Fútbol

La Liga borra a Dani Olmo y Pau Víctor de la plantilla del Barça

Tebas quiere garantías sobre la nueva palanca del club azulgrana que debe permitir la inscripción de los dos jugadores

Dani Olmo se zampa al Espanyol en el derbi

BarcelonaUn revuelo para empezar el año. Después del primer almuerzo del 2025, Dani Olmo y Pau Víctor llegaban a la Ciudad Deportiva del Barça para entrenarse sin saber que será de su futuro Ahora mismo ninguno de los dos futbolistas puede jugar. la Liga considera que su ficha no es válida. Olmo, el gran fichaje del club azulgrana el pasado verano, había colgado una fotografía de celebración del cambio de año unas horas antes con dos corazones: uno azul y otro grana. Pero el futbolista de Terrassa aún espera noticias de una junta directiva que de momento no ha logrado garantizar su ficha federativa. La Liga considera insuficiente la documentación aportada por el club catalán para acreditar que ha cedido, por unos 100 millones de euros, la explotación de parte de los asientos vip del Spotify Camp Nou.

Dentro del club confían en solucionarlo antes del partido de Copa del próximo sábado. Pero de momento en el 2025 ha empezado con el Barça contra las cuerdas, ya que la Liga eliminó de su página web oficial las fichas de Olmo y Víctor. Tras ver cómo el club no conseguía inscribir a los dos jugadores debido a las limitaciones salariales, la patronal tiró por el derecho. Sí aparece en la lista el danés Andreas Christensen, cuya ficha fue dada de baja por una lesión de larga duración en agosto precisamente por permitir inscribir a Olmo temporalmente para el primer tramo de la temporada a partir de la tercera jornada.

Después de que dos juzgados dieron la espalda al Barça y dieran la razón a la Liga en los intentos por registrar Dani Olmo y Pau Víctor a partir del 1 de enero del 2025, la activación de una nueva palanca era la previsión del club azulgrana para resolver el lío. No habría sido un triunfo, porque el presidente azulgrana, Joan Laporta, no tiene la sartén por el mango en las negociaciones con fondos árabes para la venta anticipada de ingresos relacionados con los asientos vip del futuro Camp Nou para los próximos 20 años. Sin embargo, la jugada podía servir para evitar un ridículo sobre la bocina. Antes de la uva, la patronal dirigida por Javier Tebas ya dijo que no la validaba. Y el plazo vencía precisamente con el cambio de año.

Alrededor de las 20 horas de este martes 31 de diciembre, parecía que el sidral se acababa. No era un fin definitivo, sino una prórroga. Fuentes oficiales del club filtraban que la Liga permitiría una moratoria de unos días para que la patronal del fútbol acabara de acreditar la documentación. Las mismas fuentes lo desmentían poco después –con un comunicado oficial–, dado que la Federación Española de Fútbol no podía garantizar ese margen. Por tanto, el Barça sigue agotando las últimas horas para encontrar un remedio que, de no llegar, supondría un ridículo sin precedentes en la entidad.

El club ha pedido nuevas licencias federativas a la RFEF para las inscripciones de Olmo y Víctor y confía en que esta petición se resuelva el 3 de enero. Es decir, el Barça se pone ahora en manos de la RFEF para ganar tiempo. "No hay ninguna moratoria", insisten desde la entidad. El lío es que, pese a que la RFEF es quien emite las licencias de los futbolistas, en el caso del fútbol profesional (Primera y Segunda) esta función está delegada en la Liga. Todo esto es una argucia más para ganar tiempo. De hecho, fuentes de la Federación confirmaron que no hará ninguna excepción, ya que no está en disposición de tramitar licencia alguna hasta que la Liga, si lo considera, apruebe la inscripción de los jugadores.

