AlmacellasEn Almacelles le conocen como Quico. En realidad se llama Francesc Pujol i Sabaté, tiene 58 años, es padre de tres hijos y fundador de un entramado de empresas que le ha convertido en un referente emprendedor. Esta semana, los vecinos comentaban que se haya convertido en vocal de la junta directiva del Barça de Joan Laporta. Pero nadie está sorprendido. Todo el mundo sabe que suele conseguir lo que se propone. Estaba en la lista de avaladores tras las elecciones del 2021, pero no formalizó su acceso al palco porque no cumplía un requisito clave: la antigüedad de socio.
Sisco Pujol, Quico, nació en el seno de una familia de ganaderos, vinculados al sector porcino. Tras treinta años de carrera, ha terminado ensanchando el negocio de casa en otros ámbitos, desde el inmobiliario, a las energías renovables, el reciclaje e incluso con una cadena de restaurantes japoneses. "Hace funcionar todo lo que toca —aseguran sus vecinos—. Laporta está en buenas manos".
La vinculación de Pujol con el fútbol empezó de joven, en la EFAC de Almacelles, un club de referencia en Lleida, fundado en 1926. "Quico era muy buen delantero centro", recuerda Joan Velasco, quien es ahora el vicepresidente de la entidad. Un accidente con diecisiete años le apartó de la competición, pero al mismo tiempo le abrió sus puertas a nuevas facetas. Jugó con los veteranos, después continuó como entrenador y acabó en la directiva. Se convirtió en su presidente en el 2008.
Era un momento en que el club contaba con futbolistas de élite como el ex azulgrana y almacellense Francesc Xavier Sánchez Jara, que inició en la EFAC la carrera como entrenador y coordinador deportivo. La política de fichajes de la junta de Pujol permitió soñar. "Construyó los cimientos de un equipo ganador, buscando patrocinadores y grandes jugadores", explica Joan Bosch, el actual alcalde de Almacelles y excompañero de junta.
La capacidad de persuasión de Sisco Pujol, el nuevo directivo del Barça
En la temporada 2011-12 el equipo llegaba a Primera Preferente ya disputar la Copa Catalunya. Un año más tarde, ascendía a Primera Catalana. Fueron tiempos en los que Pujol incorporó a jugadores de la talla de Xavi Gracia, Patricio Exequiel Pato, Eric Trota, Xavi Ortiz, David Giménez, los hermanos Chiné y Roger Canadell. "No sabemos cómo lo hacía, pero Quico era capaz de convencer a quien fuera para que viniera al pueblo –explica Ramon Roma, quien fue su secretario– tiene un gran carisma, un carácter único". El propio Pujol explica su secreto: "Iba personalmente a hablar con ellos, para contarles un gran proyecto de fútbol para un pueblo pequeño".
Pujol dejó la presidencia en el 2017 y, poco después, el primer equipo acabó fusionándose con el Atlètic Lleida. La EFAC continuó con la escuela y su equipo de veteranos se convirtió en el Athletic Almacelles, recién ascendido a Segunda Catalana (pero eso, ya es otra historia).
Una frustrada incursión en la Unión Deportiva Lleida
De Sisco Pujol dicen que no suele equivocarse. "Siempre lo estudia todo antes de tomar una decisión -explica Velasco- por eso acaba funcionando siempre". El alcalde Bosch lo ratifica: "Tiene un olfato que no se puede imitar, es un empresario inteligente". Para quitarle hierro, Sisco asegura que esto no es excepcional: "Antes de decidir, necesito saber bien qué voy a hacer y con quién".
Este olfato le funcionó en su incursión en la desaparecida Unió Esportiva Lleida. Asfixiada por las deudas, la entidad entró en concurso de acreedores en el 2011, cuando militaba en Segunda B. Pujol se presentó a la subasta para erigirse en presidente y, cuando sólo le quedaba la firma, va dimitir por una discusión con la junta. Las diferencias eran, de hecho, con los hermanos Albert y Jordi Esteve, quienes tomaron el control del club azul. Pero la catástrofe acabó dando la razón a Pujol. En 2022, los Esteve dejaron al Lleida con un agujero millonario e investigados por la justicia. "El tiempo pone siempre las cosas en su sitio", comenta el propio Pujol. "Si Quico hubiera cogido el club, le habría hecho funcionar", aseguran sus próximos. Ahora le dirige el empresario y exfutbolista Luis Pereira Barreiro. Con la dirección del gallego, parece que el club reaviva poco a poco.
Pero los ojos de Pujol están también en Barcelona. Culé de siempre, su vinculación directa con el Barça se inició en las elecciones de 2021 con la candidatura de Jordi Farré y, después, con la de Joan Laporta. "Hace años que conozco a Jan, tengo una gran amistad", justifica Pujol. No pudo entrar en la junta porque no tenía una antigüedad de cinco años de socio. Ahora sí. "Me lo tomo como un nuevo reto, seguro que habrá alegrías y problemas", dice. "Yo sólo le aconsejo a Laporta que tenga paciencia con Quico, porque es un hombre muy tranquilo, nunca quiere tomar decisiones apresuradas", bromea Velasco, vicepresidente del Almacelles, en relación con el talante del presidente del Barça.
El nombramiento del nuevo directivo fue horas después de la asamblea de Nike y deberá ser ratificado en el próximo encuentro ordinario con los compromisarios. Sus funciones en el equipo están por definir.