Giro radical de los acontecimientos: Mateu Alemany seguirá en el Barça

BarcelonaSegún ha avanzado el diario Sport y puede confirmar el ARA, el aún director de fútbol del Barça, Mateu Alemany, se ha repensado su decisión de abandonar el club este 30 de junio. Dos semanas después de que la entidad comunicara su marcha de manera oficial y por motivos profesionales, el ejecutivo balear se ha ofrecido a continuar en las oficinas azulgranas y aparcará su aventura en la Premier League. "Mateu se ha mostrado dispuesto a seguir en el Barça con las mismas condiciones que las actuales y el presidente ha dado el visto bueno", explican fuentes oficiales a este diario.

La noticia supone un giro radical de los acontecimientos de los últimos días en los despachos del área deportiva del Barça. Alemany tenía una oferta que le proporcionaba más dinero y plenos poderes en el Aston Villa, que hacía meses que lo tentaba con un proyecto muy ambicioso y con viejos conocidos, como por ejemplo Unai Emery o Damià Vidagany, con los cuales tiene una relación personal muy buena. Finalmente, sin embargo, ha preferido dar marcha atrás. Una vez ha rehecho los puentes con Joan Laporta, mantendrá el sueldo que tenía antes de comunicar su salida. Es decir, un contrato hasta el 2024 que lo convierte en la figura profesional con mejores condiciones de la entidad sin contar los deportistas. Hay que recordar que su salario computa en el cálculo del fair play financiero. No es masa salarial inscribible, pero sí que impacta en los controles económicos de la patronal, del mismo modo que las secciones profesionales, el filial, el juvenil y el femenino.

Nada que ver con Jordi o Deco

Que Alemany continúe en el Barça no tiene que ver con la salida de Jordi Cruyff, con quien ha mantenido una excelente sintonía profesional y personal, ni tampoco con la más que probable llegada de Anderson Deco a los despachos. La figura del ejecutivo mallorquín no es técnica, sino más bien económica. Él es quien conoce la norma del margen salarial, quien hace de puente con la Liga y el que negocia los contratos con los jugadores. La detección del talento y la sugerencia de nuevos fichajes recae más en Xavi Hernández, así como en Ramon Planes en el pasado, en Cruyff durante el último año y medio, y en Deco, si acaba llegando, en el futuro más próximo. Con esta permanencia sobrevenida, Laporta y el Barça mantienen un perfil de primer nivel en un verano que será clave para seguir mejorando la plantilla campeona liguera.

A pesar de su talante más ejecutivo que no deportivo, Alemany es el impulsor de algunas decisiones con influencia en el césped. En este sentido, en el verano de 2021 fue muy escéptico desde el primer momento con la renovación de Leo Messi con el Barça y defendió a muerte la continuidad de Ansu Fati, a quien algunas voces sugirieron vender precisamente para poder generar suficiente margen salarial para el nuevo contrato del argentino, que acabaría marchando a regañadientes al PSG. Meses después, Mateu fue de los padrinos del fichaje de Ferran Torres, a quien promocionó durante su etapa en el Valencia, y se movió rápidamente para asegurar la llegada de Franck Kessie y Andreas Christensen libres de traspaso. Con César Azpilicueta hizo lo mismo, pero Laporta priorizó la inscripción de otros futbolistas y el capitán del Chelsea optó por continuar en Londres.

De cara a este verano, Alemany ya ha cerrado la incorporación como agente libre de Iñigo Martínez, a quien estuvo a punto de reclutar el julio pasado cuando se complicó el fichaje de Jules Kounde. También ha encarado la renovación de Alejandro Balde, que pasará a tener ficha del primer equipo, y tiene en la cabeza las operaciones que tiene que ejecutar para poder regularizar a los ojos de la Liga los contratos de Gavi, que está jugando con ficha del juvenil, y de Ronald Araujo, que está compitiendo en virtud de un acuerdo mercantil que vence este 30 de junio. El balear se reunió hace unas semanas con los responsables de la patronal para tratar estas dos prioridades. Del regreso de Messi, obsesión de Laporta, no quiere oír hablar mucho.