Barça

El gran 'tapado' del Barça de Hansi Flick

Eric Garcia ha conseguido ganar minutos de calidad en su puesto, el de central

Hansi Flick y Eric Garcia, en Sevilla
17/02/2025
4 min
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BarcelonaPara entender la redención de Eric Garcia en el Barça de Hansi Flick es necesario remontarse hasta el verano. Más concretamente, hasta los Juegos Olímpicos, en los que hizo pareja con Pau Cubarsí y el combinado estatal se llevó el oro. Esto impidió a los dos futbolistas realizar la pretemporada bajo las órdenes del técnico alemán. La competición celebrada en París terminó el 9 de agosto. El Barça comenzaba la Liga en Mestalla el día 17 del mismo mes.

Sin Araujo, que se había lesionado con Uruguay, y sin la convicción de que Christensen pudiera estar al cien por cien para el inicio de la era Flick en una plaza complicada, la dirección deportiva requirió a Cubarsí ya Eric volver cuanto antes a la disciplina del equipo. De este modo, ninguno de los dos pudo tener unos días de descanso que habrían sido prudenciales después de la exigencia de llegar a la final de los Juegos (habían vacaciones antes de la cita olímpica), una competición durante la cual Flick aprovechó para saludarles por medio de mensajes.

Eric, de quien nadie pone en duda el barcelonismo –por eso no renovó con el City y agotó su contrato para fichar por el Barça de Koeman, que presentaba más urgencias que certezas–, aceptó hacer ese gesto para mostrar su compromiso con el club y su nuevo entrenador tras una temporada cedido en Girona, en la que cedió. Los titulares en Mestalla fueron Iñigo Martínez y Cubarsí. El central de Martorell disputó en los últimos 20 minutos.

La mano izquierda de Flick con Eric

La temporada siguió su curso y, como ocurrió con otros jugadores, Eric quedó seducido por la honestidad y la racionalidad en el trato de Flick, que tuvo mano izquierda para contarle que, con las lesiones en la plantilla, contaba con él, por mucho que no le hubiera situado como titular en los primeros partidos. El alemán fue consecuente con sus palabras y empezó a darle minutos. Pero sobre todo le situó como pívot, una posición que se había ganado Marc Casadó tras la lesión de gravedad de Marc Bernal.

Eric, que ya había jugado como pívot en alguna ocasión con Xavi, aunque sin continuidad, ofreció un buen rendimiento. Así pues, encadenó tres titularidades seguidas en esta posición en la Liga, en los triunfos ante Villarreal y Getafe y en la derrota ante Osasuna en un partido con muchas rotaciones. En el siguiente compromiso, disputó 84 minutos ante el Alavés, un enfrentamiento en el que no había sido titular pero en el que entró a los seis minutos por una lesión de Ferran y en el que acabó sirviendo una asistencia. En medio, también fue elegido como titular de pívot ante el Mónaco, en su estreno en la Champions, pero una expulsión a los 10 minutos lastra su participación.

Pese a que Eric no esconde que prefiere jugar de central que de pívot, estaba satisfecho por haber acumulado participaciones en esa posición y no se le escapaban las garantías que estaba dando la pareja Iñigo-Cubarsí en el corazón de la defensa. Su progresión la interrumpió una lesión muscular que se produjo en el calentamiento de un partido ante el Sevilla en Montjuïc en el que debía ser titular. Este percance lo tuvo apartado del juego desde mediados de octubre hasta principios de diciembre.

Durante este proceso, Flick y también su cuerpo técnico (especialmente el segundo entrenador, Marcus Sorg, e incluso Thiago Alcántara, que había colaborado con elstaff en verano), mostraron la misma mano izquierda, interesándose por la evolución del futbolista durante el proceso de recuperación y haciéndole saber que era una pieza que encajaba mucho en su propuesta futbolística y que esperaban su regreso.

El regreso de Eric Garcia al once

A pesar de los cuidados recibidos, Flick es fiel a las cosas que le funcionan y no se casa con nadie. Si tienes la mala suerte de caer lesionado, tendrás que ganarte el sitio de nuevo. Tras recibir el alta, Eric fue entrando poco a poco en el equipo, con la competencia añadida de que Araujo ya estaba también disponible y ocupaba la vacante que había dejado la lesión de Iñigo y que, en el pívot, De Jong también empezaba a acaparar minutos. Este contexto generó, de nuevo, los cantos de sirena de volver al Girona, en los que el club y el jugador habían visto reunirse sus caminos de forma muy exitosa. "Cuando vino la primera vez, quizá podía parecer que daba un paso atrás, pero viniendo aquí dio dos adelante", comentan al ARA desde la entidad gerundense. Míchel le habría recibido encantado.

Paralelamente, Eric seguía entrenando a buen nivel, sin hacer ruido, acompañado por el grupo de jóvenes con peso del vestuario, liderado por jugadores como Pedri y Gavi, al tiempo que también mantenía una buena relación con Ferran, Lamine Yamal, Fermín o Balde, entre otros. Aparte de su actitud trabajando, la buena voluntad que mostró en Flick durante el periodo que hizo de pívot y la "madera de futuro entrenador" –como reconocen en el vestuario– le han ayudado a ganarse el técnico de nuevo, que quiere seguir contando con él a pesar de que no le esté dando demasiados minutos.

Con Araujo mostrando varias carencias en la salida de balón y dudas a la hora de echar el fuera de juego, la meritocracia de Eric ha sido premiada y ha conseguido entrar de nuevo en la rueda de confianza de Flick. Se ganó el puesto a pulso, y se destapó también como goleador con la cabeza, una virtud que ya había empezado a enseñar en Girona. Especialmente relevante fue su gol en la remontada ante el Benfica en la Champions, un partido en el que la suerte de Eric volvió a cambiar.

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