La receta del Barça para evitar jugadores pasados de peso después de las vacaciones

BarcelonaCuando hace un año Hansi Flick aterrizó en el Barça, quedó bastante sorprendido por el nivel físico de los futbolistas. Él, representante de la escuela alemana, consideraba que los jugadores tenían una preparación deficiente. Que necesitaban otro método de lo que se había hecho hasta ahora en la Ciudad Deportiva. El primer impulso fue el de contratar un staff de confianza, venido de Alemania. Pero, asesorado por el presidente Joan Laporta y el director deportivo, Deco, dio confianza a Julio Tous, a quien el club había contratado hacía pocas semanas para ser el nuevo responsable de los preparadores físicos del club.

Entre la exigencia de Flick y las nuevas ideas de Tous, las primeras sesiones del verano se convirtieron en jornadas extenuantes. Los futbolistas debían recuperar el tiempo perdido. El resultado fue evidente en el césped, con una mejora brutal respecto al curso anterior, pero el desgaste se notó también en el tramo final de temporada, donde los jugadores llegaron justos de gasolina.

Para evitar que esto volviera a ocurrir, una vez terminada la Liga y antes de cambiar las botas por las chancletas, Tous dio a los jugadores un dossier personalizado con una serie de ejercicios que debían cumplir durante el verano. Por más millones que mueva el mundo del fútbol, en la entidad tienen claro que los jugadores también son personas y necesitan ir de vacaciones para desconectar. Pero también son deportistas de élite que deben cuidarse con hábitos alimenticios saludables y unas rutinas físicas para mantenerse en forma. El domingo 13, día del regreso oficial al trabajo con las pruebas médicas, tocaba realizar un examen para comprobar si todo el mundo había hecho los deberes.

En realidad, la actividad en la Ciudad Deportiva Joan Gamper había empezado unos días antes. Muchos jugadores, los que ya habían regresado a casa después de pasar el verano en el extranjero, decidían hacerle cabeza para continuar con las rutinas que tenían encargadas. "En vez de hacerlas en casa, vienen a hacerlas con nosotros. Siempre que podemos, les echamos una mano", apuntan desde Sant Joan Despí. Hoy en día, la inmensa mayoría de los futbolistas tienen ya su preparador físico personal. "Este mundo es muy pequeño y la mayoría nos conocemos", admiten desde elstaff azulgrana, donde aseguran que existe confianza entre los futbolistas, sus preparadores personales y los del Barça. Aún así, dejarse caer por Sant Joan Despí unos días antes permite supervisar la labor realizada hasta el momento, resolver dudas y corregir errores para llegar al primer día de entrenamiento al máximo.

Quedan lejos aquellos veranos de los años 80 y 90 en los que los jugadores apuraban las vacaciones hasta el último minuto y volvían con ropa ancha para disimular los excesos estivales. Los más veteranos admiten que podía volverse con cinco kilos de más, tranquilamente. Y no era ningún pecado, porque todo el mundo hacía lo mismo. La receta del momento implicaba empezar a correr y ponerse en forma en una pretemporada que podía durar unos dos meses buenos. Hoy hay un mes de margen y gracias. Y, para colmo, la preparación está condicionada por unas giras intercontinentales con campos de entrenamiento de dudosa calidad y agendas rellenas de actos publicitarios.

Detalles de la preparación física del Barça durante las vacaciones

"El Barça y Barcelona tienen una gran suerte: mucho conocimiento de la preparación física. No entendemos por qué se habían dejado perder buenos hábitos, en los últimos años. Ahora estamos intentando recuperarlos", asegura una de las fuentes consultadas. Cada jugador tiene unas características físicas específicas. Depende de la edad, el tipo de musculatura, su historial médico o si se está recuperando de una lesión. Ahora bien, todos los jugadores parten de una misma base. En el caso del Barça, Tous tenía preparados dos dossieres: uno para los que empezaron las vacaciones después de terminar la Liga en San Mamés, el 25 de mayo; y el otro para los que tenían compromiso con las selecciones, que empezaron la semana del 9 de junio. Otros veranos, el entrenador da unos días extras a los internacionales, pero Flick consideraba que un mes entero era suficiente, así que todos estaban citados el día 13.

El dossier de preparación incluye un calendario en el que se especifica qué hacer cada día. Las primeras jornadas después de terminar la competición son para el descanso. No hay ninguna rutina pautada. Luego, se comienza con sesiones muy suaves para reactivar el cuerpo. La intensidad, como es lógico, va aumentando a medida que se avecina el día de volver al trabajo. Entre las rutinas, se incluyen trabajos de fuerza, movilidad, resistencia y realineamiento con ejemplos gráficos de cómo hacerlas correctamente. Existen varios ejercicios, y se van combinando en función del día. Algunos son muy específicos y otros, los de resistencia –correr– pueden realizarse en la ciudad o en el bosque. Sin embargo, el club recomienda en todo momento evitar las cintas de correr en las jornadas iniciales para evitar sobrecargas excesivas, y recuerda a los jugadores que si no tienen buenas sensaciones, deben detenerse y comunicarlo inmediatamente.

Una vez hechas las primeras semanas de descanso, se comienza por carreras continuas o con intervalos. La intensidad se va alternando, puesto que inicialmente se corre a una media que oscila entre los 8 y 15 kilómetros por hora. Con el tiempo, la carrera continua desaparece y se pasa a la interválica, que puede ser lineal o en zigzag, según el día que toque. De la misma forma que el ritmo aumenta hasta los 24 km/h durante unos 15 o 20 minutos.

"Durante la pretemporada, muchos se ganan el sitio y saben que si llegan pasados de peso o excesivamente fuera de forma, se quedarán atrás respecto de los compañeros", dice un antiguo miembro delstaff azulgrana. La historia reciente del Barça está llena de jugadores que, pese a estar advertidos, no hacían caso de todo esto. Con Flick, esto empezó a cambiar la pasada temporada. Quien no está en forma, no juega. Y punto.