Flick ve el vaso medio vacío
El técnico, que pica la corteza al equipo por haber jugado "al 50%" en Mallorca, ha detectado cosas que no le han gustado durante la pretemporada
BarcelonaTras la mirada entrañable de Hansi Flick, de sus ojos azules y la sonrisa con la que suele conectar con la gente, se esconde a una persona con las ideas claras. Ser simpático y cercano no invalida ser exigente, y él lo es con sus futbolistas. Siempre. Todos los días. Considera que es el único camino que conduce al éxito. El tiempo y su currículum le dan la razón. Es gato viejo, las ha visto de todos colores y sabe perfectamente que uno de los errores más frecuentes que cometen los jugadores es el de soltarse después de un éxito sonado. Cuando acabó la pasada temporada, se despidió de unos futbolistas que sólo tenían una misión: cumplir con la pauta de entrenamientos que había diseñado el equipo de fisioterapeutas que lidera Julio Tous. Así que volvieron los entrenamientos, cogía las riendas y subía la intensidad al máximo.
Hace un año, sus métodos de trabajo sorprendieron a más de un jugador, que no se esperaba el nivel físico de los entrenamientos en comparación con lo realizado en los últimos cursos. Pero Flick se puso el vestuario en el bolsillo porque demostró con hechos que el trabajo, aunque fuera muy duro, tenía resultados en el césped. Esta vez todo el mundo estaba precavido, pero, sin embargo, el técnico alemán ha tenido que soltar algunos gritos en las sesiones de preparación porque veía cosas que no le acababan de convencer. "Flick siempre dice que las Ligas no se ganan al final, sino al principio, que es donde muchos clubs se dejan puntos", había dicho Pedri con anterioridad.
Después del debut en Mallorca, Flick fue muy contundente con sus jugadores. Ganaron por 0-3, aunque el partido estuvo muy condicionado por la acción del segundo gol –Raíllo despeja un balón con la cabeza, cae al suelo y no se detiene el juego– y la doble expulsión de los jugadores locales antes del descanso. En consecuencia, los jugadores del Barça bajaron la intensidad, conscientes de que tenían la victoria en el zurrón, dejando que se agotaran los minutos. La gran mayoría de técnicos habrían sido comprensivos con sus futbolistas e incluso habrían apelado al inicio de curso o al calor intenso que hacía en Son Moix para justificarlo. Él no. Y lo dijo públicamente en los micrófonos de Movistar: "No me ha gustado el partido. Son tres puntos importantes, sí, pero después de ponernos 0-2 y de las dos expulsiones, creo que mi equipo ha jugado al 50%. ¡Esto no puede ser! Tengo que hablar con los juradores de esto".
Flick, un entrenador sin pelos en la lengua
No fue la primera vez que Flick tenía comentarios de desaprobación. Toques de atención que hace en el vestuario, pero que también hace en público. En líneas generales habla del colectivo, aunque también ha sacado el látigo señalando a algún futbolista de forma individual. Antes del debut en Mallorca, va hablar abiertamente de Fermín, jugador que se llevó elogios por su buena actuación en el Gamper, pero que, a ojos del técnico, había tenido un inicio de curso más bien discreto. "Estuvo muy bien la pasada temporada, pero al inicio de la pretemporada no estaba tan impresionado con él. De todos modos, ha dado un paso adelante en las últimas semanas". El año pasado también les tocó recibir en público a Lamine Yamal –insinuó que no se entrenaba al máximo–, Jules Kounde –para llegar tarde de forma reiterada– Ansu Fati o Héctor Fort –para quejarse de las sustituciones–.
Ha quedado demostrado que Flick no tiene pelos en la lengua, pero en el club saben que, si se queja, es porque considera que tiene motivos. Y en este inicio de curso ha visto muchas cosas que no le han acabado de convencer. Más allá del trabajo de sus futbolistas en los entrenamientos, el alemán fue de los que más se quejó por la gira asiática, que comenzó un día más tarde de la cuenta, tuvo una logística complicada de desplazamientos y derivó en entrenamientos de menor calidad de lo que hubiera querido. "Él sabe que estas giras son importantes para la economía del club, pero te hace saber que si no se puede preparar bien la temporada, pierdes más que ganas", apuntan desde la directiva azulgrana.
La incertidumbre con las inscripciones tampoco convenció al técnico. Joan Garcia y Marcus Rashford no tuvieron el visto bueno oficial de la Liga hasta el mismo sábado, mientras que Wojciech Szczesny, Gerard Martín y Roony Bardghji tuvieron que ver el debut desde el sofá de casa. Probablemente, los tres últimos tampoco habrían jugado en Son Moix, aunque se encendieron las alarmas cuando, en el calentamiento, Joan Garcia tuvo que retirarse por un problema leve en la mano. Afortunadamente para el club, tan sólo fue un susto.
En la presentación del equipo, durante el controvertido Gamper marcado por el conflicto con Ter Stegen, Flick cerró su discurso asegurando que "no buscaría excusas". De momento no debe justificar malos resultados, pero deja claro que ve el vaso medio vacío.