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La receta del Barça ante los arbitrajes que Laporta no siempre puede seguir

La consigna del club es no hablar nunca de las actuaciones arbitrales a nivel institucional y, en cambio, hacer lobby y trabajar discretamente en las instituciones

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Florentino Pérez y Joan Laporta compartiendo mesa hace un año en un acto institucional en Madrid.

BarcelonaTras perder contra el Inter de Milán, en un duelo de Champions en el que la intervención del VAR perjudicó al Barça, el presidente Joan Laporta se subía por las paredes. También los directivos que le acompañaban. Tenían ganas de coger un micrófono y hacer una rajada histórica. Pero el equipo de comunicación del Barça les paró los pies. "Nada de hablar de los árbitros, y menos en caliente", les dijeron. A regañadientes, se mordieron la lengua. Al día siguiente había una presentación en el Camp Nou. Un grupo reducido de periodistas preguntó por qué no habían dicho ni mú. "La política es no hacer declaraciones. El trabajo debe hacerse en los despachos", fue la respuesta que dio el club.

El entrenador y los jugadores están obligados a hablar después de los partidos. Pero no a los miembros de la directiva. Y desde el área de comunicación del Barça se intenta minimizar sus apariciones públicas "para evitar derrapes". La gran mayoría cumple con regla con disciplina. Sin embargo, esto no evita que en algunos momentos se lo salten a la torera. Como Laporta, el lunes en la gala de Mundo Deportivo, donde calificó de "vergüenza" el arbitraje del Madrid-Almería. "Àlex siempre nos dice que no hablamos, y que si lo hacemos, porque nos toca, evitamos entrar en polémicas. Pero Jan ya sabes cómo es...", admite en el ARA un miembro de la junta azulgrana.

Se refiere a Àlex Santos, jefe de comunicación de la campaña de Joan Laporta y dircom del Barça desde las elecciones del 2021. "Dejó claro desde el primer día que la línea a seguir era esta. Y no es nada fácil cumplirlo, porque hay días que te sientes muy perjudicado y crees que debes salir a defender el club. Pero al día siguiente te das cuenta de que hiciste bien callando, porque representas a una institución y no puedes decir lo primero que te pasa por la cabeza, aunque el cuerpo te pida lo contrario", añade la misma fuente. La regla de mantener un perfil bajo se extiende a todas las áreas del club, no sólo a la cúpula directiva. Y se hace énfasis en las publicaciones en la web o en las redes sociales. "Está taxativamente prohibido hablar de los árbitros en las redes, por escandaloso que sea lo ocurrido", dice uno de los responsables de comunicación digital que se encarga de realizar el seguimiento de los partidos del primer equipo masculino. En la desaparecida Barça TV también estaban las mismas directrices.

No todo el mundo está de acuerdo, como demuestra el tuit de Enric Masip mientras veía al Madrid-Almería. De hecho, en el club hay más personas que consideran que es necesario hacer más ruido, poniendo de ejemplo lo que hace Florentino Pérez, que exprime al máximo el potencial de su Real Madrid para hacer presión mediática y conseguir, como el domingo, arbitrajes más beneficiosos . Pero en el núcleo duro del Barça sostienen que no deben "caer en la mourinhización del discurso" y que el camino a seguir es otro. "Se logran más cosas entrando en las instituciones, que ya es lo que defendió Laporta en campaña. O sea, teniendo voz y voto en las tomas de decisiones. En definitiva, hacer lobby. Es uno de los propósitos de Laporta desde que ha vuelto a la presidencia. Esto quiere tiempo, pero a la larga es más efectivo", sostienen fuentes cercanas al presidente azulgrana.

La política de comunicación del Barça no es nueva

"Todo parte de la idea de que el partido dura 90 minutos y que no puedes poner el foco en una acción puntual. Claro que un árbitro puede equivocarse. Pero a favor y en contra. Crear polémica el día que te sientes perjudicado se te puede girar en contra. Imagina que vas a Bilbao y te favorecen. Te quedas sin argumentos", comentan desde el área de comunicación. No es una novedad de ahora. "Durante mis años de trayectoria en el club nos impusimos que nuestra comunicación corporativa estuviera alineada con el propósito y los valores de la entidad. Hay que ser consecuente con lo que te define y asumir los sobrecostes de tu identidad", recuerda Toni Ruiz, cofundador de Xerpa Studio y antiguo jefe de prensa y director de comunicación corporativa azulgrana (1996-2022). Por tanto, mantener un discurso institucional "ejemplar y modélico", y sólo en casos "excepcionales" tener un posicionamiento crítico, "pero desde el respeto y con mirada constructiva".

El momento más comprometido es justo después del partido. "Si fuera por nosotros, no habría ruedas de prensa. En caliente, y sobre todo si el partido ha ido mal, las posibilidades de decir cosas inoportunas son mayúsculas", añaden a comunicación. En la medida de lo posible, intentan adelantarse a las preguntas puñeteras de los medios y aconsejan a los protagonistas irse por la tangente. No siempre pueden, por supuesto. Las palabras de Xavi en el campo del Betis, hablando de "cosas extrañas" y que sería "muy difícil" ganar la Liga por los arbitrajes, son un ejemplo. La consigna es siempre rebajar el tono y no echar gasolina al fuego. Por eso el entrenador, dos días después, se sacó de encima todas las preguntas sobre el VAR, Hernández Hernández y el Madrid-Almería diciendo que él sólo tenía ganas de "hablar de fútbol".

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