Heridas abiertas, facturas pendientes (y herencias evidentes) del Barça de Xavi

BarcelonaUno de los hits de las últimas semanas en Can Barça es hablar de las bondades físicas asociadas a la llegada de Hansi Flick en el primer equipo de fútbol masculino. Aunque sea todavía pronto para testar el rendimiento de los futbolistas –apenas se han disputado cuatro partidos oficiales– en relación con las rutinas instauradas por los nuevos miembros delstaff, se acumulan las voces que las convierten en uno de los principales argumentos del buen inicio de curso de la plantilla azulgrana. Joan Laporta es el primero en destacar el contraste entre la preparación física que se hacía con Xavi Hernández y la que se aplica ahora con su sustituto (a quien el egarense, por cierto, llamó para desearle suerte).

En su rueda de prensa del martes, el presidente ejecutivo aplaudió los "entrenamientos dinámicos" que propone Julio Tous, a quien la entidad fichó cuando Xavi aún parecía encaminado a cumplir su contrato después de la célebre noche del sushi. El terrassense habría contado con él si Laporta no hubiera decidido echarle unos días más tarde. Ahora Flick, que sólo pidió la incorporación de tres técnicos de su confianza, aprovecha sus métodos, tal y como admitió el propio Laporta: "Se trabaja mucho la fuerza. [...] La preparación física se mantendrá por las exigencias del nuevo entrenador, que no está satisfecho del todo si el equipo no presiona durante los 90 minutos".

Por encima de las razones tácticas, el léxico que emana del vestuario para explicar el principio de temporada tiene que ver con el físico, la fuerza, el trabajo y la presión. Desde la concentración con su selección, Robert Lewandowski no evitó realizar la comparación. "[Con Flick] Es diferente y se nota. No tuvimos un partido así [como el del Valladolid] la campaña pasada. El Hansi quiere un equipo ofensivo que genere oportunidades, marque muchos goles y haga muy bien la presión", manifestó el delantero, autor de cuatro tantos en las primeras cuatro jornadas de Liga. Su sintonía con Xavi fue a la baja en el segundo tramo del curso pasado, hasta el punto de que el egarense no le veía imprescindible. En cambio, con Flick, Lewandowski, que está entre algodones con el combinado polaco por unas molestias, es indiscutible.

Otro de los que se ha cobrado una factura recientemente es Pedri González. En una entrevista en Mundo Deportivo, el centrocampista canario, marcado en los últimos años por su calvario con las lesiones musculares, tampoco esquivó el símil: "En el club trabajamos muchísimo más que antes. Los preparadores que han entrado nos hacen muy bien. Trabajamos duro, y eso después se nota en los partidos. El equipo no baja en el minuto 70 o 80, sino que mantiene el tono". También elogió la "caña" que Tous y su equipo han dado a los futbolistas durante la pretemporada, si bien en su caso concreto ha trabajado más al margen por la lesión de rodilla que sufrió en la Eurocopa.

Las palabras de Pedri, no muy amables con el grosor del antiguo staff del Barça, no pueden desligarse de las desavenencias que tuvo a raíz de la gestión de algunas de sus lesiones musculares. La primera (y más mediática) fue antes del segundo clásico del curso 22-23, que el centrocampista se perdió a causa de una recaída que desde su entorno se asoció a una mala praxis de los profesionales del equipo técnico de Xavi. Aquel episodio generó un clima de desconfianza que provocó que el canario empezara a tratarse fuera del club y que los miembros delstaff le responsabilizaran de no respetar las pautas y los hábitos que le recomendaban para ser un deportista más fiable.

El descubrimiento de Raphinha por dentro

En la pretemporada, Marc-André ter Stegen también hizo hincapié en la tonificación: "Hansi siempre ha dado mucha importancia al aspecto físico". Desde el vestuario comparan los métodos del alemán, que utiliza la báscula para realizar seguimiento del peso de los jugadores, con los de Luis Enrique. E incluso hay participantes del día a día en la Ciudad Deportiva Joan Gamper que bromean con lo que definen como una especie de "régimen militar". Todo ello señala implícitamente las rutinas que Ivan Torres, el preparador físico de confianza de Xavi, dirigía para que los futbolistas estuvieran en forma. De hecho, conscientes de este reproche, miembros del antiguo cuerpo técnico azulgrana difundieron entre algunos periodistas un estudio para intentar demostrar, con datos e imágenes, que el equipo no desfallecía físicamente tanto como se quería hacer creer para justificar el llegada de Flick.

En este PDF de 35 páginas, llamado Estructura condicional FCB, se recogen desde las medidas de disciplina y convivencia instauradas por Xavi cuando desembarcó en el Barça a finales del 2021 hasta los puntos sumados la pasada temporada a partir del minuto 60 de los partidos, cuando, según Laporta, se notaba un bajón en el físico del equipo (54 puntos de 85). También se pone el foco en la distancia recorrida por los futbolistas en el 2-3 en el campo del PSG, en la ida de los cuartos de final de la Champions: 7 kilómetros más que el conjunto de Luis Enrique. Son sólo ejemplos de un dossier exhaustivo en el que también se adjuntan pruebas gráficas de la evolución física de jugadores como Lamine Yamal.

Desde lo anterior staff también levantan las cejas cuando leen alabanzas a Flick por haber sabido explotar la mejor versión de Raphinha. Recuerdan que el brasileño empezó a jugar por dentro en el último tercio de la pasada temporada, cuando João Félix desapareció de las alineaciones. Otras herencias del paso del egarense por el banquillo que está recogiendo –y explotando con buen criterio– el técnico de Bammental es la situación de Kounde como lateral derecho y las apuestas sin tapujos por dos adolescentes como Lamine Yamal y Pau Cubarsí, así como la decisión de repatriar al doctor Ricard Pruna, a quien Laporta elogió públicamente para ayudarle a explicar en la Liga que Christensen pasaba como lesionado de larga duración por registrar a Dani Olmo a tiempo.