Fútbol - Barça

Pep Guardiola, el salvavidas de Gündogan tras las presiones del Barça para echarle

El Manchester City acepta el regreso del centrocampista siempre que llegue con la carta de libertad

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Pep Guardiola e Ilkay Gündogan

BarcelonaSólo una temporada después de su llegada al Barça, Ilkay Gündogan abandonará la disciplina azulgrana y pondrá rumbo al Manchester City de Pep Guardiola, club al que jugó durante siete años antes de aterrizar el pasado verano en Barcelona. Es una operación que se explica estrictamente por criterios económicos y que deja en evidencia la cambiante planificación deportiva del club blaugrana.

En términos deportivos, el centrocampista fue un pilar fundamental para Xavi Hernández el curso pasado. Fue el único futbolista con ficha de la primera plantilla que no se lesionó. Imprescindible para Xavi desde el primer día, desempeñó todos los papeles del auca para estabilizar la zona de medios: desde el pívot, hasta los interiores y la mediapunta. Compensó las carencias en la base –derivadas del rendimiento pobre de Oriol Romeu y Frenkie de Jong– como también se acercó a las proximidades del área rival –donde más le gusta jugar– para compensar las ausencias de Pedri y Gavi .

Repartió 14 asistencias, una cifra que completó con 5 goles anotados en un total de 51 participaciones. Pero sólo una temporada después, la dirección deportiva azulgrana, encabezada por Deco, hace semanas que le presiona para abandonar el club. Gündogan no esperaba que se le invitara a marcharse (por decirlo de forma sutil) sólo un año más tarde de su llegada y no quería hacer caso de este ruido, pero en los últimos días, fruto de la necesidad del Barça para generar fair play (y, así, poder inscribir a Dani Olmo), los hechos se han acelerado.

El jueves, Hans-Dieter Flick tuvo una conversación con el futbolista y le expuso que las intenciones del club, básicamente por criterios económicos (tiene un salario de unos 20 millones brutos), era que se buscara una salida. La apuesta de Deco, condicionada por los problemas con el fair play, pasa por apostar más por los jóvenes y por las caras nuevas, como la de Dani Olmo. De hecho, el nuevo fichaje de Terrassa, que ocupa una zona similar a la de Gündogan en la mediapunta, también ha sido una forma de presionar al alemán. Dani Olmo es un fichaje de Deco. Gündogan lo era de Xavi Hernández y Mateu Alemany.

Ante este escenario y la conversación con Hansi Flick, el centrocampista decidió llamar personalmente a Pep Guardiola, tal y como avanzó la Cadena SER y pudo confirmar este diario. Gündogan, que también tiene ofertas del Fenerbahce y del Galatasaray turcos, así como propuestas de Qatar y Arabia Saudí, quiere seguir compitiendo al máximo nivel y, por eso, llamó al técnico de Santpedor, con quien había sido capitán la última temporada en Manchester antes de hacer una apuesta personal por venir a Barcelona que ahora se ve forzado a rasgar.

El entrenador del City ve con buenos ojos el regreso del centrocampista, pero con una condición: el conjunto mancuniano no quiere pagar ni un solo euro bisiesto por un futbolista que se marchó libre hace sólo un año. Por tanto, Gündogan, ya que se le presiona a salir del Barça, espera que la entidad azulgrana acepte esta condición. Asimismo, el jugador alemán renuncia al año de contrato que tiene firmado con el Barça (ya otro opcional).

Sin margen salarial para inscribir a Dani Olmo

La razón de peso por la que los responsables de la cambiante planificación deportiva del Barça vean con buenos ojos que Gündogan se vaya tiene que ver con el fair play financiero. Aún lejos de la norma 1:1, que le permitiría operar con la normalidad –solo la obtuvo activando palancas por valor de 800 millones en el verano del 2022–, el club necesita aliviar aún más masa salarial –o cerrar traspasos que generen beneficios – para poder inscribir a nuevos jugadores. Esto es lo que frustró que Olmo entrara en la convocatoria de Mestalla. De hecho, si Iñigo Martínez fue registrado a tiempo fue porque ocupa el espacio liberado debido a la lesión de larga duración de Araujo, no porque el Barça generara de nuevo.

El alemán tiene el tercer contrato más alto de la plantilla, sólo por detrás de Lewandowski y De Jong. Al ser un jugador de los que la Liga considera franquicia, cuando acabe saliendo el Barça podrá utilizar hasta el 70% del importe ahorrado para inscribir a Olmo u otras incorporaciones. De este modo, a tan sólo 10 días para el cierre del mercado, los números empezarían a cuadrar. La alternativa sería volver a avalar.

En la lucha por aliviar la plantilla a cambio de poderla reforzar, el Barça se ha encontrado muchos impedimentos. Aún con Xavi en el cargo, Lewandowski dejó muy claro que cumpliría su tercer año de contrato. Tampoco De Jong, que lleva más de cuatro meses sin jugar ni entrena, parece determinado a encontrar nuevos retos. Lo mismo ocurre con Raphinha, que además de no querer cambiar de aires tiene un vínculo muy estrecho con Deco, su antiguo agente.

Lo que sí tenía opciones de marcharse dejando un buen pellizco en el club era Araujo, pero una lesión grave en la Copa América, en el partido de cuartos de final contra Brasil, ha enfriado esta posibilidad. El uruguayo se devalúa, aunque no tanto como Ferran Torres o Ansu Fati, que sólo tienen opciones de irse cedidos. Gündogan, en cambio, acepta marcharse, pero está decepcionado con la gestión de la actual dirección deportiva. Se va a regañadientes: él quería quedarse en el Barça, un club por el que siempre ha tenido simpatía y al que decidió venir hace sólo un año pese a poder renovar entonces con el City.

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