Barça

Messi-Laporta: un conflicto sin reconciliación a la vista

La relación entre el astro argentino y el presidente del Barça sigue rota

BarcelonaLa sesión de fotos aparentemente improvisada de Lionel Andrés Messi en el nuevo Camp Nou ha sacudido la paz institucional del Barça de Joan Laporta. Cuatro años y medio después de su última presencia en las instalaciones azulgranas, el argentino decidió revisitarlas, ahora que están en plena reforma, sin avisar a nadie del club. Acompañado de su compañero Rodrigo de Paul y de su sempiterno asesor Pepe Costa, se plantó en una de las garitas veladas por guardias de seguridad en torno al recinto y pidió permiso para acceder al césped. Según explican desde su entorno, el personal uniformado aceptó la petición al instante, lo que contrasta con la versión difundida desde los despachos azulgranas, donde se asegura que fue la entidad quien, minutos después de ser informada de la tentativa, permitió que Messi incluso llegara a pisar el césped, que a esas horas estaba a pisar el césped, que a esas horas el interior del estadio.

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Más allá de los matices para intentar decantar la batalla del relato, lo que está probado es que el astro de Rosario cogió la plana mayor barcelonista por sorpresa. El primer equipo masculino acababa de ganar un enfrentamiento de Liga en Vigo y Laporta y otros pesos pesados ​​del organigrama salían contentos a esa hora de Balaídos. Mientras, Messi entraba en el Camp Nou casi clandestinamente, vestido de calle y sin más atrezzo que los teléfonos móviles de los que le acompañaban. Accedió al recinto gracias al favor de gente externa al actual gobierno del Barça y salió pasada la madrugada. Al día siguiente por la mañana, después de recibir y escoger las imágenes y los vídeos que le hicieron, colgó un post de Instagram que no fue editado ni filtrado por ningún integrante del suyo staff. El texto, terminado con puntos suspensivos, no lo consensuó con nadie. Quizá por eso tuvo tanto éxito: sólo las publicaciones que hizo para celebrar el Mundial del 2022 tuvieron más likes que este "arrebato simpático", según la definición de Laporta en Catalunya Ràdio.

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El movimiento de Messi y la posterior respuesta del presidente del Barça evidencian que la herida que se abrió en agosto del 2021 seguirá supurando. De hecho, voces cercanas al argentino consultadas por este diario interpretan que las palabras de Laporta prácticamente descartan la reconciliación a corto plazo. "Ya han pasado cuatro años y medio del adiós, sigue sin pedirle perdón e insiste en que no se arrepiente de nada. Así será muy difícil que las posiciones se acerquen", lamentan.

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Además, las mismas fuentes discuten a Laporta y su máxima de que "ningún jugador ni ningún presidente está por encima del club" cuando fue precisamente él, tras recibir duras presiones que podían amenazar a su reestrenada presidencia, quien desafió el interés general del barcelonismo con la no continuidad de su máximo ídolo. Cabe recordar que en ese momento la posición del mandatario estaba condicionada por el peso de avalistas como José Elías, que, al igual que Florentino Pérez, movieron cielo y tierra para que el Barça no firmara el famoso acuerdo con CVC que Javier Tebas había cocinado en gran parte para mantener a Messi en la Liga. Solo un año después, el club firmó con Sixth Street una operación muy similar de venta de derechos de televisión.

Pendiente de las elecciones, pero sin candidato

Pese a ese mayúsculo desengaño, Messi volvió a confiar en un posible regreso a Barcelona como jugador tras ganar el Mundial. Acababa contrato con el PSG y, con Xavi Hernández como interlocutor, imaginó otra vez de azulgrana. El egarense actuaba con el visto bueno de Laporta y de su excuñado, Alejandro Echevarría, que también alimentaron las ilusiones del entorno aunque la operación fuera complicada de vender en una Liga que, escarmentada por las palancas del verano del 2022, miraba con lupa a todas las operaciones financieras fair play financiero. Así, a medida que se acercaban los días para que el mercado de fichajes se abriera, Messi vio que la posibilidad de volver al Barça volvía a pasar más por tener fe en Laporta que porque existiera un plan definido para repatriarle, por lo que aceptó la propuesta del Inter Miami para iniciar una aventura en la MLS. "En aquella ocasión, el derrumbado fue Xavi", concluyen desde el entorno del astro argentino. Ese verano, Laporta acabó avalando para que Jorge Mendes pudiera colocar a João Cancelo y João Félix en el Barça.

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Llegados a este punto, Messi ya no espera volver a jugar en el Barça, algo que por si las moscas Laporta también descartó "por respeto al Leo ya la actual plantilla". Eso sí, es muy probable que tenga una estatua en el nuevo Camp Nou, una vez terminado, una iniciativa del presidente que está pendiente del visto bueno de la familia del astro argentino. Homenajes al margen, sí espera tener un papel activo en el Barça cuando abandone la práctica del fútbol. Si bien tiene contrato con Inter Miami hasta diciembre del 2028, tiene en mente volver a vivir en Barcelona con su familia y recuperar el vínculo presencial con el club de su vida. Poco interesado por ahora en dar el salto a los banquillos, se imagina más como una figura de despachos, de planificación deportiva. Sin embargo, mientras Laporta ocupe la presidencia, si las cosas no cambian diametralmente, será improbable verles compartir proyecto. Ahora bien, tampoco ve una clara alternativa que pueda hacer frente al actual mandatario en las elecciones previstas para la primavera.