Barça

"Si quieres hablar con Laporta tienes que cogerlo por la solapa y llevártelo a un rincón"

El presidente del Barça realiza jornadas maratonianas en las oficinas del club cuando no está de viaje

Joan Laporta en el palco de Montjuïc durante un partido del Barça.
15/02/2025
4 min
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BarcelonaQue un ejecutivo o directivo del Barça logre tener un minuto de Joan Laporta a su disposición a veces parece un reto tan desafiante como conseguir una audiencia con el Papa. Cuando Laporta no está de viaje para encontrar inversores o en un desplazamiento del equipo de Hansi Flick, suele llegar a las oficinas del Barça del Camp Nou entre las 11 y las 12 de la mañana. Allí le esperan muchos individuos con ganas de comentarle asuntos relacionados con el club. Pero no lo tienen fácil. "Si quieres hablar con Laporta en las oficinas debes cogerlo por la solapa y llevártelo a un rincón", asegura al ARA una persona que ha tenido que utilizar este método para comunicarle la información que pretendía.

"La alternativa es ponerte en una lista muy larga de personas que quieren hablar con él". Esta lista la controla Manana Giorgadze, la mano derecha de Laporta dentro y fuera del Barça. Pero es Laporta quien marca las prioridades de las tareas. El abogado tiene un ritual previo antes de dedicarse a los asuntos azulgranas. Sale desde su ático de la avenida Diagonal cercano al Camp Nou sobre las nueve de la mañana y, gracias a la insistencia de Enric Masip, adjunto al área de presidencia, va caminando hasta el Europa Café para hacer algo de ejercicio físico antes de empezar la espiral de tareas de su jornada. Este establecimiento, junto a la plaza Francesc Macià, es un punto de encuentro habitual de los habitantes de la zona alta de Barcelona. Laporta queda con parte de su guardia pretoriana azulgrana y otra gente que pertenece a su entorno personal y profesional más fiel.

Allí, en la primera mesa más visible de la terraza cuando hace buen tiempo y en un sofá de piel ante un retrato de un chef en el interior del local cuando la meteorología no acompaña, charla sin la intención de arreglar el mundo. "Es un momento de esparcimiento para Laporta", explica a este diario una fuente de la planta noble del Barça. Normalmente, se tienen conversaciones informales. El presidente las da por terminadas en algún momento antes de las 11 y entonces sube a su despacho de abogados, Laporta & Arbós (avenida Diagonal, 469), situado al lado de esta cafetería-restaurante, para comprobar si hay algún asunto privado o laboral que requiere su atención. Una vez hecha la gestión, su chófer personal, Edu, le lleva hasta las oficinas del Barça de Arístides Maillol.

La entrada del Europa Café, lugar de encuentro de Joan Laporta y su guardia pretoriana.

"Es bastante inhumano lo que hace"

"El presidente tiene una agenda terrible. Tiene reuniones, recibe gente, atiende a cosas del Espai Barça, de recursos humanos, comunicación... Hace funciones de consejero delegado. Todo Barcelona y parte del extranjero le pide visitas. Es bastante inhumano lo que hace", relata la misma fuente. Las diversas personas consultadas para este artículo coinciden en que, cuando te encuentras a Laporta por los pasillos de las oficinas, raramente va solo. "Siempre va acompañado de alguien". También se ponen de acuerdo a la hora de atribuirle un conocimiento exhaustivo de cada detalle del club. "Se puede considerar un error que él sea un presidente que se encargue de todo, pero no puedes negarle que tiene el club entero en la cabeza".

Para calibrar el grado de ese conocimiento del club, el periodista pregunta si éste es superior al de Florentino Pérez sobre el Real Madrid. "Sí, Laporta tiene más conocimiento del Barça que Florentino del Madrid –afirma convencido–. Cuando alguien le comenta temas de un área determinada del club, Laporta responde con mucha concreción, aunque no tiene obligación de conocer estos detalles. Ni un consejero delegado la tendría. Son conocimientos más típicos del director de aquella área", añade. Las reuniones, encuentros y visitas de Laporta en las oficinas a menudo se ven interrumpidas por comidas con juntas directivas de equipos rivales si hay partido del Barça entre semana o por reuniones, también en torno a una mesa con comida, con agentes de jugadores o posibles inversores. Entonces es probable que dedique tiempo a comer un pollo coquelette de Bresse en blanquette trufada en el Via Veneto o una langosta en el Botafumeiro.

Laporta raramente da por terminada su jornada en las oficinas del Barça, que actualmente son un oasis en la remodelación del Camp Nou, antes de las ocho de la tarde. Esto, por supuesto, si no hay un incendio. Durante los últimos días de 2024 y primeros de 2025 la hora de bajar la persiana no existió porque la necesidad de buscar soluciones urgentes para resolver las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor no lo permitieron. Laporta ha explicado alguna vez que con cuatro horas de sueño ya puede afrontar con garantías el día siguiente. Difícilmente las cumplió durante esa semana que supuso la crisis más grave de su segundo mandato en el Barça.

S'Agaró, lo más parecido a una desconexión

La vorágine de tareas sigue el fin de semana con los viajes para presenciar partidos del primer equipo de fútbol masculino, que conllevan más almuerzos con otras juntas directivas. Laporta es un presidente que únicamente se abstiene de viajar a todas partes si se lo impide una causa de fuerza mayor. A finales del 2023 le llegó en forma de trombosis en una pierna. El percance médico le obligó a guardar reposo y el lugar escogido para pasar los primeros días de la convalecencia fue s'Agaró, donde tiene una casa que es su refugio para desconectar –es un decir– del Barça y del ruido mediático.

Allí Laporta se convierte en Jan. Los parones por partidos de selecciones y el verano son los momentos en los que es más habitual encontrárselo en este lugar de la Costa Brava. Pero no es de extrañar que algún hecho inesperado relacionado con el Barça le haga aplazar, acortar o anular sus vacaciones. Durante la primera parte del curso actual, unos días de descanso en s'Agaró empezaron más tarde de lo previsto porque dio prioridad a asistir al entierro de la madre de un cargo importante del Barça. "Cuando es necesario, él está ahí", asegura una persona que ha compartido decenas de aventuras con Laporta.

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