El recital que Szczęsny se empeñó en dejar en un segundo plano

Barcelona"Pedri ha sido el MVP, pero creo que yo puedo llevarme la mitad del trofeo". La frase la dijo, con la seguridad propia de un fuera de serie, Wojciech Szczęsny en Lisboa después de completar su mejor partido desde que viste la camiseta azulgrana. El guardameta, que ya se lució en un primer paro de mérito pocos segundos después de empezar, mantuvo al equipo invicto en un duelo en el que el Barça jugó 68 minutos con inferioridad por la expulsión de Pau Cubarsí. El Barça batió el récord de ganar un partido jugando más minutos con un jugador menos, superando la hazaña que consiguió la Juve en el campo del Valencia en el 2018, cuando perdió a Cristiano por roja en el minuto 29. Curiosamente, en ese 0-2 el portero también era Szczęsny.

Los ocho paros, cinco de ellos de mérito, las 67 intervenciones y la efectividad en todas las acciones en las que participó le habrían hecho merecedor del premio al mejor jugador. De hecho, en la mayoría de portales especializados en estadísticas le dan puntuaciones altísimas de rendimiento. Pero la UEFA se fijó en otro. Porque, aparte del portero, del acierto de Raphinha Dias en el gol o del buen juego coral para sobrevivir en el campo del Benfica en inferioridad, en medio del campo brilló Pedri.

El día que el equipo necesitaba exagerar el control, tener la posesión y no rifar balones, el canario apareció en todo su esplendor. Fue el mejor en casi todos los registros individuales. Empezando por los kilómetros recorridos: 13,2 de los 112,4 que hicieron los jugadores del Barça en Da Luz, según datos de la TdT de Catalunya Ràdio. Por detrás quedó Raphinha con 11,6. Pedri fue también el que más intervino de todo el partido: 92 veces. También fue el que más balones recuperó (11), el que tuvo mejor porcentaje de pases completados (60 de 65 intentos, el 92,3%), el que hizo más pases en el último tercio del campo (16), el que más veces centró (4) y, junto con Raphinha, el que hizo más ocasiones (2). A estos datos es necesario añadir dos recortes y cuatro faltas provocadas. Acabó absolutamente fundido, haciendo evidente que el desgaste físico había sido mayúsculo. "Sabíamos que haría falta ayudar al equipo y correr como el que más", decía, cansado pero contento, con el galardón del MVP en los dedos.

El poderoso cambio de vida de Pedri

Es un Pierre nuevo. Nada que ver con ese jugador que llevaba colgada la llufa de los problemas musculares. El centrocampista había sido víctima de la sobreexplotación de su primer año en el Barça, en el que lo jugó absolutamente todo con el primer equipo –entonces entrenado por Ronald Koeman– y con la selección. Eurocopa y Juegos Olímpicos incluidos. El resultado fue una sucesión de lesiones que hacían temer a lo peor. Tampoco le ayudaba un estilo de vida poco disciplinado fuera de los terrenos de juego. "La temporada pasada fue nefasta. No se cuidaba, salía de fiesta...", admiten desde el club.

Este año es diferente y las mismas fuentes hablan de un cambio radical en todos los aspectos: "Está serio y centrado, con otro orden de vida". Le ayudó mucho un estudio genético personalizado que marcó las pautas de cómo debía entrenarse, trabajar y comer. "Está a un nivel brutal y estamos muy contentos de tenerlo", apuntaba Hansi Flick. La llegada del alemán y el cambio de rutinas, tanto en los entrenamientos como en el día a día, también han contribuido a ello.

Esta temporada lleva 40 partidos con el Barça, 38 los ha disputado de titular, ha marcado cinco goles y ha repartido seis asistencias. Flick le ha hecho participar en absolutamente todos los partidos posibles, exceptuando el de Liga en Mestalla, en el que fue baja por una gastroenteritis. Los 40 partidos son más de los que disputó en los últimos tres cursos enteros (22, 35 y 34, respectivamente). Ya lleva 3.012 minutos. Y es a sólo 507 de igualar a los que disputó en la temporada de su debut, la 2020/21, cuando jugó 52 partidos de azulgrana. El mejor Pedri ha vuelto.