"Me han cortado los huesos, me han cosido, me han operado... pero sigo jugando"
El capitán del Barça de fútbol sala, Sergio Lozano, publica un libro en el que explica cómo ha superado cuatro lesiones graves de rodilla
BarcelonaSergio Lozano (Madrid, 1988) mira la rodilla derecha llena de cicatrices. "Mira todo lo que he aprendido", dice. El capitán del Barça de fútbol sala ha sufrido cuatro lesiones de rodilla gravísimas del 2015 al 2023. Algunos deportistas se retiran cuando sufren este tipo de lesión. Él no. "Cuando se le mete algo en la cabeza, no se detiene", bromea Llorenç Tarrés (Sabadell, 1978), una de las personas que más le conoce. En 2014 se llegaron a enfrentar en un partido de Copa del Rey entre la Escola Pia sabadellense y el Barça. "Me dio una patada fuerte", hurga Lozano. Ese día fue especial, porque Tarrés es el periodista que lleva quince años siguiendo el fútbol sala azulgrana para los medios oficiales del club. Un trabajador del Barça jugaba contra el Barça. Un amigo jugaba contra un amigo.
Cuando Sergio Lozano se rompió los ligamentos de la rodilla por cuarta vez con 34 años, en el 2023, mucha gente pensó que se retiraría. "Recuerdo ese día. Era la semifinal de Copa ante el Palma en Antequera, se ganaba 3-1. Cuando lo vi, dije al cámara que dejara de grabar el partido, que grabara los últimos minutos de Lozano como jugador en activo . Cuando encontré a su mujer, Cristina, lloramos los dos", dice Tarrés. Lozano también lloraba. "Del pabellón al hotel llorando, sin parar", explica. El Barça ganó la Copa y apenas se celebró. En el vestuario se daba por sentado que se retiraría a uno de los mejores jugadores en la historia de este deporte. Pero Lozano lo veía distinto: "Creo que era el único que no pensaba que fuera el final", admite. Y no sólo tenía pensado intentar volver a las pistas: había decidido contarlo.
"Durante la pandemia me rompo los ligamentos cruzados de la rodilla por tercera vez en un partido de la Champions, lo pasé muy mal. Pero también recibí muchos mensajes de ánimo... así que pensé en transformar aquella situación en una inspiración para los demás. Explicar cómo puedes volver a jugar, pero también cómo puedes reaccionar ante obstáculos de la vida. no escribo como otros. Quizá había que romperme por cuarta vez la rodilla para poder llevar a cabo el proyecto. me dijo que antes había escrito como periodista. Así que le ofrecí hacer el libro. , recuerda. Antes de trabajar en el Barça, Llorenç Tarrés había sido redactor de deportes en el diario Hoy. Y así nació el libro Gargantas y cicatrices (Geoplaneta).
La primera lesión de Lozano fue en octubre del 2015, con una ruptura del ligamento patelofemoral de la rodilla derecha. En 2016 fue una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha y en 2021 la rotura del cruzado anterior de la rodilla derecha. La cuarta lesión, una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Un montón de cicatrices y más de dos años acumulados sin jugar. "Y hay que sumar las lesiones musculares derivadas, una vez te recuperas. Lesiones de dos meses o dos semanas. Son momentos muy duros. Te pasas meses esperando volver a jugar y cuando recibes el alta estas lesiones te van castigando. Vuelves a entrenarte y te ves bien, pero no acabas de tener la continuidad que quisieras por esas lesiones, que te frustran", admite Lozano.
"Me han cortado la tibia para rebajar el desnivel de la rodilla, ¿eh? No estamos hablando de una lesión muscular... me han cortado los huesos, me han cosido, me han operado... son muchas cosas. Y, sin embargo, veo que puedo seguir jugando", añade. "Fácil no ha sido. El médico que me operó es el mismo que ha operado Gavi o Alexia Putellas, Juan Carlos Monllau. Pues me dijo que si fuera su hijo, le aconsejaría dejarlo. Para evitar tener secuelas .No quise escucharlo. La recuperación de la primera lesión fue horrible. haciendo camino, siempre estaba a tiempo de retirarme si veía que la cosa no iba bien.
"Mucha gente habría plegado. De hecho, durante el proceso de recuperación más de una vez he pensado que no podría volver a jugar. Pero cuando él habla, te lo crees. Habla claro. Pero en el libro también habla de los dudas. El primer mes tienes mucho dolor, hay que tomar pastillas para gestionarlo, no puedes hacer nada solo", explica Tarrés, que afrontaba el reto de "ponerlo bonito y ordenado": "Había que encontrar las palabras para explicar el caso , pero que fueran las palabras de Sergio escritas por mí". Ambos acabaron satisfechos: "Es mi amigo y entiende de fútbol sala. No es lo mismo alguien que lleva todos estos catorce años dentro del club, que ha visto las cosas que nos han pasado, que ya me ha hecho reportajes...que alguien que no lo conozca. Buena parte del trabajo ya lo teníamos hecho, pero escribir el libro nos ha unido mucho, confiesa Lozano.
"Si el libro ha ayudado a una sola persona, ya ha merecido la pena. A todos nos pasan desgracias, la clave es como las afrontas. Yo, si tengo un problema, voy de cara y quiero superarlo. Quería explicar a todo el mundo la manera de afrontarlo. Sea perder a un familiar, perder el trabajo, enfermedades... a veces me pregunto: '¿Por qué me pasa a mí, que me lesiono siempre?' Fácil no es", añade Lozano, que tiene clara una cosa: "Seré yo quien decidirá cuándo lo dejaré. El jugador, por cierto, dejó un ejemplar del libro en la sala de recuperaciones de la ciudad deportiva del Barça, por donde pasan los deportistas del club lesionados. "Esa camilla no hace distinciones entre campeones del mundo y gente que no ha ganado nada. Mati Pascual, jugador de hockey, se leía. Si ves que alguien lo ha superado cuatro veces, te ayuda seguro cuando te pasa" , apunta Tarrés: "Piensa en la campeona de bádminton Carolina Marín. Le ha pasado tres veces, romperse la rodilla. ¡Al Sergio cuatro!"
Lozano también explica cómo le ha ayudado trabajar con una psicóloga. "Antes, cuando era joven, siempre decía que había que sonreír y ser fuerte. Pero ahora he aprendido que tienes que hacer lo que sientes. Si tienes que llorar, lloras. Tienes que intentar ser positivo. Pienso ahora en Gavi, por ejemplo, en la gente preguntándose si volverá a jugar como antes. No debes pensar en jugar al mismo nivel de antes, porque quizás no suceda. ha sufrido de nuevo este año. "Imagina. Pasé once meses sin jugar y me recupero. Entonces el equipo tenía muchos lesionados y, para ayudarle, jugué más de lo que quizá habría tocado. ¿Resultado? Lesión a los isquios poniendo y haciendo peligrar ir al Mundial con la selección. Pero me recupero a tiempo, haciéndome sacar unas garras que llevaba en la rodilla. Y en una jugada que voy al suelo, se infecta a la cicatriz. El médico me dijo que por poco no tuvieron que operarme. Sin embargo, debuto en el Mundial. Juego un minuto, un solo minuto, y me lesiono un gemelo. Fue muy cruel", admite. "¿Qué podía hacer? Pues me quedé animando a mis compañeros. ¿Me hubiera gustado tener final feliz y ganar el Mundial jugando? Claro. Pero no siempre hay fin feliz. La vida y el deporte pueden ser crueles, sin fin feliz. Así que hay que tener claros los objetivos: el mío era volver a jugar. Y lo he logrado", concluye.