Barça

Las ofertas que el Barça tendrá que escuchar este verano

El club, que quiere fichar a Nico Williams, se reencuentra con una problemática histórica y la máxima de Javier Tebas de cada verano

BarcelonaNico Williams. Como explicó el ARA hace dos días, el Barça vuelve a plantearse en serio el fichaje del íntimo amigo de Lamine Yamal en la selección española absoluta. Tiene un precio cerrado de 58 millones de euros (casi 64 si se cuenta el IPC), cuadra con las necesidades de la dirección deportiva y es, desde el punto de vista de un Joan Laporta que el próximo verano debe revalidar su presidencia en las urnas, el futbolista que más ilusiona al barcelonismo. De repente, al dirigente barcelonés le ha dejado de importar que el extremo navarro decidiera quedarse en el Athletic Club hace un año porque no veía clara su inscripción.

El gesto de su agente, Félix Tainta, ofreciéndose la semana pasada en Deco ha animado al club azulgrana a explorar la viabilidad de un fichaje que, de entrada, pide la disposición de más de 60 millones para ser abonados de golpe. La búsqueda de pólizas de crédito para acometer operaciones ambiciosas de mercado va en esa dirección. Porque si el Barça de verdad quiere luchar por Williams, necesitará abundante líquido en la caja de Aristides Maillol sobre todo después del pago, también unilateral, de la cláusula de rescisión de Joan Garcia, que está a horas de ser presentado oficialmente con la camiseta culé.

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La enésima alerta de Javier Tebas

Pero más allá de este detalle, que puede subsanarse sumando más deuda al balance, el presidente de la Liga, Javier Tebas, ha recordado a Laporta la máxima de cada verano. "No sé si el Barça puede fichar a Nico Williams. El club debe hacer movimientos [...] Una cosa es hacer oficial un fichaje y otra, inscribirlo", manifiesta el responsable de la patronal del fútbol español. Tebas tiene controlada la situación financiera de todos los equipos de Primera y Segunda y sabe que el Barça todavía no ha recuperado el equilibrio entre los ingresos y los salarios deportivos pese a la millonada generada en los últimos años a golpe de palanca.Por tanto, si no hubiera estos "movimientos", no sólo estaría en duda el registro de García, sino que Williams directamente sería imposible.

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¿Y cuáles son esos movimientos?

Para remontar el famoso fair play, la receta más efectiva suena a tópico: "Dejen salir antes de entrar". vip del futuro Camp Nou (una operación que el auditor Crowe aún no ha validado), el Barça necesita desprenderse de jugadores para inscribir a nuevos. Tanto si se vuelve a la regla 1:1 del límite salarial (registrar por el mismo valor que se libera) como si no, dejar de pagar determinadas fichas y aspirar a cobrar algún traspaso jugoso es una condición esencial para no volver a sufrir con las inscripciones y no repetir agonías como la de Jules Kounde en 2022, la de I2 2024 y parte de 2025.

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De momento, el Barça ya se ha sacado de encima la losa de Clément Lenglet. A cambio de un millón y medio, se ahorra 16 correspondientes a su ficha y hace espacio en el límite salarial. También ha cobrado 14 millones entre el traspaso de Álex Valle al Como y la venta de Jean-Clair Todibo en el West Ham. Sin embargo, se necesitan más movimientos para seguir ampliando el margen. Uno que lleva semanas trabajando es la venta de Ansu Fati, que por fin ha entendido que Hansi Flick no cuenta con él. El hispanoguineano quiere ir cedido al Mónaco, si bien la operación está atascada porque los del principado no llegan a pagarle ni la mitad del sueldo.

Pero para pensar realmente a lo grande, que es lo que piden las inscripciones de Joan Garcia y la viabilidad del fichaje de Nico Williams, son necesarias salidas mucho más ambiciosas e incluso sorprendentes. Ambicioso es pensar que Marc-André ter Stegen, herido por la llegada de competencia y por lo que él entiende que es una campaña en su contra, aceptará abandonar el Barça después de once años sin ofrecer resistencia. Ambicioso es encontrar a un comprador interesado en Ronald Araujo, que es el central menos adaptable al riesgo defensivo que propugna Flick. Y sorprendente sería recibir alguna propuesta millonaria por Fermín López o Raphinha Dias (superior a los 60 millones por el andaluz ya los 100 millones por el brasileño) y aceptarla. El problema de todas estas hipotéticas vías de ingreso y ahorro es que chocan con la voluntad de los interesados, que no es otra que continuar en Barcelona. El proyecto es demasiado prometedor para perdérselo.

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Por tanto, lo más probable es que Joan Garcia debute en pretemporada sin tener la inscripción garantizada y que el Barça busque capital para pagar la cláusula de rescisión de Nico Williams con lo más caliente en el fregadero. La presión implícita para marcharse, que es lo que sufre hoy Ter Stegen y también vivió el renacido Frenkie de Jong hace tres veranos, no siempre funciona. Y el mercado, ya se sabe, es muy caprichoso, cambiante ya menudo se expone a repentinos giros. O si no, quien imaginaba hace un año que el Barça echaría a İlkay Gündoğan ¿para contribuir a inscribir Olmo?