Barça

Los esfuerzos del Barça para proteger a Lamine Yamal

El apuñalamiento del padre del futbolista en Mataró fue recibido en el club azulgrana con más preocupación que sorpresa

Marcus Sorg y Hansi Flick mostrando cariño a Lamine Yamal el sábado en el campo del Valencia.
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BarcelonaPocas horas después de que saltara la noticia del apuñalamiento de Mounir Nasraoui, un emisario del Barça se plantó de noche en el Hospital Can Ruti, donde ingresó el padre de Lamine Yamal. No era ningún directivo ni ningún ejecutivo a sueldo del club, sino Alejandro Echevarría, una persona con mucha influencia en el día a día azulgrana. El excuñado de Joan Laporta, que acumula más poder que cualquiera de los directivos que rodean al presidente, hace tiempo que es también la persona con más información en torno al vestuario del primer equipo. Fue el impulsor del fichaje de Xavi Hernández como sustituto de Ronald Koeman, el brazo ejecutor clave para que el egarense fuera relevado por Hansi Flick en mayo y el encargado de hacer efectivos los cambios en el staff que pidió Laporta, que estaba molesto con la preparación física de los jugadores. Deco, también fichado como director deportivo a través de Echevarría, participó tangencialmente en esa reestructuración.

Que el excuñado de Laporta, que también medió para poner gente de su confianza a cargo de la seguridad del vestuario, fuera el primero en atender a Lamine Yamal y su entorno tras el incidente en el barrio mataronense de Rocafonda no es casual. De hecho, es una figura con experiencia en la gestión de asuntos de la vida personal de los futbolistas en otros momentos de la historia del Barça. Por ejemplo, se ganó la confianza de Leo Messi y su familia cuando el argentino daba sus primeros pasos tanto en el fútbol profesional como en la vida adulta. Solo con la llegada de Pep Guardiola, que incorporó a su amigo Manel Estiarte al frente de la oficina del jugador, perdió influencia en el día a día del vestuario. Ahora, Echevarría ha multiplicado su ascendiente hasta el punto de ejercerlo indirectamente a través de gente de su confianza como Deco, el responsable de seguridad Óscar Ferreras o Bojan Krkić, encargado de ayudar a los más jóvenes, entre los que está Lamine Yamal.

Precisamente el exdelantero de Linyola, fruto de La Masia y que sufrió el exceso de presión en el Barça, es otro de los que velan por que la estrella emergente azulgrana tenga los pies en el suelo. "Lamine tiene que aprobar la ESO, este es uno de los objetivos que tiene que tener esta temporada", alertaba el exdelantero hace solo unos meses. Pero el talento de Rocafonda quemó etapas tan rápido que, con solo 16 años, se convirtió en un habitual de las convocatorias de la selección española absoluta. Conscientes de que la RFEF podía reclamarlo tanto para la Eurocopa como para los Juegos Olímpicos, los responsables del club mediaron para que eligiera una de las dos competiciones. Es lo contrario de lo que ha pasado con Fermín, que ha hecho doblete, o de lo que ocurrió con Pedri hace tres veranos. Proteger el físico en desarrollo de Lamine Yamal es vital para que las lesiones no afecten a su progresión. El Excel de Hansi Flick también va en esa línea: fue suplente en el Gamper y no completó los 90 minutos en Mestalla.

Protegerlo del ruido de su propio entorno

Pero tanto o más decisivo para la entidad es que el joven futbolista, encarnación de la ilusión de toda una generación de culés, no reciba inputs negativos de su entorno íntimo. En este sentido, el incidente de su padre en Rocafonda activó alarmas que llevaban semanas puestas por varias razones. Por ejemplo, en el Barça no gustaba que Nasraoui fuera tan protagonista durante la Eurocopa con constantes apariciones en los medios o numerosas publicaciones en redes. En algunos casos, él mismo se ofrecía para ser entrevistado. De hecho, hay personas de la institución que conectan esa actitud con el episodio violento primero en una calle y después en un aparcamiento. "Despertaba ya manías por otros motivos y ahora, además, genera envidias porque va un poco crecido por el éxito de su hijo", apunta a este diario una fuente cercana al entorno del joven futbolista sobre los hechos de la semana pasada en Mataró. La misma figura asegura que Lamine Yamal "quiere mucho a su padre" y expresa un deseo compartido por mucha gente en el Barça: "Esperamos que no lo distraiga".

Lamine Yamal y su padre, Mounir Nasraoui.

En parte por este motivo, Echevarría fue el primero que pisó Can Ruti para saber de primera mano lo ocurrido con Nasraoui y valorar si la situación era la adecuada para exponer al joven extremo públicamente o bien era mejor protegerlo unas horas de los focos. En paralelo, el Barça ofreció apoyo psicológico a Lamine Yamal, que se presentó al día siguiente al entrenamiento. Tras la sesión, y una vez que su progenitor ya había subido a planta, sí fue a verlo acompañado de su madre, Sheila Ebana. Esa misma noche, Nasraoui concedió una breve entrevista desde la cama del hospital a un programa de máxima audiencia, El chiringuito. "Este hombre es un personaje. Hace unos años colgaba fotos suyas con la camiseta del Madrid en el Bernabéu", explica un ex trabajador del fútbol base culé consultado por el ARA.

Y es que en La Masia, que es donde reside Lamine Yamal desde hace una década, vivieron con más preocupación que sorpresa el apuñalamiento del padre del jugador, al que Jorge Mendes convenció para que le dejara tutelar la carrera de su hijo. En este sentido, echan de menos el trabajo de acompañamiento exhaustivo que hacía su anterior representante, Iván de la Peña. "Iván es como un segundo padre para los jugadores, les dispensa un trato personalizado, algo que ahora Lamine ha perdido un poco con Mendes", afirma una persona que ha tratado con ambos agentes. Sin embargo, el empresario portugués, que también conduce las carreras de Balde y Ansu Fati, tiene personal de confianza en Barcelona que lo asiste en todo lo que necesite.

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