Quien fue el segundo candidato más votado en las últimas elecciones, Víctor Font, ha levantado la voz para pedir explicaciones a la directiva: "Ante la gravedad de los hechos relacionados con la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor, y ante la imagen pésima e impropia del mejor club del mundo, compartimos la preocupación de todos los culés por las nefastas consecuencias deportivas, económicas e institucionales de este caso. El resultado es la posible pérdida de un jugador que hace cuatro meses incorporamos por 55 millones y que ahora vemos que puede irse por culpa de una gestión llena de improvisaciones y falta de profesionalidad ". Font pide también "transparencia" sobre la operación de venta de asientos vip del Camp Nou: "¿Los hemos vendido? ¿A qué inversores y con qué condiciones? Queremos mantener la esperanza de que no vamos a perder a un jugador sólo cuatro meses después de ficharlo".

También Somos un Clam, el colectivo que lidera el aspirante Joan Camprubí Montal, ha criticado la gestión del caso hasta el punto de pedir la dimisión de Laporta y su junta: "La gestión amateur y errática empieza a afectar al rendimiento del primer equipo, que puede quedar privado de dos de sus jugadores [...] La situación creada es inadmisible y el daño reputacional, irreparable".

Hipotecar el futuro del Barça

Si finalmente el serial se resuelve con la última palanca de Laporta, todo acabará siendo un nuevo pelotazo adelante para arreglar ahora las carpetas de Olmo y Víctor, tapar parte del agujero pendiente del fair play financiero y sobre todo evitar lo que sería un revés espantoso para el club. A cambio, sin embargo, la jugada empobrecerá al club catalán, que vende con urgencia activos que podrían haberse valorado mejor.

Laporta debería explicar bien esta operación para que los asientos vip se incluyen en el negocio total del Camp Nou, parte del que debe servir para pagar el crédito de 1.450 millones de euros para construir el futuro estadio. Además, según la evaluación de Legends, los productos vip podrían suponer unos 78 millones anuales en la institución. Viendo una parte durante 20 años, la pérdida de patrimonio es evidente.

El último día del 2024 fue una jornada larga, de tensión, con la Liga exigiendo garantías de pago –dinero en la caja– para evitar quebraderos de cabeza como los precedentes con Barça Vision, la palanca fallida de los últimos años. En conversación privada con el diario ARA, desde la más estrecha cercanía a Laporta, sin embargo, se transmitía calma. Había la confianza de que la patronal española validaría el acuerdo pese a la presión vigilante de otros equipos afectados también por la normativa económica, como el Athletic Club, el Sevilla o el Atlético de Madrid.

Si el tema se resuelve el día 3, permitirá las inscripciones de Olmo y Víctor, pero a la vez será un síntoma más de lo grave que está el paciente, ya en el cuarto año de mandato de una directiva, la de Laporta , que se impuso en las elecciones de marzo del 2021. La herencia envenenada de Josep Maria Bartomeu es un argumento agotado, no se ha recuperado el nivel de ingresos y el club sólo subsiste vendiendo patrimonio.

El cambio en el relato de Joan Laporta

Si todo va bien a partir del día 3, el club iniciará en el 2025 con todos los efectivos de una plantilla llena de jugadores muy jóvenes inscritos, pero siendo algo más pobre en la parcela económica, el gran reto que tomaba el actual mandatario en su regreso, junto con el de recuperar la bonanza deportiva de la entidad. Por otra parte, Laporta también ha fiado las soluciones en unos inversores de los que siempre había recelado, apelando a los valores democráticos del Barça.

Vender activos del club –en este caso los asientos vipa inversores del golfo Pérsico comporta que el presidente atraviese una línea roja que blandió desde la oposición y que se impuso a sí mismo como máximo dirigente del Barça. Su programa electoral hablaba de "compromiso con la democracia" y, una vez en el palco, se negó a viajar a Qatar para fichar a Xavi Hernández. Uno de los países que ahora ha visitado para captar nuevos partners y que dominan algunas de las entidades más poderosas del fútbol europeo, como el City o PSG.

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