Sergi Roberto busca equipo

El jugador asume que el Barça no quiere renovarlo a pesar de que Xavi le ha transmitido que cuenta con él

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Sergi Roberto en una imagen de archivo de esta temporada

BarcelonaJoan Laporta no necesita director deportivo. A diferencia de lo que hizo en su primer mandato, cuando confió esta parcela a Txiki Begiristain, ahora mantiene la vacante incluso después de la renuncia voluntaria de Ramon Planes, secretario técnico heredado de la anterior junta que se marchó después de la llegada de Xavi Hernández al banquillo del primer equipo. Como no hay una figura de referencia que trace las líneas maestras del proyecto en materia deportiva, prolifera la disparidad de criterios tanto a la hora de planificar como de gestionar determinados temas. Es la sensación que hay en Sant Joan Despí en un contexto marcado por la crisis económica, la salida a regañadientes de Leo Messi y los equilibrios con el célebre fair play financiero para poder inscribir jugadores.

Después del desacuerdo retransmitido en relación con Ousmane Dembélé —con Mateu Alemany encarnando el papel de poli malo y Xavi defendiendo que el francés tiene que jugar aunque haya rechazado la renovación—, hay debate interno también sobre la situación de Sergi Roberto. Las conversaciones para renovar el contrato del jugador, que vence el 30 de junio próximo, se encallaron a finales del mes de septiembre, cuando todo estaba listo para la firma. El acuerdo se frustró por una discrepancia final en relación con el porcentaje de rebaja que se tenía que aplicar al nuevo compromiso hasta 2024. Los agentes del futbolista, que son los mismos que los de Busquets y Mingueza, aceptaron la rebaja de un 30%, pero el Barça les pidió un esfuerzo extra. "Nuestra propuesta no recogía un gesto tan drástico como el 40% que se vendió a los medios", dicen hoy desde el club, donde admiten que las negociaciones están "bastante muertas" y que ahora es la parte del jugador la que "presiona" para retomarlas.

Este interés nace de la voluntad de Roberto de seguir en Barcelona y se ha reforzado desde el fichaje de Xavi, que repite por activa y por pasiva que cuenta con su ex compañero. "Es un jugador fundamental y así se lo he transmitido al club", dijo al aterrizar el técnico azulgrana, que internamente no ha parado de defender el mismo punto de vista y ensaya con Dani Alves el rol que, por lesión, todavía no puede encargarle al jugador de Reus. El problema es que las intenciones de Xavi no acaban de cuadrar con las prioridades que hay en los despachos, donde ahora viven más preocupados por las ampliaciones de futbolistas con ofertas importantes como Araujo y Gavi. En este sentido, en el club cuestionan la necesidad de correr en estos momentos para renovar a un jugador que no aceptó la oferta de renovación "cuando tocaba". Es decir, cuando un gesto salarial por su parte habría ayudado a cuadrar el fair play antes de la retirada del Kun Agüero y de la ampliación sin justificación deportiva de Umtiti. Esta versión decepciona al entorno del jugador, que mantiene que fue el propio Alemany quien prometió que los contactos se retomarían una vez cerrado el mercado de invierno.

Regreso a mediados de abril

Como no hay reuniones a la vista, y si las hay será para iniciar una negociación diferente de la que se planteó hace unos meses, Roberto empieza a asumir que quizás es el momento de cambiar de aires. Por eso ha pedido a su agente que le busque equipo para no verse el 30 de junio sin un lugar donde ir ni un proyecto que lo ilusione. De momento no tiene ofertas en firme, pero sí hay equipos que lo contactan incluso estando lesionado. Si no puede seguir en el Barça, lo atrae jugar en la Premier League, aunque sea en equipos de la zona media, y hoy por hoy descarta ir a ligas menores como la norteamericana y la catarí. Acaba de cumplir 30 años, siente que todavía tiene cuerda y trabaja intensamente para recuperarse de la operación a la que fue sometido antes de Navidad para poner fin a los problemas musculares. De hecho, fuentes del vestuario aseguran al ARA que la recuperación va por buen camino y que está previsto que esté disponible a mediados de abril, cuando todavía quedarán entre siete y ocho jornadas para el final de la Liga.

Con el calendario en la mano, la reaparición se podría producir contra el Levante en el Ciutat de València, donde sufrió hace un año la primera recaída, o bien en el Camp Nou contra el Cádiz. Si el físico responde, Xavi le dará minutos en un tramo de curso en el que habrá objetivos en juego. Y, dependiendo de cómo le vaya en el césped, sabrá si el Barça lo valora lo suficiente (y aunque sea a la baja) como para renovar un vínculo que data de 2006 o si, por el contrario, la mejor opción para todo el mundo será que se marche a otro club.

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