Ni un paso atrás: el retrato del defensa que busca el Barça para terminar la temporada
La lesión de Christensen obliga al club a explorar el mercado de invierno por falta de efectivos
BarcelonaAl contrario de lo que muchos pensaron, cuando Hansi Flick sorprendió poniendo a Gerard Martín de central en la última gira asiática aún no sabía que se quedaría sin Iñigo Martínez, el mejor defensa del Barça la pasada temporada. El entrenador alemán improvisó esta solución porque el vasco tenía molestias y el único perfil zurdo adaptable al eje central era el jugador barcelonés, que hasta entonces sólo había cumplido como alternativa a Alejandro Balde. Flick contaba con Iñigo como primera opción, pero en el avión de regreso desde Corea del Sur recibió la información que se marchaba a Arabia Saudí. Su reacción fue una mezcla de comprensión, decepción y preocupación.
Como perdía un puntal imprescindible en el césped y en el vestuario, el técnico pidió a la dirección deportiva que explorase el mercado de fichajes para tapar el agujero. Sin embargo, con el serial de Marc-André ter Stegen –y las inscripciones de Joan Garcia, Marcus Rashford y Roony Bardghji– aún por resolver, la respuesta en ese momento fue que se las arreglara con Andreas Christensen, que pasaba de estar en la rampa de salida a figurar como cuarto central natural de la plantilla. Ahora, sin embargo, el futbolista danés se ha roto parcialmente el ligamento cruzado de la rodilla y no podrá jugar al menos durante los próximos cuatro meses. Si bien no estaba participando mucho, garantía fiabilidad en el eje de la defensa y una amenaza al área contraria gracias a su juego aéreo, como bien demostró en el campo del Guadalajara.
Con Christensen descartado hasta bien entrada la primavera y Ronald Araujo todavía de baja por salud mental, Flick y la dirección deportiva que lidera Deco han vuelto a la necesidad del verano. Es verdad que por el camino han constatado que Eric Garcia ha dado dos pasos adelante y que Gerard Martín puede rendir a un nivel notable también como central, pero tanto en el banquillo como en los despachos coinciden en que hay que ampliar la profundidad de la plantilla en el aspecto defensivo. La temporada es muy larga, las lesiones no desaparecerán a pesar de que ahora se prevengan mejor y, además, ahora mismo, de los tres centrales naturales disponibles, solo uno está jugando a su posición: Pau Cubarsí. Los otros dos, Eric y Jules Kounde, en estos momentos son titulares en el pívot defensivo y lateral derecho, respectivamente.
Todo ello hace que el Barça esté explorando oportunidades de mercado para corregir esa falta de profundidad de plantilla. La primera condición que se impone en las oficinas azulgranas es que la operación en cuestión sea sin coste alguno, es decir, una cesión en la que sólo se tenga que pagar el salario del jugador en cuestión hasta junio. La segunda tiene que ver más con el perfil técnico de la necesidad. "Debería adaptarse a nuestra forma de defender con la línea avanzada y tener una buena salida de balón", apuntan al ARA desde el club, donde se subraya también la dificultad de encontrar buenos candidatos a medio ejercicio y facilidades negociadoras por parte de sus equipos de origen.
Los avales pendientes de cobrar, una muleta para Laporta
Sin embargo, se valoran tanto perfiles veteranos –para incorporarlos con una cesión simple– como futbolistas con mayor proyección –cedidos con opción de compra–. En el primer grupo se encuentran Nicolás Otamendi (37 años) y Stefan de Vrij (33). Ambos terminan contrato en verano con el Benfica y el Inter de Milán, respectivamente. Ahora mismo es impensable aspirar a fichar a Nico Schlotterbeck, un central izquierdo que gusta mucho a Flick y que acaba contrato en el 2027 con el Borussia Dortmund. Las pretensiones, en estos momentos, son más modestas.
De hecho, la tercera condición es que el nuevo fichaje debería tenerse sellado antes de que pasen veinte días desde la lesión de Christensen. Éste es el plazo que tiene el Barça para enviar un informe médico a la Liga para utilizar el 80% del espacio salarial del futbolista danés. Es lo mismo que se hizo también con Christensen para inscribir a Dani Olmo o con Ter Stegen para registrar a Joan Garcia. Un remedio dentro de la norma para facilitar la vida a los clubs de fútbol con el fair play excedido, que es donde vive la entidad culé desde el 2021 y donde vivirá cuando se cierre el mercado a finales de enero si no existe ninguna operación extraordinaria. La solución que plantea la patronal también puede utilizarse para recuperar avales personales para inscribir a jugadores, que es precisamente lo que se ha hecho con la baja de larga duración de Pablo Gavi. Por tanto, no es descartable que la junta de Joan Laporta aproveche también la de Christensen para acabar de cancelar las garantías depositadas hace unos meses para registrar Rashford y Bardghji.