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Una marea de forofos del Eintracht conquistan el Camp Nou: "Es una vergüenza que no se puede repetir"

Los alemanes llenan el estadio y la grada de animación abandona la grada en el descanso en señal de protesta

Los miles y miles de forofos del Eintracht celebrando el triunfo en el Camp Nou

BarcelonaNoche para olvidar en el Camp Nou. De las más oscuras de la centenaria historia de la entidad azulgrana. Más de 20.000 forofos alemanes han poblado el estadio azulgrana a pesar de que el Barça solo había facilitado al Eintracht las 5.000 entradas correspondientes según la cuota reglamentaria de la UEFA. Pero a Barcelona han viajado unos 30.000 alemanes, muchos de ellos han conseguido entradas por otros canales a pesar de las medidas del club para evitar la venta a aficionados rivales, como bloquear las transacciones online hechas desde Alemania o la compra de entradas con tarjetas alemanas. Pero hay varias maneras de obtener entradas, ya sea mediante turoperadores independientes, comprándolas con tarjetas no domiciliadas en Alemania y con la reventa. El resultado: la seguridad del Camp Nou desbordada, miles y miles de alemanes llegando en masa al estadio y actitudes deplorables: forofos bebidos y de pie en las gradas, fumando en el estadio cuando está prohibido, encendiendo bengalas, hombres llenando los servicios habilitados para las mujeres...

"Lo que ha pasado es una vergüenza que no se puede repetir. Tenemos que procesar toda la información que tenemos para tomar medidas", ha dicho el presidente Joan Laporta después del partido en declaraciones a Barça TV. "Es indignante, tendremos que ser más estrictos y no permitir ciertas cosas. Estoy avergonzado como barcelonista", ha añadido, dando a entender que una de las causas de que el Camp Nou se haya teñido hoy en gran parte de blanco haya sido la reventa. "Desde el vestuario queremos saber qué ha pasado, queremos una explicación", ha dicho, por su parte, Xavi Hernández, altamente "decepcionado" por lo que ha pasado en el estadio. "Lo hemos hablado con los jugadores. Nos ha afectado, no quiero que sea una excusa porque nosotros no hemos hecho una buena eliminatoria, pero no nos ha ayudado", ha explicado el técnico azulgrana. "Necesitábamos a la afición, muchas gracias a los que han venido", ha añadido el egarense.

Un estadio cantando en alemán

La vergüenza vivida en el Camp Nou se ha empezado a evidenciar ya desde la llegada del conjunto azulgrana al Camp Nou. Una llegada accidentada, puesto que todas las calles estaban llenas de alemanes y los Mossos han actuado para abrir paso al bus. De hecho, la expedición azulgrana se ha visto obligada a modificar su ruta habitual para llegar al estadio por este motivo. Y, una vez dentro del campo, los jugadores del Barça se han encontrado una marea de camisetas blancas en la grada. En lugar de recibir el apoyo de sus forofos, han sido silbados por los miles de alemanes que han comprado entradas, algunas en la reventa.

Como en los viejos tiempos, los vendedores de entradas han hecho el agosto. También unos cuantos socios, que han preferido hacer caja en lugar de apoyar a su equipo. Sin embargo, la mayor parte de las entradas disponibles las gestionaba el Barça, en un partido donde se había colgado el cartel de todo vendido. El resultado ha sido una imagen atípica, nunca vista, con casi tantos forofos del Barça como del equipo visitante. Si la afición del Eintracht, con sus pecados, ha demostrado ser fiel, la del Barça ha perdido el partido en la grada. De hecho, más de un socio ha acabado marchándose ya durante la primera parte, harto de aguantar los gritos de unos vecinos incómodos. Y la grada de animación, enfada por la gestión de las entradas, ha decidido marcharse durante 10 minutos en el inicio de la segunda parte. El partido deja una herida a nivel social de las que hacen daño.

La previa alemana

"¿Sabes cuántos años he visto al Eintracht sufriendo por no bajar a Segunda? ¡Ahora que jugamos en Barcelona todos queremos venir!", decía Jürgen, que admitía que no recordaba cuántas cervezas ha bebido. "Aquí son muy baratas", añade con una camiseta donde se puede leer "Vamos, Frankfurt on tour". Casi 30.000 forofos del Eintracht de Frankfurt, una afición con fama de ser la más fiel de Alemania –y que ya había enviado a 20.000 seguidores a Roma o 18.000 a Chipre–, han aterrizado en Barcelona. La mayor parte con ganas de pasarlo bien; otros, buscando gresca. Hoy tocaba la capital catalana. Mientras por la Diagonal miles de personas han desfilado cantando y bromeando, cortando el tráfico, pero sin provocar disturbios, en la zona de la Travessera de les Corts, donde se encuentran los forofos más ruidosos del Barça, se han vivido peleas, con agresiones y lanzamientos de botellas.

El gentío trajeado con ropa del Eintracht ha estado buena parte del día en el centro de la ciudad y después de comer se ha dirigido a pie hacia el Camp Nou, lo que ha provocado cortes de circulación en plena operación salida de Semana Santa. La consigna era que todos tenían que ir de blanco. Así ha sido. Y así se ha podido reconocer a todos los forofos que han comprado entradas en zonas en teoría reservadas para forofos del Barça. El Eintracht disponía de 5.000 entradas en tercera grada, pero la afición alemana ha conseguido entradas por todo el estadio. Por instantes, el Barça se ha sentido como si fuera visitante.

Los Mossos, coordinándose con los forofos alemanes, han conseguido mantener relativamente unidos a los seguidores visitantes. En Europa suele ser habitual que aficionados como estos se citen en el centro de la ciudad y desfilen unidos, tanto para hacer fiesta como para evitar que aficionados en solitario puedan ser agredidos. En primera fila estaban los radicales del club y, de hecho, justo antes de llegar al Camp Nou, un forofo ha intentado agredir a un fotógrafo que retrataba el ambiente de camino al estadio. Ha sido disuadido rápidamente por los Mossos d'Esquadra, que acompañaban a la expedición. Los radicales del Eintracht, de extrema izquierda, han venido acompañados por los forofos de otro club alemán, el Chemie de Leipzig, con quien están hermanados.

Un forofo del Eintracht intentando agredir a un fotógrafo.

Llegando al estadio un joven con una bandera de los Boixos Nois, el grupo radical del azulgrana, ha provocado a los alemanes. "¡Bayern, Dortmund!", les decía. Los Mossos lo han salvado cuando estaba rodeado de un grupo de aficionados visitantes a pesar de que otros seguidores del Eintracht han parado a sus compatriotas para intentar mantener el ambiente festivo. A pocos metros entraba la directiva del club alemán. Peter Fischer, su presidente, que hace una semana hablaba con el ARA y explicaba el compromiso de su club para luchar contra la extrema derecha, se frotaba los ojos. "Estoy acostumbrado a ver a esta afición haciendo locuras, pero esta vez ni yo me lo creo", ha dicho a la prensa catalana en inglés. Delante del Tanatorio de las Corts, el ambiente era festivo, pero en la Travessera de les Corts sí que se han vivido incidentes. Ha sido la previa antes de la vergüenza en el Camp Nou.

Aficionados del Eintracht de Frankfurt en Barcelona.
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