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Otro juez da la espalda al Barça y se acelera la cuenta atrás para inscribir a Olmo

El juzgado de primera instancia número 47 de Barcelona también ha denegado las cautelares al centrocampista de Terrassa y a Pau Víctor

Dani Olmo, en el banquillo de Montjuïc el día del Barça - Las Palmas.
30/12/2024
4 min

Barcelona"Jan es abogado, no empresario. Un empresario siente la necesidad de delegar para hacer crecer a la empresa. Un abogado no siente esta necesidad", explica al ARA una persona del entorno de Joan Laporta. El poder del Barça actual se resume en la omnipresencia del presidente ejecutivo, el acompañamiento permanente de Manana Giorgadze desde dentro del club y el consejo de Alejandro Echevarría desde fuera. El resto de personajes que orbitan en la zona de mayor atracción del sistema laportista, como los directivos Ferran Olivé y Joan Soler, el ejecutivo Manel del Río y el secretario técnico Deco, son satélites que se desplazan según los deseos y los odios de su astro.

Uno de los aspectos que llama la atención de las personas que negocian con el Barça es que, se trate del asunto de que se trate, sea deportivo, comercial o financiero, Laporta siempre aparece en las reuniones como protagonista del bando azulgrana, dejando en un segundo plano a los especialistas. Esta manera de hacer es la que ha lucido para intentar salvar los muebles de las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor. Laporta ha sido quien durante el otoño y principios de invierno ha viajado arriba y abajo por el continente asiático para encontrar inversores para Barça Vision (antes Barça Studios) o para ejecutar la enésima palanca (venta de patrimonio del club a cambio de ingresos a corto plazo) de su segundo mandato.

Este martes, el calendario arrancará la última hoja del año y Laporta tendrá que ejecutar a contrarreloj el trabajo pendiente de hace meses antes de comer las uvas. El juzgado de instrucción 47 de Barcelona, al igual que hizo el juzgado mercantil 10 la semana pasada, ha rechazado este lunes la petición del Barça para obtener la cautelar que permita las inscripciones de ambos futbolistas catalanes. La argumentación del club –que la comisión delegada de la Liga no es competente para decidir la normativa de inscripción y que con el fichaje de Szczęsny no se llenó gran parte del salario de Ter Stegen, baja por lesión de larga duración– no ha sido admitida. Así, a Laporta no le queda más remedio que cumplir el fair play financiero.

El problema es que cada vez le es más difícil conseguir nuevos inversores que se crean el proyecto sin rumbo de Barça Vision y las palancas son un recurso que se ha exprimido demasiado y que puede acarrear nuevos problemas económicos a medio y largo plazo. De todas formas, Laporta ya ha puesto en manos de la Liga la documentación de una nueva venta de patrimonio en dirección a países dictatoriales.

A corto plazo, una cuestión de valores

La salvación de última hora pide un nuevo aval de los directivos o vender a uno o más inversores del golfo Pérsico una parte de los asientos vip del futuro Camp Nou a cambio de un dinero que arreglaría el problema hasta el 30 de junio. Más allá de que la jugada podría acarrear problemas económicos a medio y largo plazo, inmediatamente ensuciaría el "Més que un club" y comportaría que Laporta traspasara una línea roja que blandió desde la oposición y que se impuso a sí mismo como presidente del Barça. Su programa electoral hablaba de "compromiso con la democracia" y, una vez en el palco, se negó a viajar a Qatar para fichar a Xavi Hernández.

Una solución puntual convertida en recurrente

El término palanca se recibió en 2022 por parte del barcelonismo como una solución ingeniosa de la junta de Laporta para poder tener un equipo competitivo durante el inicio del mandato pese a la pésima herencia recibida de Josep Maria Bartomeu. Ese verano, el Barça vendió en dos tramos el 25% de sus derechos televisivos de la Liga durante 25 años a cambio de 667 millones, que permitieron la llegada de jugadores como Lewandowski y Raphinha. También colocó la mitad de Barça Studios en Socios.com y Orpheus Media a cambio de 200 millones de euros que nunca se han cobrado enteros. Sin embargo, la inscripción de Kounde necesitó un aval personal para hacerse realidad.

En verano de 2023, el Barça revendió a otros inversores el 49% de Barça Studios, ya rebautizado como Barça Vision, y parte de un contenedor de expectativas, Barça Media, que ni ha cotizado en el Nasdaq como estaba previsto ni ha generado ingresos palpables más allá de la entrada en el accionariado de Aramark, que a cambio hará bocadillos y canapés en el futuro Camp Nou. Así, las prisas y los avales (que también sirvieron para inscribir a los Joaos) han continuado a la orden del día.

Con el mismo espíritu, siempre al límite de la norma, se consiguió la inscripción temporal de Dani Olmo para la jornada 3 de Liga del curso actual gracias a la lesión de larga duración de Christensen. Todo ello son muestras de una ingeniería last minute que funciona desde el inicio del mandato. La primera fue el aval bancario para que el presidente que eligieron los socios tomara posesión en marzo del 2021. Se firmó a las dos de la madrugada en una notaría de la Diagonal de Barcelona con la presencia de un personaje que se escondió bajo un paraguas.

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