Apuntes en caliente

Más unanimidad con Xavi que con Laporta: los apuntes en caliente del Barça-Rayo

El entrenador recibe el apoyo de la culerada en lo que podría ser su último partido en casa como técnico

Joan Laporta, pensativo en el palco del Estadio Olímpico Lluís Companys.
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BarcelonaVictoria del Barça contra un Rayo Vallecano muy desacertado y segunda plaza de la Liga asegurada para los intereses azulgranas. El partido tuvo más historia en la grada que en el césped. A continuación, unos apuntes en caliente.

Triste final del primer curso en el exilio. Nadie dijo que vivir lejos del Camp Nou fuese fácil. Pero la realidad ha superado incluso las previsiones menos optimistas, que no eran precisamente las que el Barça proclamó antes de subir a la montaña olímpica. Aparte de un agujero económico que ya veremos cómo se compensa antes del 30 de junio, Montjuïc ha sido un estadio entregado a la ocasionalidad y al desafecto. Con el socio culé mayoritariamente en casa, la junta directiva ha vivido tranquila hasta que el balón no ha entrado y la errática gestión ha quedado al descubierto. En el último día del curso en Lluís Companys, una parte de la escasa representación social del club en la grada cantó varias veces "Barça sí, Laporta no" mientras otro sector silenciaba la queja con silbidos. Miles de turistas sin contexto fueron testigos de esa división de opiniones.

Una de las veces que una parte de Montjuïc ha cantado "Barça sí, Laporta no"

Una estrategia dudosa. Al presidente del Barça le tocó recibir cuatro días después de filtrar al entorno que está muy enfadado con Xavi por unas declaraciones en las que el entrenador se pasó de sincero (sin decir ninguna mentira). El egarense venía con la popularidad muy tocada por el decepcionante final de temporada y el cable recogido en su decisión de abandonar el cargo, que Laporta había bendecido hace sólo tres semanas, pero salió ganador en el debate improvisado en la grada. La estrategia (?) del mandatario –alimentar el ruido en torno a Xavi– ha hecho que los diarios hablaran menos de avales y cuentas mancomunadas y más del futuro en el banquillo, pero no ha evitado los reproches de algunos socios disconformes .

Por lo que respecta al partido, dos protagonistas clave. El primero, Ter Stegen. Sin los paros salvadores del portero alemán, el Barça no habría tenido una tarde tan plácida sobre el césped. Especialmente en la segunda mitad, con el 1-0 en el marcador y el Rayo merodeando el empate, apareció para frustrar ocasiones muy claras y ganarse el derecho de luchar por revalidar el Zamora. El otro gran nombre de la velada fue Pedri, que entró en la segunda parte y se vistió de centrocampista con llegada para marcar dos goles balsámicos para Xavi, que acabó lo que se supone que será su último partido –siempre que no haya otro giro de guión, lo que no puede descartarse– con un apoyo prácticamente unánime de la parroquia no ocasional presente en Montjuïc. Si se confirma la salida, tendrá narices que tenga que ser sin partido de por medio. Frío inmerecida para un ídolo.

¿Qué habría sido esta temporada sin él? Hablemos de Lamine Yamal. Un chico de 16 años convertido en la mejor noticia que el barcelonismo en masa ha leído en los últimos 10 meses. El último partido en casa volvió a demostrarlo. Sobre todo en la primera mitad, en la que el Rayo inquietó mucho menos, el extremo de Rocafonda fue el principal generador de juego ofensivo de los azulgranas. El 1-0, obra de Lewandowski en la segunda jugada del partido, vino de su inspiración a la hora de filtrar un pase por encima de la defensa madrileña. Este verano será muy importante para salvar a la economía del Barça, pero también para no fallar en la gestión de la principal esperanza deportiva del club. Que la selección española no explote a Lamine como hizo con Pedri hace tres años. Estamos escarmentados.

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