican tantas horas? ¿Acaso se pretende que la primera capa ejecutiva sea la directiva? Así, el debate va más allá de si deben cobrar o no. "La pregunta es si debemos transformar la directiva en un consejo de administración profesional, con todo lo que esto implica: dedicación exclusiva, publicidad de todo lo que se hace y reclutamiento por capacidades", expone uno de los individuos.
Modificación de los estatutos del Barça
En caso de que el debate sobre si los directivos del Barça deben cobrar o no acabara inclinándose por la primera opción, sería necesaria una modificación de los estatutos del club porque el artículo 32.3 actualmente prohíbe explícitamente la remuneración. "Los directivos no podrán estar vinculados al club ni a la fundación por un contrato laboral. La relación de los directivos con el club es orgánica y no contractual, por lo que no podrá haber contraprestación económica", dicta. Tampoco cobran los miembros de las juntas directivas del resto de clubes de la Primera División española que no son sociedades anónimas deportivas: Real Madrid, Athletic Club y Osasuna.
Un exdirectivo de Laporta consultado por el ARA considera que ya es hora de cambiar las reglas del juego. "Tuve compañeros de junta cuyo negocio se fue al garete debido a las horas que dedicaban al Barça", explica. "Creo que los directivos deben cobrar. Además, serviría para reducir la tentación de que alguien busque una contrapartida o solucionar sus necesidades económicas con alguna fechoría. Y aquel que no tenga la necesidad de cobrar porque ya tiene la vida resuelta que dé el dinero a la fundación del club", propone.